Por Armando Tezucún
Al cumplirse ya un mes de gobierno, ha sido notoria la falta de acciones contundentes del nuevo gobierno contra los poderes mafiosos que trataron por todos los medios de impedir que el binomio presidencial asumiera sus cargos.
La población empieza a notar, con decepción, que funcionarios del gobierno anterior permanecen en sus puestos o que son nombrados exfuncionarios con tachas; y también es evidente el gradual acomodamiento del nuevo gobierno al status quo, acomodamiento que inició en octubre del año pasado cuando el binomio electo llegó a acuerdos con las organizaciones empresariales, y que se expresa en alianzas con partidos de derecha y acuerdos con instituciones del Estado dirigidas por los poderes que adversaron la elección presidencial. En última instancia, la paulatina conciliación del gobierno de Semilla con los poderes fácticos, surge del hecho de que es un partido burgués, progresista en algunos aspectos, pero cuya intención es preservar el orden capitalista y modernizarlo, con el apoyo de los imperialismos de Estados Unidos y la Unión Europea, y de un importante sector de la burguesía guatemalteca, y por tanto, no tiene la menor intención de apoyarse en las movilizaciones de masas como las que salieron a defender el voto democrático el año pasado; eso está totalmente fuera de la agenda de Semilla.
Veamos algunos de los acontecimientos en que el gobierno de Arévalo ha forjado estas alianzas o ha empezado a adaptarse.
El 27 de enero se llevó a cabo la elección de nueva Junta Directiva de la Asociación Nacional de Municipalidades (ANAM), que reúne a los 340 alcaldes del país. El día anterior el presidente Arévalo se reunió con 304 de estos jefes ediles, y manifestó su respaldo al alcalde de Santa Catarina Pinula, Sebastián Siero. Esto bastó para que Siero fuera electo presidente de la ANAM, con una planilla única, siguiendo una tradición en que los alcaldes tratan de congraciarse con el gobierno central, pues del ejecutivo provienen los fondos que financian las municipalidades.
Ahora bien, Siero pertenece al derechista Partido Unionista, uno de los principales opositores al gobierno de Arévalo en el Congreso, en especial a través del diputado Álvaro Arzú Escobar, y que en las elecciones de 2023 hizo alianza con el partido Valor, impulsando la candidatura presidencial de la ultraderechista Zuri Ríos, hija del dictador genocida Efraín Ríos Montt. Aunque en los medios se dice que la elección de Siero significó la derrota del expresidente Giammattei, quien aspiraba a controlar la ANAM, un importante grupo de alcaldes de su partido, Vamos, quedaron como miembros de la Junta Directiva, que busca aliarse con el gobierno de Arévalo.
Otro caso que está generando decepción en la población que salió a las calles a defender los resultados electorales, es la incapacidad de Arévalo de destituir a la nefasta fiscal general Consuelo Porras, cuya renuncia exigieron las masas en las protestas. El presidente no ha pedido su renuncia de forma contundente desde la toma de posesión, y ha explicado repetidamente que ya lo hizo varias veces de forma pública. No hay un mecanismo legal por el que Porras pueda ser destituida, a menos que haya sido condenada por un tribunal por un delito, y ella está empecinada en que no va a renunciar.
Arévalo convocó a Porras a reunirse con él en dos ocasiones, y ella acudió solo a la segunda, pero retirándose 10 minutos después de iniciada la reunión. Porras devolvió la invitación a Arévalo, convocándolo a reunirse con ella en la sede del MP; el presidente envió al ministro de gobernación Francisco Jiménez, junto a funcionarios de ese ministerio. La reunión se desarrolló con cordialidad, dialogando sobre metodologías y estrategias institucionales para abordar varios delitos, llegando a acuerdos para trabajar de manera coordinada y técnica.
Ante la sorpresa causada por esta súbita armonía entre el ejecutivo y el MP, Arévalo se justificó diciendo: “Independientemente de la conducta inapropiada e inaceptable de la fiscal, como Estado, estamos obligados a responder a las necesidades de la población. No se trata aquí de victorias o derrotas, lo que se trata es de responderle a la población” (La Hora 08/02/2024). En otras palabras, Arévalo se aguantará los berrinches y desplantes de Porras, pues está con las manos atadas y no tiene la menor idea de cómo deshacerse de esta enemiga de las libertades democráticas.
Llamamos a la población trabajadora a exigir al gobierno que sea consecuente y saque a los corruptos del MP, que deje de forjar alianzas con partidos derechistas, empresarios y agencias del imperialismo, y empiece a tomar medidas a favor del pueblo, pues no recibió un cheque en blanco y la paciencia de las masas no será eterna.