Por Gerson de la Rosa
Este martes quince de noviembre, se realizarán las elecciones estudiantiles en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), tanto en su sede central como en los centros regionales. Sin embargo, antes de iniciarse el escrutinio, algunos sectores estudiantiles han empezado a cuestionar la legalidad del proceso. No era para más, ya que la Junta Nacional Electoral (JNE), conformada por los frentes estudiantiles tradicionales, Frente Unido Universitario Democrático (FUUD), Frente Universitario Revolucionario (FUR) y el Frente de Reforma Universitario (FRU), excluyeron del proceso a los movimientos independientes, señalando que al no poseer el reconocimiento institucional no podían participar en la conformación del organismo electoral, y por ello, los movimientos y candidaturas independientes no participaron en la regulación de las normas del proceso y en la conformación del organismo electoral.
Creemos que la medida adoptada por estos frentes estudiantiles tradicionales es errónea y antidemocrática. Lejos de crear los mecanismos democráticos necesarios para combatir los sucios planes de la derecha dentro de la UNAH, utilizaron los mismos métodos burocráticos de los partidos tradicionales de la derecha y de los sectores más reaccionarios de la sociedad hondureña. A pesar de nuestras críticas, no nos cansaremos de llamar a la dirigencia y las bases del FRU y de la FUR, a desarrollar la más amplia unidad de acción en la movilización que nos permitirá hacerle frente a las intenciones funestas de la derecha y del gobierno de Porfirio Lobo Sosa.
Medidas antidemocráticas y violatorias de derecho
El no haber integrado a los movimientos independientes en la conformación de la Junta Nacional Electoral, es una pequeña prueba de las medidas antidemocráticas de los frentes tradicionales y de los vicios del actual proceso electoral universitario. Desde un inicio, el Movimiento Amplio Universitario (MAU), ha venido denunciando la ilegalidad del mismo, y por ello decidieron no participar, ya que los mecanismos impuestos por las autoridades y frentes universitarios tradicionales son excluyentes y antidemocráticos.
Llama la atención, que hasta el mismo Comisionado Universitario de Derechos Humanos se haya pronunciado acerca de las ilegalidades y las medidas excluyentes adoptadas por la Junta Nacional Electoral, sobre todo, por no permitir que los movimientos y candidaturas independientes conformaran el directorio estudiantil. “El proceso de organización de las Juntas Locales Electorales fue conducido de tal forma que incluso el Bloque Amplio Reivindicador de Medicina (BARM) quedó fuera del órgano local de la Facultad de Ciencias Médicas, cuando por su condición de frente reconocido por el artículo 11 del Reglamento Electoral debió ser convocado específica y directamente. En tales circunstancias, cualquier candidatura independiente que desee inscribirse no tiene a quién avocarse para realizar el procedimiento respectivo. Esto es incomprensible e injustificable con las facilidades que ofrece la tecnología actual, más aún considerando que cada uno de los tres frentes que integran la JNE dispone de locales propios y medios de comunicación alternativos, tales como páginas web, perfiles en redes sociales y otros. El Reglamento Electoral Estudiantil no dispone en ninguno de sus artículos que la inscripción de firmas de las candidaturas independientes deba hacerse en un formato específico (…)Todo lo anterior nos lleva a concluir que la Junta Nacional Electoral ha ocultado intencionalmente a los movimientos independientes, y a cualquier estudiante no perteneciente a alguno de los frentes históricos, información necesaria para la participación en el proceso electoral. Asimismo, se han empleado tácticas dilatorias, tales como la no aceptación del formato ya elaborado, la exigencia de volver a recolectar firmas a los movimientos que ya lo habían hecho y la secretividad de los nombres de los miembros de las Juntas Locales Electorales, así como del nuevo formato, todo con el propósito de obstaculizar la inscripción de candidaturas independientes. Esta conducta es antidemocrática y contraria a los valores esenciales de la reforma universitaria: ética, transparencia y fortalecimiento de actitudes para construir ciudadanía y crear condiciones para la convivencia armónica de la sociedad hondureña.”[1]
Las medidas implementadas, y en un inicio aceptadas por las autoridades universitarias, contradicen los principios impulsados por el modelo educativo de la (UNAH), y la misma declaración universal de los derechos humanos, ya que no permite la participación y la inclusión de una buena parte de los estudiantes ante las trabas antidemocráticas de los frentes tradicionales.
Son reconocidas las arbitrariedades del actual proceso electoral en la UNAH, los mismos docentes universitarios se han pronunciado sobre la nulidad del mismo. “Sorprende sobremanera que, a pesar de los vicios e irregularidades del proceso electoral estudiantil puestos en conocimiento de las autoridades universitarias, entre ellas, la Rectoría, la Vice-Rectoría de Asuntos Estudiantiles, Junta de Dirección Universitaria, Consejo Universitario, entre otras, éstas NO se han pronunciado oficialmente al respecto; Que desde nuestra posición como docentes universitarios, lamentamos escuchar que los vicios del pasado ejercidos por frentes estudiantiles tradicionales se revivan en un momento en que se plantea Lo Esencial de la Reforma como una política universitaria, soslayando sus principios de ética, transparencia, fortalecimiento de actitudes para construir ciudadanía y creando condiciones para la convivencia armónica.”[2]
La verdadera intención de las elecciones
Desde hace algunos meses, las autoridades universitarias han venido promoviendo las elecciones estudiantiles. A pesar de aplicar e impulsar políticas administrativas y educativas sin el consentimiento de los estudiantes, docentes y trabajadores universitarios, quieren aparecer enarbolando estandartes democráticos, amplios y vinculantes.
No obstante, este accionar político responde a una intención muy clara, y es la de organizar el Consejo Universitario, las distintas Juntas Administrativas de las Facultades y Centros Regionales, y desde allí constituir el gobierno universitario. La orientación responde a la necesidad de constituir los organismos de gobierno de la UNAH, facultades y centros regionales, tal y como esta dispuesto en la nueva Ley Orgánica, y no la de crear estructuras de participación y vinculación en la toma de decisiones.
Evidentemente, bajo papeles y enfoques definidos, ya que las autoridades universitarias no desean la más amplia oposición y ni siquiera la fundamentación crítica bajo ideas que difieran de sus políticas. Por ello, el mismo Reglamento Estudiantil ha sido elaborado y diseñado a manera de favorecer el control de los aparatos universitarios por parte de las autoridades universitarias, este, no ha sido el resultado de la más amplia discusión democrática entre los estudiantes universitarios.
La Constituyente Estudiantil
Coincidimos plenamente con el planteamiento del Movimiento Amplio Universitario (MAU), planteado desde hace algunos meses, donde los compañeros y compañeras de este movimiento estudiantil vienen impulsando la construcción de una Asamblea Constituyente Estudiantil. Compartimos la visión que la UNAH, al igual que la sociedad hondureña requieren refundarse. Este nuevo renacer debe establecerse con la participación de todos los actores universitarios, sin exclusión de nadie, y bajo un compromiso ético. De lo que se trata, es de refundar la academia bajo valores democráticos y sin el control burocrático de unos pocos que gozan de privilegios.
Llamamos a no votar el 15 de noviembre
Ante la exclusión de los movimientos y candidaturas independientes y, ante las irregularidades del proceso electoral universitario, que no permite la acción vinculante de diversos sectores del estudiantado, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), llama a los estudiantes universitarios a no participar del proceso amañado, ultrajado y diseñado para favorecer a los frentes tradicionales, y sobre todo al Frente Unido Universitario Democrático (FUUD), frente de derecha que históricamente gobernó y ultrajo en buena medida a la UNAH.
Cuestionamos profundamente la maniobra realizada por el FUR y la FRU, dado que con sus medidas antidemocráticas y excluyentes han dejado sin la posibilidad de participar a cientos de estudiantes universitarios. Evidentemente, estas acciones, lejos de fortalecer a las organizaciones estudiantiles de avanzada, pone en detrimento la posibilidad de establecer un bloque unitario que le haga frente a las intenciones de las autoridades universitarias, del gobierno y del Estado.
Hacemos un llamado a los compañeros del FUR y la FRU para que rectifiquen su error y abandonen el proceso fraudulento que en todas luces favorecen a la derecha. En diversas ocasiones, hemos señalado que solo la más amplia unidad de acción garantizará la constitución de una organización combativa que luche por el cumplimiento de los derechos y garantías estudiantiles, y más aún, que de forma unificada emprenda la defensa del derecho de la educación pública, por cierto, fuertemente violentado por el actual gobierno.