Por Armando Tezucún
El 20 de septiembre recién pasado seis asociaciones estudiantiles legítimamente constituidas desconocieron a la Comisión Reguladora Transitoria formada en 2013 por la camarilla mafiosa que ha controlado la Asociación de Estudiantes Universitarios Oliverio Castañeda de León (AEU) por 16 años; esta comisión (que no existe en los estatutos de la AEU y está conformada únicamente por dos individuos: Guillermo Prera y Darwin Santos) se conformó como una maniobra de los mafiosos, con la complicidad de las autoridades universitarias, para mantener el control de la AEU al haber caído en la ilegalidad por no haber convocado a elecciones en 2012.
Las seis asociaciones (Ingeniería, Veterinaria, Ciencia Política, Arquitectura, Historia y Agronomía) crearon el Consejo Consultivo Estudiantil Universitario (CCEU), entidad contemplada en los estatutos y que reemplaza al Secretariado de la AEU cuando éste no existe. El CCEU se conformó con la participación de los secretarios generales o presidentes de cada asociación y otro delegado por cada una; desde entonces el número de asociaciones involucradas ha ascendido a once, con la incorporación de Trabajo Social, Odontología, Farmacia, Medicina y Psicología. Por otro lado, el CCEU conformó el Consejo Electoral Estudiantil Universitario (CEEU), con la misión de organizar y convocar a elecciones para un nuevo secretariado de la AEU.
Las autoridades universitarias, representadas por la rectoría y el Consejo Superior Universitario (CSU), no han cesado de maniobrar para no perder el control de un proceso de democratización del movimiento estudiantil que podría conducir a un destape de la corrupción existente desde hace años en la Usac; el rector Carlos Alvarado Cerezo y los decanos en el CSU tratan de que cambie algo, pero que se mantenga lo esencial del poder que tienen sobre los recursos y negocios en la universidad. Por un lado han maniobrado ante la opinión pública expresando que apoyan la iniciativa de democratizar el movimiento estudiantil, pero aún no pueden desembarazarse del contubernio mantenido por las diferentes administraciones por más de tres lustros con la camarilla mafiosa. Por ello llamaron al diálogo entre la Comisión Reguladora Transitoria y el Consejo Consultivo Estudiantil. Y por otro lado, han llegado a componendas con los grupos más moderados del CCEU, específicamente las asociaciones de Agronomía, Ciencia Política y Arquitectura, y el grupo Usac es Pueblo, para seguir de cerca el proceso, mantener los vasos comunicantes y aconsejar al oído a los dirigentes estudiantiles. Es bien conocido que la rectoría y el CSU acostumbran neutralizar a los dirigentes estudiantiles ofreciéndoles puestos en la administración como consejeros u otro tipo de cargos, y no hay duda de que recurrirán a este recurso para tener de su lado a una parte de los miembros del CCEU.
Las reformas al reglamento de elecciones
El Consejo Electoral empezó su trabajo reformando el reglamento de elecciones. Los cargos que serán objeto de elección son: Secretario General, Secretario General Adjunto, Secretario de Finanzas y Secretario de Actas; el secretariado se completa con 15 integrantes más, responsables de comisiones, que son nombrados por los secretarios electos. Para evitar en lo posible que el nuevo secretariado sea cooptado y se desvíe de sus fines, el Consejo Electoral definió los perfiles idóneos de los candidatos, considerando como no idóneos: los que hacen parte del Consejo Superior Universitario como representantes estudiantiles; los que integran la Junta Directiva o Consejo Directivo de cualquier unidad académica; los que ocupan cargos en la Junta Directiva o Secretariado de la asociación estudiantil a la que pertenecen; los que son trabajadores de la Usac; los que tienen vínculos políticos o partidistas con profesionales o autoridades de la comunidad universitaria; los que pertenecen a los comités ejecutivos de algún partido político; tener un negocio dentro de la universidad; haber cerrado pénsum hace más de un año. Es decir, se trata de evitar duplicidad de cargos, vínculos políticos externos a la Usac, intereses en negocios y la participación quienes no son estudiantes activos.
Esta disposición causó revuelo entre los miembros de los grupos moderados, porque deja fuera a los integrantes de Usac es Pueblo y a otros como el principal dirigente de la Asociación de Agronomía, que es representante ante el CSU.
Se están conformando las planillas para la elección
Hasta ahora se perfilan al menos dos planillas que se presentarán a elecciones, entre el conglomerado de asociaciones y grupos que se oponen a los mafiosos. Por un lado está el bloque de los que rechazan los pactos y acuerdos con el rector y las autoridades, que han logrado ser mayoría en el seno del CCEU, conformado por las asociaciones de ingeniería, veterinaria, historia, trabajo social, psicología y grupos independientes en el Instituto Tecnológico Universitario Guatemala Sur, la Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza Media, entre otros. Y por otro lado los grupos moderados, que son Arquitectura, Ciencia Política, Agronomía y Usac es Pueblo. Un tercer grupo conformado por grupos independientes de derecho, humanidades y gente dispersa de otras unidades académicas se han lanzado a conformar otra planilla jalando elementos que participan en las asociaciones del CCEU, ofreciendo cargos, puestos, como lo hace cualquier partido burgués y anunciando que tienen el apoyo del decano de derecho.
Por último sin duda la camarilla mafiosa presentará su propia planilla, o sus propias planillas, en base a las asociaciones donde tiene el control (Ciencias Económicas, Humanidades, Efpem, Ectafide, etc.), esto a pesar de que la Comisión Reguladora Transitoria no reconoce el proceso electoral.
Hay una preocupante falta de vinculación con las bases
Sin embargo, resulta sumamente preocupante que en el lado de los grupos que están con el CCEU, los bandos se han entregado a un juego de poder en el que negocian y designan los posibles candidatos a dedo, y la información no fluye hacia las bases estudiantiles. La costumbre de decidir las cosas en la cumbre, entre los grupitos dirigentes, está aún allí; no hay asambleas informativas, los candidatos no están siendo electos por las bases, no se está realizando un cambio verdaderamente democrático.
Y el problema es que el tiempo es sumamente corto. La temporada de la Huelga de Dolores inicia un par de meses antes de Semana Santa y es cuando más fuerza tienen las camarillas corruptas, pues se suman a ellos los comités violentos que emprenden una frenética campaña para financiar huelga y apropiarse de fondos a toda costa.
Una campaña electoral verdaderamente democrática requiere un intenso trabajo entre las bases, para lograr el apoyo activo que permita desalojar efectivamente a los corrutos de la AEU. De lo contrario es una carrera hacia el suicidio.
En una entrevista al medio digital Nomada, Guillermo Prera, de la Comisión Reguladora Transitoria, afirmó que ellos no reconocerán la convocatoria a elecciones, porque las asociaciones del CCEU no cumplieron con todos los requisitos para su legalización, y todo lo que hagan no tiene validez. Tampoco presentarán un recurso legal para detener el proceso porque no pueden accionar contra algo que no existe. A la pregunta del entrevistador de qué pasará cuando la nueva junta directiva quiera asumir, Prera solo contestó con una sonrisa (Nomada 28/10/16). Las amenazas que han recibido varios miembros del CCEU desde el 20 de septiembre son un indicador de qué significa la sonrisa de Prera. Estos individuos son matones armados y para echarlos de una vez por todas de la AEU se requiere un formidable movimiento masivo y decidido del estudiantado.
Por un proceso electoral democrático
Estamos a favor de un proceso electoral ampliamente democrático que permita la participación amplia de todas las bases estudiantiles y de todos los bandos, que respete los derechos de todos a elegir y ser electos. Llamamos a la conformación de una planilla de las asociaciones y grupos que rechazan los pactos con las autoridades universitarias, pero reclamamos que los candidatos sean electos por las propias bases estudiantiles, que se realicen asambleas informativas y deliberativas. La tarea de despertar la participación consciente y activa del estudiantado no puede esperar, y es vital para la recuperación de la AEU. El bloque conformado por ingeniería, veterinaria, historia, trabajo social, psicología, etc., ha tomado el rumbo correcto y convocará a asambleas de base en enero, para conformar democráticamente su planilla.
Esta planilla debe presentar un plan de trabajo que incluya: la reforma a los estatutos de la AEU para democratizar el movimiento estudiantil; la eliminación de políticas excluyentes y discriminatorias como los exámenes de admisión y los planes de repitencia; la mejora en la calidad docente y el despido de catedráticos que tratan inapropiadamente a los estudiantes, incluyendo el acoso a las compañeras y el tráfico en las evaluaciones; la participación democrática de todas las unidades académicas en la toma de decisiones políticas y administrativas; el cambio en el sistema de votación para elegir al rector, adoptando el voto directo de estudiantes y catedráticos; la exigencia al Estado para que se asigne el presupuesto a la Usac tal como lo manda la Constitución; lucha contra la corrupción en la administración de los fondos asignados a las unidades académicas y contra el tráfico de influencias; la incorporación del movimiento estudiantil universitario en las luchas de los oprimidos y explotados.
El Consejo Electoral Estudiantil Universitario decidió, el 8 de noviembre, convocar a elecciones para el viernes 3 y sábado 4 de febrero del próximo año. La preparación de las planillas se realizará entre noviembre y diciembre, una época en que la población estudiantil disminuye y solo una parte asiste a cursos de vacaciones. Y el tiempo para hacer campaña electoral será sumamente reducido. Requerirá un esfuerzo titánico lograr la participación masiva del estudiantado en tales condiciones. El reto está planteado y sugerimos a los dirigentes del CCEU que recurran a la solidaridad de las organizaciones populares, tal como se hizo durante la toma de dos meses en 2010, para acuerpar la recuperación y democratización de la AEU.