Por Marcos Galicia
Después de usurpar la rectoría de la USAC en 2022, Walter Mazariegos y su régimen pretenden culminar el periodo por el cual fueron impuestos hasta el 2026 con la ayuda de Consuelo Porras. La infame fiscal sabe que sus posibilidades de reelegirse al mando del Ministerio Público son muy escasas, por lo que su plan es saltar a la Corte de Constitucionalidad (CC). ¿Cómo logrará llegar a la máxima corte del país? Pretende llegar a través de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
La USAC tiene el deber de nombrar en 2026 a un magistrado titular y un magistrado suplente para la CC y Porras necesitará de alrededor de 24 votos de los miembros del Consejo Superior Universitario (CSU) para ser candidata y posteriormente, electa magistrada. Cuenta con el apoyo de la administración actual a cambio de no investigarles pese a las múltiples irregularidades por las cuales se les ha denunciado, especialmente en temas electorales en los cuales el CSU no ha querido convocar.
La oposición y la resistencia universitaria han empujado grandes esfuerzos para convocar a elecciones, el régimen de Mazariegos comenzó a perder escaños en el CSU por lo que decidieron implementar una serie de reformas al reglamento electoral que les permite extender su cooptación total de la USAC y sus centros regionales. Pese a que la oposición ganó ya varios puestos en el CSU a pulso de elecciones, aún no se les ha dado toma de posesión en sus respectivos cargos.
El régimen ha implementado tácticas de sabotaje e intervención en los procesos electorales, como la movilización de acarreados que bloquean las carreteras que llevan a los centros de votación, el uso de encapuchados para intimidar y el bloqueo a la prensa durante los conteos de votos. Estas son solo algunas de las acciones que el MP se ha negado a investigar y lo que ha favorecido la intervención del régimen en las elecciones, como lo fue recientemente la imposición de César Milián como director del Centro Universitario de Occidente (CUNOC) por parte del CSU.
El régimen de Walter ha realizado una serie de actividades que evocan al proselitismo electoral (pan y circo), en donde buscan congraciarse con la comunidad universitaria a través de conciertos, rifas y regalos que también nos hacen recordar a un candidato en época electoral que busca su reelección, pero que al no tener legitimidad ni apoyo genuino, recurre a estas acciones. ¿Walter busca mantenerse en la rectoría por otros 4 años más? El riesgo es real por lo que el próximo año también será clave para rescatar a la USAC.
El diagnóstico de la oposición y la resistencia a lo interno de la USAC y sus centros regionales pareciera que no ha cambiado mucho. Carentes de una estrategia política efectiva que vislumbre una articulación a nivel nacional, se han estancado en reaccionar y defenderse de los golpes asestados por Porras y Walter. Con la incursión de estudiantes que forman parte de los cuadros del actual gobierno y de diputados de Raíces (disidencia de Semilla) las alarmas en el MP se han disparado y se prevé que aumenten su represión.
Merece especial mención el estudiantado de la Escuela de Ciencias Psicológicas, que el 11 de agosto rechazó la imposición de Mazariegos y sus secuaces de un nuevo director y Junta Directiva, luego de que ignoraran las múltiples solicitudes para que se realizaran elecciones de nuevas autoridades, antes de la fecha límite, que era el 8 de agosto. Los compañeros impidieron ese día que el aliado de Mazariegos, Berner García, asumiera el cargo de director, expulsándolo del edificio de la Escuela.
El próximo año será decisivo para el futuro del país y la región: elección para rectoría de la USAC, continúan las elecciones del CSU; elecciones de segundo donde la USAC tiene participación directa: magistrados del Tribunal Supremo Electoral -Walter preside el foro de rectores-, Corte de Constitucionalidad, Contralor General de Cuentas y Fiscal General del MP. Este año es decisivo para renovar al CSU, que tiene sus cargos vencidos (37) y que claramente son cómplices de Mazariegos y Porras.
Es necesario recordar que las elecciones venideras son de segundo grado, en donde la población no tiene voto directo pero sí la posibilidad de fiscalizar los procesos, presionar a los que votan y denunciar cualquier irregularidad -aunque el MP seguramente esté detrás de las irregularidades-, por lo que el llamado es a cuestionar al Estado guatemalteco, que aunque se ganen esa elecciones -en el mejor de los casos- la élite empresarial, militar y política seguirán teniendo las riendas del Estado para evitar transformaciones profundas que les arrebaten sus privilegios mal habidos.
Es momento de recordar que la formación ideológica es precisamente necesaria para un programa político aglutinador que pueda romper el régimen desde dentro de la universidad, porque el régimen ha violentado la autonomía universitaria y la utilizado como escudo para evitar cualquier intento externo de recuperar a la USAC. Que Walter y su régimen atrincherado en la administración y el CSU es un suicidio político para el país…