Por Xuchit Ama

Según la historia oficial un 12 de octubre de 1492, la expedición liderada por Cristóbal Colon llegó a la isla Guanahani. Este pasaría a ser un hecho histórico ya que se tomó como el primer contacto que los habitantes de otro continente tendrían con los territorios y las poblaciones originarias de Abya Yala,  Anáhuac, etc.,  o América como le llaman actualmente. Posterior a lo que tienden a llamar “descubrimiento”, vino una etapa de invasión y colonización  a las poblaciones originarias, trayendo consigo una transformación del modo de vida material y espiritual.

Para el caso de los territorios que ahorra corresponden al Estado salvadoreño, la invasión se remonta al año de 1524, siendo la batalla librada el 8 de junio  en Acaxual, la que marcó el inicio de la luchas contra la invasión de los emisarios de la Corona Española

Cortaron las ramas, más no las raíces

Han pasado ya 532 años del primer contacto de  Cristóbal Colón con los territorios ancestrales,   500 años de la invasión de Pedro de Alvarado, 203 años de la independencia política de los criollos respecto a la corona española, asi como intentos de unificación a otros imperios,  múltiples intentos de unificación de la región Centroamericana, llegando finalmente a los 183 años de la declaracion por la Asamblea Constituyente de El Salvador como un Estado soberano e independiente.

Como parte del sometimiento los españoles no solo se apoderaron la Tierra como principal medio de producción la cual esta íntimamente unida a la cosmovisión indígena, sino que también buscaron eliminar todos los elementos identitarios de los pueblos indígenas, con la consolidación del estado salvadoreño. La situación se agrava más para los pueblos indígenas ya que el estado salvadoreño en su afán de crear o presentar una sociedad homogénea y desarrollada, la identidad salvadoreña llega a negar la existencia de pueblos indígenas como tales, llegando en muchos hasta el exterminio físico y la criminalización de  prácticas y elementos identitarios de  las poblaciones indígenas como fue en 1932.

La raíces indígenas están presentes en la mayoría de la población salvadoreña y la clase trabajadora, quienes poco a poco van tomando conciencia de dónde vienen y de las causas estructurales que han llevado a esta situación de sobrexplotacion y miseria.

Movimiento indígena independiente: lo indígena como una posición política

En el marco de la conmemoración de los 500 años de la  invasión de Pedro de Alvarado, se autoconvocaron varias comunidades y organizaciones indígenas, así como también organizaciones de diferentes naturalezas con la finalidad de manifestarse contras dicho acontecimiento histórico y continuar coordinando más acciones, al final cumplieron su objetivo conmemorativo y han logrado fortalecerse como espacios organizativo de naturaleza indígena.

Como tal dicho espacio organizativo de los 500 años de resistencia  se concentró el día 12 de octubre del 2024 para nuevamente manifestarse contra los 532 años del primer contacto de Cristóbal Colon con los territorios y poblaciones originarias de Abya Yala,  Anáhuac. Dicha concentración también fue una tribuna para denunciar una serie de acciones realizadas por el Bukelismo.

Las demandas del  Movimiento indígena de los 500 años de resistencia

En el marco de la concentración en rechazo al  12 de octubre,  realizado en la plaza cívica de San Salvador las organizaciones presentes hicieron público un comunicado conjunto en donde plasmaron una serie de situaciones que amenazan los territorios y la vida entre las que están: “1. Hidroeléctricas y urbanización: La destrucción del río Sensunapán y el sitio arqueológico Tacushcalco en Sonsonate, debido a proyectos urbanísticos impulsados por empresas como Salazar Romero, vinculadas a figuras como Óscar Ortiz y el clan Bukele, …2. Aeropuerto del Pacífico: Este proyecto, liderado por intereses extranjeros, está desplazando a las comunidades de El Icacal, en La Unión, arrebatando tierras sin un proceso adecuado de consulta y compensación.3. Destrucción de El Cerrito…4. Proyecto Ciudad Valle El Ángel: Este megaproyecto en San Salvador está afectando gravemente los mantos acuíferos que abastecen a la población, poniendo en riesgo el suministro de agua para la capital y sus alrededores. 5. Plantas fotovoltaicas en Huizúcar:...6. Megaproyectos y explotación ambiental: Desde la expansión de la caña de azúcar, que destruye nuestros manglares y explota a nuestra gente, hasta las actividades de empresas multinacionales como Coca Cola y La Constancia, que continúan drenando ríos y fuentes vitales de agua, nuestros recursos naturales son objeto de constante presión.”

Además de lo anterior demandaron el impacto negativo del régimen de excepción. Están son parte de las demandas, lo que tarde o temprano llevara a un enfrentamiento con el sistema

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