Por Leonardo Ixim
Se presume que el presente será un año negro para el pueblo organizado, pues empezó con el asesinato de Sebastián Alonso Juan de 72 años, presuntamente por guardias de seguridad privados contratados por la empresa Promoción y Desarrollos Hídricos, Sociedad Anónima (PDH, S.A.), con la complicidad de elementos del ejército y la Policía Nacional Civil; también fue víctima de la represión la compañera Laura Vázquez en San José las Flores.
El primer hecho ocurrió en la comunidad Yulchen Frontera, en la micro-región de Ixquisis en San Mateo Ixtatan, departamento de Huehuetenango; los pobladores del lugar se resisten al despojo de sus tierras por parte de la empresa PDH, S.A., quien tiene una licencia de construcción otorgada por los ministerios de Medio Ambiente y Energía y Minas, para construir los proyectos hidroeléctricos Pojom I y II y San Andrés, sobre varios ríos de la región.
Por otro lado, la señora Vázquez, siendo miembro de la resistencia de su municipio, ubicado en el departamento en Santa Rosa, contra un proyecto minero, después de estar más de ocho meses presa sin ningún cargo, ahora misteriosamente es asesinada. Ambos casos reflejan la constante violación al derecho de consulta con respecto al Convenio 169 de la OIT, así como otros derechos como a la vida y al debido proceso; mostrando que, pese a todo ese entramado jurídico, la naturaleza real terrorista y de clase del Estado guatemalteco, se mantiene.
La existencia de grupos paralelos va más allá de los que tan comúnmente mencionan las ongs gringas de observación en temas de seguridad, patrocinadas por el Departamento de Estado, con sus corifeos en ongs locales. La falta de avances reales en las investigaciones criminales del Ministerio Público y la CICIG, indica que estas instituciones se quedan cortas ante la prioridad de los intereses gringos, de perseguir por las alturas a los miembros de la casta política que son un problema para los intereses imperialistas.
En los últimos días, tanto el MP como la CICIG han apretado las tuercas contra una de las elites emergentes que han crecido al amparo del control de las instituciones de justicia por medio del mecanismo de las Comisiones de Postulación. Nos referimos a la influencia que ejerce Roberto López Villatoro, conocido como “El Rey del Tenis”, sobre las comisiones mencionadas y en el Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG). Esto ante las próximas elecciones en ese colegio clave para la selección de magistrados ante la Corte Suprema de Justicia y los jueces de apelaciones, donde Villatoro apoya una de las planillas.
Villatoro vio creció su poder de influencia en el gobierno del FRG, al amparo a las reformas a la ley de colegiación obligatoria para desplazar el poder ejercido por la oligarquía tradicional en el Colegio de Abogados y pese a haber venido a menos; tal como en su momento el ex comisionado de la CICIG Carlos Castresana ajustó las cuentas de la oligarquía al ex presidente Portillo, ahora lo ajustan contra el Rey del Tenis.
En todo esto, el Deep State gringo –más ahora que ha llegado el impredecible misógino Trump- ante las constantes evidencias de corrupción de los familiares de Morales y del vicepresidente Cabrera, ha anunciado de parte de los gringos que estarán al tanto del gobierno del FCN-Nación, para que este no se salga del libreto establecido. El primer caso se dio con la vinculación del hijo del vicepresidente con el narcotraficante “El Fantasma”, los nexos de la juntita con el narco alcalde de Ipala el “Tres Quiebres”. Ahora resultan ligados a proceso José Manuel Morales Marroquín y Samuel Everardo Morales Cabrera, hijo y hermano del Presidente Jimmy Morales, por delitos de fraude y lavado de dinero.
Consideramos desde el PSOCA, que mientras se den por arriba todos estos movimientos turbios de la burguesía, mostrando que la corrupción es una huella estructural del Estado y que con más reformas a éste no se podrán detener; mientras no se cuestione el modelo dependiente capitalista y las organizaciones mayas, de mujeres, jóvenes, campesinas, sindicales y estudiantiles, estén de furgón de cola a la pequeña burguesía y no se estructure un proyecto revolucionario, Guatemala seguirá a la deriva.