Por Úrsula Pop
El miércoles 26 de octubre el Comité de Desarrollo Campesino (CODECA), junto a la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC) y el Sindicato del Hospital San Juan de Dios, llevó a cabo marchas y manifestaciones de protesta en veinte ciudades del interior y en la ciudad capital. Las actividades fueron precedidas por una intensa campaña de desinformación y desprestigio por parte de la derecha, las organizaciones empresariales y la prensa burguesa.
Pese a que el comunicado de CODECA anunciando las acciones hablaba solamente de movilizaciones, la derecha y la coordinadora de las organizaciones de la burguesía, el CACIF, asumieron que se realizarían bloqueos de carreteras, y orquestaron el plan de ataque contra la actividad campesina. La Cámara de Comercio interpuso a través de su presidente Jorge Briz, una acción de amparo ante la Corte de Constitucionalidad, la cual lo otorgó. Según el amparo, el presidente, el ministro de gobernación y el director de la Policía Nacional Civil, tendrían que dictar las medidas necesarias para proteger los derechos de los ciudadanos ante eventuales bloqueos que realizaría CODECA. La Procuraduría de Derechos Humanos divulgó un comunicado pidiendo a los manifestantes respetar el derecho de locomoción de los habitantes.
La Cámara de Industria de Guatemala emitió un comunicado exponiendo su punto de vista. En él llamó “A la población en general, a no dejarse manipular por personas o grupos ‘mercaderes del conflicto’ que pretenden seguir viviendo del negocio de generar una confrontación permanente en el país” (comunicado de la CIG del 25/10/16). A pesar de que una y otra vez los dirigentes de CODECA aclararon que no harían bloqueos, la prensa burguesa publicaba noticias tendenciosas con titulares como “CODECA hará movilización pese a rechazo generalizado” (Prensa Libre 26/10/16). La oligarquía y el empresariado en general pretenden colocarse como defensores de la población al atacar a los campesinos que protestan por sus derechos, esta vez manipulando malintencionadamente información falsa.
Los puntos demandados por los compañeros eran: la derogación de la Ley Emergente para la Conservación del Empleo, la Ley Alianza Público Privado y la exoneración de impuestos que se hace a las grandes empresas; la nacionalización de la distribución de la energía eléctrica y el castigo a la empresa ENERGUATE por evasión de impuestos y robo a los usuarios; que se detenga la criminalización de los defensores comunitarios de derechos humanos; la renuncia del gobierno de Jimmy Morales por corrupto, y su castigo junto a diputados, magistrados y jueces corruptos; el castigo de los expresidentes Álvaro Arzú y Óscar Berger por privatizar el país. El comunicado de CODECA finalizaba con la frase “¡Vamos Pueblos. Vamos por la creación del Estado Plurinacional!”
Las compañeras y compañeros realizaron las protestas el día mencionado, marchando hacia las sedes de las gobernaciones departamentales, donde entregaron documentos con sus peticiones, finalizando con ello las acciones. En la capital la marcha partió del Obelisco y entregó las demandas en la Nunciatura Apostólica, dirigiéndose después al Congreso y a la Casa Presidencial, donde el vicepresidente Jafeth Cabrera se reunió con representantes de los campesinos.
Cabrera había declarado previamente que consideraba las peticiones de los campesinos como injustificadas, “no toda la población, sino una parte pide cosas que no se justifican” (La Hora 24/10/16). Como ya es costumbre de los gobiernos burgueses, el vicepresidente y el Comisionado Presidencial del Diálogo propusieron a los compañeros una mesa de diálogo para “coordinar acciones de seguimiento” (Prensa Libre 27/10/16).
CODECA y sus organizaciones aliadas son las primeras en reclamar la renuncia del presidente Jimmy Morales. No concordamos con los compañeros en que este sea el momento de plantear la renuncia de Morales, sobre todo porque no contamos actualmente con una movilización masiva de los sectores populares que sea capaz de plantear una alternativa de clase ante la renuncia del funcionario. Después de las protestas multitudinarias del año pasado, estamos ante un periodo de reflujo, en el cual el plan del imperialismo de sanear el Estado burgués para que su institucionalidad funcione apropiadamente, va viento en popa, encabezado por la CICIG, el MP, la SAT, etc. Y muchas de las organizaciones que empujaron las protestas de 2015 actualmente dan su apoyo a estos organismos, que no son más que la punta de lanza del imperialismo. La tarea actual es de fortalecer las organizaciones campesinas, sindicales, indígenas y populares, a través de luchas y demandas sectoriales, y prioritariamente buscando a unidad por medio de un plan de lucha conjunto.