Por Maximiliano Fuentes
“La toma del poder debe ser obra de la insurrección; su meta política se verá después de que hayamos tomado el poder” Lenin
El Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) surgió en el contexto del golpe de Estado perpetuado contra el gobierno constitucional de Manuel Zelaya Rosales el 28 de junio del año anterior. Desde sus inicios, este organismo fue constituido por organizaciones gremiales, sindicales, populares y algunos sectores del partido liberal, sobre todo aquel que representaba el Presidente depuesto.
Constituido el frente se empezaron a organizar las distintas jornadas de movilización en contra del gobierno ilegitimo de Roberto Michelleti. En el proceso de lucha y de movilizaciones el Frente empezó a nuclear a distintos sectores de la sociedad hondureña, esto más, en poco espacio de tiempo se constituyo en un organismo de carácter nacional con amplia influencia en las masas.
A pesar de haber cometido un sinnúmero de errores y de haber caído en la trampa de las negociaciones, por cierto tejida por el imperialismo norteamericano y la oligarquía nacional, el Frente se fortaleció aún con la derrota pacifica de las masas en resistencia.
El problema de la democracia interna y de la independencia política
Perpetuado el golpe de Estado, era de relevancia táctica hacer un llamado a todos los sectores, sin excepción alguna, para integrarse en un frente amplio y desde allí realizar la lucha contra el golpe de estado, la violación profunda de los derechos humanos y de la supresión de las libertades democráticas.
Sin embargo, uno de los principales problemas de los dirigentes sindicales y de la izquierda hondureña que asumieron la conducción política del mismo, fue entregar la conducción y la dirección del Frente a los dirigentes políticos liberales, por cierto, fieles colaboradores de Zelaya. Esto determino en gran medida el rumbo de la lucha contra el golpe de estado, ya que estos dirigentes junto a Zelaya luchaban únicamente por la restitución del gobernante depuesto.
Y no por la democratización de la sociedad hondureña. Por otro lado, no se confió en las propias fuerzas de las masas en resistencia, sino que se abogo por las negociaciones y los acuerdos propuestos por los golpistas y los distintos organismos internacionales. Por otro lado, la burocracia sindical que asumió la codirección del frente, fiel a su tradición, luchó por establecer a través de la presión de las masas la negociación, es decir, no emprendió la lucha por el derrocamiento del gobierno ilegitimo a través de la insurrección popular o la huelga general.
Es por todo ello que como PSOCA siempre propusimos la independencia de la izquierda hondureña de los sectores burgueses representados en los distintos grupos de la partido liberal organizados en el Frente Nacional de Resistencia. Así mismo, hemos venido señalando, y esto lo hemos compartido con algunos sectores de izquierda organizados en el frente, que se hace necesario la democratización de la organización, todas las decisiones y orientaciones del organismo deben ser consultadas con la asamblea, esto mas, es la asamblea quien debe de decidir y la dirección únicamente acatar. De esta manera, se corregirán los errores cometidos.
La Constituyente será el resultado de la lucha política y no de los convenios con los golpistas
Nos ha llamado la atención, que el Frente a girado su política en torno a la creación de una asamblea nacional constituyente a través de un pliego de petición. Desde estas acciones, fácilmente se puede inferir que la constituyente no será el resultado de la movilización y de lucha política con los golpistas y la burguesía nacional, sino el acuerdo entre los sectores que reclaman el nuevo pacto social y aquellos que emprendieron el golpe con la intención de no modificar el orden de lo establecido. Para ello, se han dado la tarea de recoger miles de firmas para apoyar la petición a la convocatoria de la instalación de una constituyente, con el agregado del retorno del Ex Presidente Zelaya, por cierto obligado al exilio el pasado 27 de enero.
La historia y toda experiencia política nos ha enseñado que las conquistas de clase, así como las transformaciones sociales han sido el resultado de la lucha política. Tan solo la insurrección, la movilización permanente y la huelga general nos asegurara las verdaderas y las profundas transformaciones que requiere el pueblo hondureño.
La constitución de un Frente Amplio
La política del Frente Nacional de Resistencia gira alrededor de la instalación de la asamblea nacional constituyente y del retorno de Manuel Zelaya Rosales, no obstante, creemos que el Frente de convertirse en una plataforma de lucha, desde allí se deben impulsar y dirigir de forma unificada los distintos proceso de lucha. Por otro lado, las pretensiones de algunos dirigentes es la de constituirse en un frente amplio electoral, es decir, en nuevo partido político que participaría en el próximo proceso electoral. No son casual las jornadas proselitistas de algunos de sus dirigentes.
Es por todo lo anterior, que el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hace un llamado a todas las organizaciones gremiales, sindicales, populares y los sectores de la izquierda hondureña para que rompan con las corrientes nacional burguesas del Frente, es decir, con el melismo. De igual manera, los invitamos a impulsar una política de lucha y de transformaciones sociales desde los mecanismos de la clase obrera. Así mismo, solicitamos levantar una campaña por el esclarecimiento de los asesinatos políticos, por la no violación a los derechos de la vida y el total castigo para los violadores de los derechos humanos.
Una coyuntura favorable para la lucha
Perpetuado el golpe de Estado por las fuerzas militares, el Ministerio Público, la Corte Suprema de Justicia, la Procuraduría y el Congreso Nacional de la República, se ha gestado un amplio movimiento de masas, que en un primer momento, se movilizo continuamente por el derrocamiento del gobierno ilegitimo y la restitución del orden constitucional. Aunque, previo al golpe de Estado, Honduras fue uno de los países de Centroamérica de mayor movimiento social, es decir, en los últimos años el magisterio, los sectores sindicales organizados en la Coordinadora popular y el Bloque Popular venían realizando importantes y fuertes movilizaciones por reivindicaciones sociales y laborales. No obstante, pese a la derrota pacifica de las masas en resistencia y la elección del gobierno ilegitimo de Porfirio Lobo Sosa las organizaciones sociales se han consolidado.
Prueba de ello, es el enorme poder de convocatoria que posee el Frente Nacional de Resistencia. Las últimas movilizaciones, por cierto multitudinarias, han demostrado ese enorme deseo de protesta. El escenario post golpe se ha caracterizado por ser un momento histórico de mayor conciencia social. No es casual que en los últimos meses se han manifestado una serie de huelgas y contradicciones sociales. Para citar algunos, el conflicto del bajo Aguan, la lucha de los trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras SITRAUNAH, los jueces despedidos y en huelga de hambre, las distintas movilizaciones de los distintos colegios magisteriales por la intención del gobierno de derogar el Estatuto del Docente. Es de hacer notar, que algunos de estos conflictos se originaron por el incumplimiento del gobierno o por represión política.
A pesar de ser un momento de convulsión, las distintas organizaciones que han emprendido la lucha, algunas de ellas organizadas en el Frente Nacional de Resistencia, no han podido unificar las luchas. Todas ellas se han hecho de forma dispersa, razón que ha determinado el rumbo de las mismas. Para el caso de la lucha de la Universidad, por cierto, culminada en derrota y de una feroz arremetida de la patronal contra los trabajadores administrativos y docentes se ha desarrollado sin el respaldo del frente y de las organizaciones sindicales. Como podemos observar, no existe la voluntad política de unificar las luchas e iniciar un proceso de movilización continua para ejercer mayor presión, al contrario, estas se realizan de forma dispersa.
Negociaciones secretas y a espaldas de la base
Lo ocurrido durante la semana, solo fue una pequeña muestra de la actitud burocrática de los dirigentes del Frente. El haber establecido una reunión con los directivos de Radio América, medio de comunicación de la burguesía y de la oligarquía, por cierto, vinculado de forma directa en la justificación del golpe de Estado, a espaldas de la base le ha traído fuertes críticas y ha profundizado la desconfianza de la base con su dirección. Lo cierto es, que la dirección del frente no ha implementado verdaderos mecanismos democráticos al interior de la organización, no ha sido parte de su tradición política consultar permanentemente a la base, al contrario, las negociaciones y las decisiones políticas son tomadas de forma arbitraria por la burocracia.
Es por todo ello, que se debe de democratizar la organización, se debe implementar como principio la consulta permanente y las decisiones deben ser tomadas en la asamblea, esto más, la dirección debe de estar supeditada a la base. Solo de esa manera, se asegura el control de la mayoría sobre una minoría que históricamente ha ocupado puestos de dirección y ha gozado de los beneficios del dirigente.