Por Armando Tezucún
El jueves 14 de enero asumió el nuevo gobierno, presidido por Jimmy Morales, del partido Frente de Convergencia Nacional-Nación (FCN-Nación). En su primer mensaje a la nación Morales pronunció un discurso de 36 minutos lleno de demagogia y frases vacías, como si aún estuviera en campaña electoral. Elogió las jornadas de protestas contra la corrupción acontecidas en 2015, parte vital del proceso que condujo a la defenestración del gobierno de Pérez Molina y el Partido Patriota; Morales las comparó con las movilizaciones de la revolución democrática de octubre de 1944, asegurando que condujeron a la unidad. Instó a conservar esa unidad para conseguir “la Guatemala que todos queremos”.
No dio salidas concretas a la grave crisis financiera que arrastra las finanzas públicas desde hace 4 años. Hizo un llamado a pagar impuestos, pero sin mencionar la urgente reforma tributaria. Se puso como meta un crecimiento del 6% del PIB, pero sin explicar cómo lograría ese incremento en la economía.
La demagogia, superficialidad y emotividad del discurso de Morales buscó, una vez más, ocultar la falta de planes concretos de gobierno que evidenció durante su campaña electoral. El llamado que hizo a la unidad es en realidad un llamado a los trabajadores, campesinos, indígenas, mujeres y sectores populares a deponer sus luchas, para que colaboren en la implementación de sus medidas de gobierno; este es un viejo truco de las clases dominantes para acallar a los oprimidos e imponer sus planes.
El gabinete de Jimmy Morales (con información de Nomada y el CMI)
Después de varios meses de negarse a dar a conocer su equipo de ministros, el 14 de enero por la noche el nuevo presidente juramentó a su gabinete. En él casi no figuran miembros del FCN-Nación, ni los exmilitares que todos esperábamos, sino personajes vinculados a las organizaciones de la oligarquía, a los grupos burgueses emergentes, funcionarios reciclados de gobiernos anteriores, peones de la embajada de Estados Unidos y algunos del entorno cercano al presidente.
En los puestos clave para la política económica fueron nombrados funcionarios vinculados a la gran burguesía. En el Ministerio de Finanzas Julio Héctor Estrada, perteneciente al sector exportador (Agexport), a la Fundación Para el Desarrollo (Fundesa, uno de los centros de pensamiento de la oligarquía) y con cargos en el gobierno del Partido Patriota en alianzas público privadas y competitividad. En el Ministerio de Economía Rubén Morales, vinculado a Agexport y ex ministro y viceministro de economía durante el gobierno de Álvaro Colom. En la Secretaría de Seguridad Alimentaria, Andrés Botrán, de la poderosa familia oligárquica azucarera y licorera Botrán; ha sido directivo de la Cámara de Industria y es asesor personal del presidente Morales. Otro asesor personal de Morales es Ricardo Castillo Sinibaldi de la Corporación Castillo Hermanos, dueño de la Pepsi, expresidente del Cacif, comisionado presidencial durante el gobierno oligárquico de Oscar Berger, fue candidato vicepresidencial de Otto Pérez Molina en 2007 y uno de los empresarios más conservadores del país. Otros funcionarios vinculados a las organizaciones de la oligarquía y grupos burgueses emergentes, y que tuvieron cargos en gobiernos anteriores son: Emmanuel Seidner en el Banco Centroamericano de Integración Económica; Carolina Roca en la Superintendencia de Administración Tributaria; Enrique Godoy García-Granados, Comisionado de Desarrollo urbano; José Guillermo Moreno Monroy en el Ministerio de Desarrollo Social; Juan Pelayo Castañón, en el Ministerio de Energía y Minas; Mario Estuardo Méndez Cobar, en Agricultura, Ganadería y Alimentación; Acisclo Valladares Urruela, Programa Nacional de Competitividad.
Los intereses de los Estados Unidos se centraron en los ministerios de Trabajo y Previsión Social y Gobernación, claves para garantizar el control del cumplimiento de acuerdos internacionales contra la competencia desleal que incluye la violación de derechos laborales, y para asegurar el cumplimiento de la lucha contra la corrupción y redes criminales, vital para el Plan Alianza Para la Prosperidad. En el primero fue nombrada Aura Leticia Teleguario, asesora en temas indígenas de la embajada gringa, la USAID y Fundesa; y en Gobernación Francisco Manuel Rivas Lara, proveniente del Ministerio Público, quien jugará un papel importante en los vínculos entre su ministerio, la Cicig y el MP.
Tal como habíamos previsto, la inexperiencia y evidente improvisación de Jimmy Morales y su partido, condujo a que su gobierno fácilmente cayera bajo el control de la oligarquía, la embajada gringa y los nuevos burgueses.
Los oprimidos y explotados de Guatemala nada bueno podemos esperar de este gobierno. Por ello debemos estar alertas a movilizarnos y luchar en la defensa de nuestros intereses.