Por Marcial Rivera
Actualmente la celebración más importante en el tema de diversidad sexual tiene lugar en San Francisco, California. Si bien es cierto se caracteriza por ser un evento colorido, artístico y de reivindicación de identidad sexual, también tiene un elemento político. En Guatemala la marcha se celebró el 28 de junio.
El 17 de mayo del corriente año, en ocasión de la marcha mundial contra la homofobia, se planteó la demanda de la modificación al artículo 202 bis del Código Penal, para que en el mismo se incluya la discriminación por orientación sexual de identidad de género, de manera que se hace imperativo retomar la consigna.
Desde el Partido Socialista Centroamericano, se han emitido pronunciamientos concretos sobre el tema de las reivindicaciones de los pueblos indígenas en cuanto a la tierra y la defensa del territorio, sobre la lucha en el tema de la carrera del magisterio, y otros frentes de lucha impulsados desde el seno de la clase trabajadora. En este orden de ideas, se considera que todas y cada una de las luchas están ineludiblemente ligadas unas a otras. El proceso de resistencia en La Puya –por ejemplo- está ineludiblemente ligado a la lucha reivindicativa de la población LGTBI.
Se hace imperativa la creación de instituciones jurídicas que tutelen los derechos de la población LGTBI, en el sentido del disfrute pleno de la afectividad humana y orientación sexual. Concretamente deberá impulsarse la reivindicación de otros derechos como el matrimonio igualitario, adopciones igualitarias y a vivir plenamente la identidad de género, sin que esto se convierta en un nicho de discriminación.
Es evidente que la opresión sufrida por este sector de la población, así como la explotación a la que se somete a la población desde el capitalismo, no será superada únicamente a base de reformas legales y de creación de instituciones jurídicas. Estos últimos pueden -eventualmente- convertirse en un medio para llegar al fin ulterior de acabar con el capitalismo, al mismo tiempo que se acaba con la discriminación, opresión y explotación hacia la población LGTBI. La refundación del Estado por medio de una Asamblea Nacional Constituyente, debe incluir a la población LGTBI que es trascendental para la vida política del país.