Por Francisco Pérez
Este 1 de mayo a nivel internacional se conmemora la gesta heroica de los Héroes de Chicago en cuyo honor ha sido denominado el 1 de mayo como día internacional de la clase trabajadora. Al hablar de la clase trabajadora necesariamente debemos hablar de los Sindicatos los cuales históricamente han sido y son los instrumentos de lucha para la defensa de los intereses de la clase trabajadora ya sea de hecho o derecho, ya que históricamente aún sin haber sido reconocidos en las leyes burguesa y mediante legítimos métodos de lucha como la huelga y suspensiones laborales le han arrancado a la patronal las prestaciones económicas y laborales.
2023: menos trabajos y más despidos de trabajadores públicos
Actualmente, según informes oficiales, la población salvadoreña es de 6,338,881 habitantes, de los cuales el 53% son mujeres y 47% hombres, con una población económicamente activa (PEA) de 2,963,018 de los cuales a enero del 2023 solo el 32% (962,575) cotizaban al ISSS siendo las mujeres (40%) quienes menos acceso tiene a un trabajo formal. Así mismo el total de trabajadores formales a enero del 2023 era 962,575; aunque a finales del 2022 el ISSS refería que tenia 972,832 cotizantes activos, registrándose de diciembre del 2022 a enero del 2023 una pérdida de aproximadamente 10,247 empleos.
Si comparamos la cifra de enero del 2023 en relación a otros años se mantiene el aumento ya que ha octubre del 2020 año de la pandemia por el COVID-19 existían un total de 837,807 empleos formales y para el 2021 existían un total de 906,253 empleos. El crecimiento de los empleos de enero del 2022 a enero del 2023 a nivel general fue del 4.9%, lo que representa 44,774 empleos. El sector privado creció un 5.5% y el sector publico un 2.3%.
Los sectores donde mayor se concentran dicho crecimiento son: sector de Comercio, restaurantes y hoteles, Transporte, almacén. Actividades de Alojamiento y Servicios de Comida donde mayor crecimiento se dio (16,165) y el sector Actividades Profesionales, Científicas, Técnicas y de Servicios Admon, de Apoyo (11,007) y el sector servicios (4,205). Mientras estos sectores crecían el sector de Industrias manufactureras, Explotación de minas y canteras y Otras actividades Industriales registró una pérdida de 3,968 empleos.
Para el caso del sector público a enero del 2022 eran un total de 190,051 y para enero del 2023 era de 194,166 registrando un aumento de 4,115. Vale señalar que sindicatos de la Mesa Permanente por la Justicia Laboral, reportan alrededor de 19,025 trabajadores públicos despedidos los cuales la “…mayor cantidad proviene de disoluciones de varias instituciones, entre ellas la Dirección General de Estadísticas y Censos (DIGESTYC), el Instituto Salvadoreño de Desarrollo Municipal (ISDEM), el Instituto Nacional de Pensiones de los Empleados Públicos (INPEP), la Autoridad Marítima Portuaria (AMP) , y otras 45 dependencias, que han dejado un saldo de 12,637 despidos que consideran son “ilegales”. Además, 2,550 trabajadores han sido despedidos de la Asamblea Legislativa y 3,838 son de 25 alcaldías que están bajo la administración de alcaldes de Nuevas Ideas.” (LPG/11/04/2023)
Una economía de servicios con raquíticos salarios
De la empresa privado los cinco sectores donde mayor empleo se tiene son: Comercio, restaurantes y hoteles, Transporte, almacén, Actividades de Alojamiento y Servicios de Comida (236,141). Sector de Industrias manufactureras, Explotación de minas y canteras y Otras actividades Industriales (191,739), Actividades Profesionales, Científicas, Técnicas y de Servicios Admón. De Apoyo (156,324), sector de Servicios (72,641), sector de la construcción (29,406).
En materia de salarios mínimos en El Salvador, según los Decretos 9 y 10, publicado en el Diario Oficial N°129 Tomo 432 en fecha 7 de Julio de 2021 para el sector industria, comercio y servicios el salario mínimo es US$ 365, para maquila textil y confección es de US$ 359,16, para los trabajadores de beneficio de café y recolección de caña de azúcar es US$ 272,66 y para quienes trabajan en el sector Agropecuario, recolección de café y algodón el salario mínimo US$ 243,46.
Debemos superar las derrotas
Los Derechos, prestaciones y mejoras económicas y laborales de las cuales gozan los trabajadores salvadoreños y Centroamericanos han sido producto de la lucha de los trabajadores junto a las organizaciones sindicales y populares, las cuales con la firma de los Acuerdos de Paz entre la guerrilla del FMLN y ARENA y la consiguiente implementación del modelo económico neoliberal terminaron golpeando a los sindicatos del sector público, llevando consigo repercusiones al sector privado.
El movimiento laboral y sindical a nivel privado y público han pasado por varias etapas. Para el caso de los trabajadores públicos legalmente no les estaba permitido formar sindicatos para defender sus derechos por lo cual lo hacían vía Asociaciones, la ratificación del Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación en el 2006 sentó las bases que permitirían el reconocimiento formal a sindicalizarse de los trabajadores públicos en el 2009.
Debe rescatarse que ni regímenes dictatoriales, ni la falta de reconocimiento jurídico o formal por parte del Estado, desde el surgimiento de la clase obrera salvadoreña, nunca ha sido impedimento para luchar por mejores condiciones económicas y labores y la defensa de la clase trabajadora.
Baja sindicalización e inactividad
Para el caso salvadoreño los trabajadores se pueden organizar en Sindicatos siendo necesarios 35 trabajadores para ello, como sindicatos se pueden unificar y conformar Federaciones (5 sindicatos), las cuales a la vez pueden integrarse y conformar Confederaciones (3 Federaciones).
Para agosto del 2021 existían 155,843 personas afiliadas a los sindicatos de estos 115,981 corresponde a la empresa privada, 23,271 están en sindicatos de instituciones públicas y 16,591 en sindicatos de instituciones autónomas. A nivel general 73.7% son del género masculino y 26.3% son del género femenino. En cuanto al tipo de sindicato la mayor afiliación se registra en los sindicatos de Industria (91,687), publico (23,271), Autónomas (16,591), trabajadores independientes (11,595).
Según el Ministerio de Trabajo… la afiliación sindical es baja con respecto a la fuerza de trabajo (5.3 % del total en 2020) y con respecto a la población ocupada (5.7 % del total en 2020)… la afiliación sindical se ha debilitado, y a la fecha (2021) solo un 5.7 % de los ocupados pertenecen a un sindicato en el país.
Para agosto del 2021 se tenían un total de 950 sindicatos inscritos (757 del sector privados y 193 públicos). Las cifras se ven en grande pero realmente los sindicatos activos o con sus credenciales vigentes son 253 de estos 57 son de empleados públicos, 26 de instituciones autónomas y 170 son del sector privado de los cuales 34 son de gremio, 8 de empresa, 45 de industria, 83 de trabajadores independientes. Así mismo de un total de 62 federaciones solo 19 están activas, de cuales 18 son del sector privado y 1 pública. En materia de Confederaciones están registradas 8 de estas solo 4 están activas y corresponden al sector privado.
Existen un alto porcentaje de sindicatos que se encuentran inactivos ya sea por acefalia o cancelación tanto en el sector público como en el privado la situación es preocupante ya que muchos sindicatos han denunciado bloqueo por parte del Ministerio de Trabajo lo que les lleva a dicha acefalia.
Pérdida de la legitimidad, democracia y representatividad de los sindicatos
A nivel cuantitativo a partir de los registros oficiales se tienen una baja tasa de sindicalización, así mismo una reducción de los sindicatos, federaciones y confederaciones. Más allá de los números en la práctica han sido los trabajadores junto a sus sindicatos públicos y autónomos quienes se han estado manifestando, ya sea con posturas confrontativas hacia el gobierno, con posturas de apoyo crítico o mediante posturas de emplazamiento.
Muchas veces estas posturas tienden a confundir a los trabajadores sobre todo los entes públicos y autónomos quienes, por miedo a perder la plaza de trabajo, dan su apoyo al gobierno pero desaprueban la actuación o pasividad de las direcciones sindicales sin darse cuenta que dicho accionar está condicionado por el mismo gobierno. Por su parte el sector de trabajadores y sindicatos del sector privado en su mayoría viven bajo la pasividad.
Actualmente el movimiento sindical y los trabajadores sobre todo los públicos o autónomos están divididos entre los que apoyan ya sea críticamente o de forma incondicional y quienes se declaran enemigos del gobierno siendo estos últimos en menor porcentaje. Como tal dichos sindicatos no han logrado detener los despidos pero si han obtenido mejoras mínimas para sus bases, tácticamente el gobierno le ha dado mejores prestaciones a un sector respecto otro para fomentar la división.
Existen un sector de trabajadores descontentos con la direcciones sindicales ya sea por prácticas que atentan contra la democracia obrera, falta de transferencia en el manejo de las cotizaciones y fondos, perpetuidad en los cargos de dirección, prácticas autoritarias, subordinación política al gobierno, etc, todo lo anterior está llevando a una pérdida de la legitimidad, la democracia y representatividad de los sindicatos. Lo cual está siendo aprovechado por la dirigencia de partidos de la oposición parlamentaria quienes se quieren presentar como los redentores de los trabajadores y están promoviendo ante dicha situación que los trabajadores sindicalizados se desafilien o que se creen nuevos sindicatos, nada nuevo de la oposición parlamentaria quienes cuando fueron gobierno generaron una atomización del movimiento sindical, tildando a los organizaciones según su conveniencia, causando divisiones entre las organizaciones sindicales, además de haber violentado Derechos laborales.
Recuperemos la unidad y organización sindical
Los esfuerzos de unificación de las organizaciones sindicales deben continuar hasta superar la atomización sindical en la que fueron mantenido por los gobiernos y los partidos políticos del régimen, debiendo recuperar la independencia respecto a los mismos, está claro que en el caso de los sindicatos de empleados públicos y de las autónomas la situación se vuelve más compleja ya que le corresponde dialogar y negociar la mejora de las prestaciones con el gobierno que administra el Estado, lo cual es usado por la oposición para tildarlos de ser oficialista, igual pasa cuando necesitan un Decreto o una Ley que les beneficie, obligadamente necesitan a un Diputado para que de paso a dicha iniciativa.
Es momento de hacer prevalecer la Democracia sindical en el interior de los sindicatos, las direcciones o representantes deben ser electas de forma Democrática y permitir que las bases decidan el rumbo de las organizaciones, para ello deben darse Asambleas sindicales generales y locales periódicamente, en las cuales las bases se expresen sin ningún temor así mismo que las Direcciones informen del uso de los fondos económicos y de todo proceso de negociación con la patronal y/o el gobierno.
En los centros de trabajo privados, públicos y autónomos dónde existe Sindicato las bases deben continuar afiliados y aquellos que no están afiliados aun deben afiliarse. En aquellos centros de trabajos donde no existe Sindicato se debe apoyar la Construcción de Sindicatos. Se debe promover afiliaciones masivas para lograr la negociación de Contratos Colectivos de Trabajo., la integración de Federaciones y Confederaciones Sindicales a nivel privado, público y de autónomas.
Por una movilización sindical y popular
Cómo bien se ha visto de la población apta para un trabajo un alto porcentaje no cuenta con un trabajo formal que le permita gozar de seguridad social. Por eso es necesario que toda la clase trabajadora salvadoreña junto a los sectores populares y desempleados se movilicen y exijan:
Restablecimiento de las libertades democráticas: no se puede negar los resultados del régimen de excepción, impuesto por Bukele, en el combate a la violencia y delincuencia que mantenía sometido al pueblo salvadoreño, en donde muchas burocracias sindicales la usaban también a su favor para aterrorizar cualquier oposición en su interior. Pero también es obvio que Bukele ha utilizado el irresoluto problema de la violencia de las pandillas para montar una dictadura, cuya primera fase consiste en conseguir la reelección, a pesar que lo prohíbe la Constitución.
Pero vale mencionar también que el régimen de excepción al limitar las libertades democráticas obstaculiza las luchas de las organizaciones sindicales, así tenemos que en lo que va del régimen se registra un aproximado de 16 sindicalistas detenidos por señalar aptos de corrupción, defender y exigir sus derechos, etc, de los cuales unos han sido liberados con medidas sustitutivas, otros se encuentran detenidos y otros han fallecido en el interior de las cárceles. Lo anterior mantiene aterrorizado y paralizaos a los trabajadores y las direcciones. Se debe exigir la libertad y sobreseimiento definitivo de todos ellos.
Unidad de acción sindical y popular: para defender las libertades democráticas y los derechos y conquistas sindicales, podemos y debemos impulsar unidad de acción con otros sectores, pero también debemos insistir en conquistar la independencia política de los sindicatos y organismos populares
Empleo formal, estabilidad laboral: se debe exigir trabajo formal para todos, así mismo estabilidad laboral para ello todos aquellos trabajadores que están por contratos temporales deben ser contratados de forma permanente. Para ahora el caso de los trabajadores públicos existen trabadores subcontratados para realizar laborales de limpieza, seguridad, etc, para el caso de los centros educativos públicos existen un sector de trabajadores contratados por los Consejos Directivos Escolares (CDE), ambos trabajadores deben ser pasar a Ley de Salarios.
Salario mínimo de $700, nivelación salarial de $ 1500 e incentivos económicos para todos
A enero de 2022 la canasta básica alimentaria en el área rural era de $157,13, registrando un aumento respecto a enero del 2023 ( $185,26). A nivel urbano a enero del 2022 el costo era de $213,43 mientras en el 2023 aumento a $245,02. Esto solo refiriéndose a la canasta básica, sin incluir otros gastos.
Los actuales salarios mínimos establecidos realmente nunca han alcanzando, siendo los trabajadores del sector privado quienes menor salario ganan, lo cual hace necesario exigir un salario mínimo de $700. Así mismo se hace necesario que los trabajadores profesionales del sector privado y gubernamental que laboran en salud y educación los salarios de contracción les sean nivelados a $1,500, de igual manera otórgales un bono $1,000 semestralmente, vacaciones de un mes las cuales deben ser pagadas al 100% independientemente el tiempo laboral.
Bono de desempleo y pensión básica: existe una alta tasa desempleado y una inestabilidad laboral lo cual hace necesario que el estado otorgue un bono de desempleo de $500. Y para todos los adultos mayores que no cuenta con una pensión les deben asignar una pensión básica universal de $500.
Mejorar la seguridad social: uno de los componentes de la seguridad social son las ´pensiones la última reforma de pensiones jugó un papel mediático y propagandístico, solo fue mejora raquítica y de paso solo para un reducido grupo de pensionados.
La reforma de pensiones estableció un aumento del 30% para quienes no habían sacado parte de los fondos, de esta forma la pensión mínima por vejez o invalides es de $400 y un máxima de $3,000 de la cual gozan un grupo privilegiado. Es necesario una verdadera reforma de pensiones que establezcan un incremento significativo a las pensiones de los trabajadores con menor pensión, en donde la pensión mínima por vejez o invalides sea de $700, debiendo reducir la edad de jubilación y el tiempo de años laborados.
Debemos romper con el actual Sistema de Ahorro de Pensiones (SAP), hecho a la media del neoliberalismo por un sistema público donde haya participación directa de las organizaciones sindicales en su administración.
El llamado es para todo el pueblo salvadoreño a movilizarse este 1de mayo de cara a estas demandas, se debe hacer sentir el descontento, pero también se debe evitar ser instrumentalizados por los partidos de la oposición formal y no caer en las trampas de la provocaciones, así mismo tener independencia respecto al gobierno de Bukele. Este 1 de mayo debe marcar el inicio de la lucha sindical y popular de cara a defender nuestros propios intereses.