Por Amando Tezucún
El 72 aniversario de la revolución popular y democrática que derribó el régimen dictatorial de Jorge Ubico y su continuador Ponce Vaides, fue celebrado por las organizaciones populares con nutridas marchas y actividades. La más importante de ellas fue la que tradicionalmente parte de la Avenida Bolívar, zona 8 de la capital y aglutinó a miles de sindicalistas, campesinos, estudiantes y agrupaciones populares.
Esta manifestación fue convocada por una coordinadora de organizaciones, conformada por la Confederación Central General de Trabajadores de Guatemala (CGTG), la Unión Sindical de Trabajadores de Guatemala (UNSITRAGUA), la Confederación de Unidad Sindical de Guatemala (CUSG), el Movimiento de Trabajadores Campesinos (MTC), el Movimiento Pueblo, el Frente Nacional por la Juventud, Sodeju-Fundaju, y la Asamblea Nacional de Jóvenes de Guatemala; las cuatro primeras organizaciones conforman el Movimiento Sindical y Popular Autónomo Guatemalteco.
A esta convocatoria respondieron decenas de otras organizaciones, entre las que destacó la Federación Sindical de Trabajadores de la Alimentación, Agroindustria y Similares (FESTRAS), la Asociación de Trabajadoras del Hogar a Domicilio y de Maquilas (ATRAHDOM), asociaciones de estudiantes universitarios, el Frente Nacional de Lucha, grupos de mujeres, de jóvenes como la Juventud Obrera Cristiana y el Movimiento de Jóvenes de la Calle, el Sindicato de Ciegos Unidos, taxistas con sus vehículos que protestaban contra la instalación de la transnacional Uber, y organizaciones políticas de izquierda como el Frente Popular, la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, WINAQ y el Partido Socialista Centroamericano.
Otro grupo de organizaciones partió de la zona 5, en el monumento al trabajo y se unió a la anterior en el Centro Cívico. La Unidad de Acción Sindical y Popular realizó una actividad por aparte en la Plaza de la Revolución de la zona 7, donde rindió homenaje a los mártires de la lucha revolucionaria. Un grupo de estudiantes y catedráticos inició su marcha en el Campus de la USAC.
En el interior del país las organizaciones sindicales y campesinas también llevaron a cabo actividades, especialmente en Retalhuleu, Escuintla y Coatepeque.
El comunicado conjunto de las organizaciones convocantes enfatizó que “Aunque a partir de abril de 2015, la ciudadanía se volcó a hacer uso del derecho a la manifestación, libre expresión y resistencia en contra de la corrupción, cuyo logro fue enjuiciar a varios funcionarios públicos y algunos empresarios, los problemas sociales, económicos y políticos estructurales cada vez se empeoran y los niveles de corrupción e impunidad en el gobierno y grandes empresas continúan intactas”.
Bajo el lema de “Otra Revolución en Guatemala es Posible”, el comunicado propone una agenda de lucha conjunta, que incluye los temas sensibles para los sectores explotados y oprimidos. Entre éstos destacan, la necesidad de un Estado plurinacional que respete los derechos de los pueblos originarios; la defensa de los recursos naturales, el territorio y el agua contra las empresas que los destruyen; el cumplimiento de los derechos laborales y defensa del Código de Trabajo; ratificación del Convenio 189 de la OIT sobre el trabajo doméstico; desarrollo rural integral a través de una Reforma Agraria; no al racismo y la discriminación, igualdad y equidad de género; acciones contra la represión a dirigentes populares; por el derecho a la educación y la salud; una política fiscal que haga que el que tiene más pague más, cobrando impuestos a los grandes empresarios; impulso de políticas integrales de juventud; recuperación de la Asociación de Estudiantes Universitarios y reforma universitaria en la Universidad de San Carlos; justicia contra quienes cometieron delitos de lesa humanidad; libre determinación de los pueblos.
Consideramos que este plan de reivindicaciones amplias, inclusivas y democráticas es correcto, y no debe quedarse como un documento firmado y publicado en una fecha conmemorativa. Al contrario, debe servir como eje para las futuras luchas, un eje para acciones unitarias efectivas si realmente queremos impulsar un nuevo movimiento revolucionario en Guatemala. El Partido Socialista Centroamericano agregaría a la propuesta un punto: la total independencia del movimiento campesino, sindical y popular con respecto a la Cicig y el MP, la SAT, organismos que actúan como agentes del imperialismo gringo, impulsando su política de limpiar las instituciones estatales para mejorar el funcionamiento del Estado Burgués, pero sin cambiar lo esencial. Estas reivindicaciones deberán confluir en la demanda de una Asamblea Constituyente Plurinacional de los Trabajadores y los Pueblos.