Por Úrsula Coj

El próximo 12 de junio se realizarán elecciones para renovar el Secretariado Ejecutivo del Sindicato de Trabajadores de la Universidad San Carlos (Stusc). Este sindicato representa al sector trabajador -conformado por trabajadores de servicios y administrativos- dentro de la Universidad de San Carlos (USAC).

La historia de este sindicato está llena de heroísmo en defensa de los intereses de la clase trabajadora y ha sido víctima de terrorismo de estado; pero como todo el sindicalismo post-acuerdos de paz, mantiene posiciones gremialistas y economicistas, necesarias pero cerradas ante las problemáticas nacionales y sin proyecto político nacional.

Hace dos años saludábamos el triunfo de la saliente dirección por haber sido un duro golpe a fracciones oportunistas del sindicalismo universitario, sectores que tenían el Secretariado Ejecutivo y se caracterizaron por contemporizar con la administración neoliberal de Estuardo Gálvez. Por ejemplo el hecho de que se dio largas a la firma del pacto colectivo con la administración universitaria, que al final terminó firmando el secretariado actual.

La firma de dicho pacto, después de varios años de negociación, implicó un avance en las relaciones laborales, porque se regularizan entre dos partes, la patronal y los trabajadores. Pero pese a que se logra incorporar a una buena parte de trabajadores en planilla, todavía hay muchos que se encuentran en negro, es decir con pocas o nulas prestaciones, sobre todo en áreas de parqueo y mantenimiento Otro aspecto que quedó fuera es lo que se refiere a reajustes salariales; esta situación se debió a que el anterior secretariado, con su política de concesiones a la patronal, copó todas las instancias de negociación y no permitió que desde las bases discutieran a profundidad las limitaciones del pacto colectivo.

En estos dos años una característica positiva fue el uso de asambleas para la discusión de una serie de problemáticas, así como el apoyo a las iniciativas que salieron de las bases del sindicato, tal como se vio en la reciente toma del campus debido a la contratación de personal de las fuerzas represivas en la seguridad universitaria.

Por otro lado, una característica común de la saliente administración de Gálvez y que el próximo rector sin dura seguirá, son las amenazas de despido y contra la vida a miembros del sindicato por denuncias contra abusos de jefes de áreas Hay denuncias contra la prepotencia de jefes en parqueos, caja y en la Facultad de Farmacia. En todos estos casos se imputan situaciones relacionadas al desvío de dinero, apropiación de recursos materiales, abuso sexual a compañeras, etc. En el caso de farmacia, un estudiante fue suspendido por denunciar tales abusos, sin que haya un debido proceso. El común denominador de parte de las autoridades ha sido la prepotencia y el desinterés por iniciar acciones administrativas contra tales jefes.

Pero lo lamentable es la poca capacidad de movilización que tiene el actual secretariado pese algunas acciones, que contrasta con el apoyo que tuvo al ser electo. En ese sentido, en estas elecciones hay cuatro planillas, de las cuales dos provienen del secretariado ejecutivo, es decir la Planilla I que sigue representando los intereses auténticos de la clase trabajadora y que contra viento y marea trata de mantener un sindicalismo combativo; la Planilla II conformada por algunos miembros del actual secretariado que se dedicaron a contemporizar, a llegar acuerdos espurios con la administración de Gálvez y sorpresivamente cuenta con el apoyo del partido de izquierda reformista Urng.

La Planilla III es un reciclaje de los últimos secretariados a excepción del actual, caracterizados por su entreguismo a los intereses patronales; la Planilla IV que está vinculada al anterior secretario general, Mario Hernández, que ha sido el más entreguista, vinculado ahora al jefe de caja, señalado de todo tipo de abusos. En el plano de la discusión de la reforma universitaria, los representantes laborales puestos por esta fracción, han apoyado acríticamente las posturas de la burocracia universitaria.

Desde el PSOCA llamamos a todo el sector laboral a votar por la Planilla I, pero sobre todo a la movilización de todos las y los trabajadores, para discutir y tomar decisiones en lo que se refiere a la reforma universitaria y la participación en la toma de decisiones universitarias, una nueva discusión del pacto colectivo y la incorporación de todos las y los planilleros con mejoras salariales y prestaciones sociales, a la denuncia del abuso sexual y despido de los abusadores y obligar por medio de la movilización a las autoridades para despedir a los jefes abusadores de los derechos laborales.

Hemeroteca

Archivo