Por Abril Yánez
Durante gobierno de Pepe Lobo la represión contra los trabajadores ha ido en aumento constante, sobre todo loS decretos contra el sector magisterial, llenos de amenazas y sanciones que han mantenido amedrentado y estresado al magisterio en todas sus facetas (dirigentes magisteriales, docentes, padres, madres, alumnado). Estas acciones represivas dan paso a “nuevas protestas por parte de docentes, alumnado, padres y madres de familia de varios institutos de segunda enseñanza de la capital exigiendo el pago a los docentes contratados por el llamado crecimiento vegetativo y las planillas complementarias acumuladas desde el 2008, el mejoramiento de infraestructura de centros educativos y el pago de becas a la población estudiantil beneficiada con este derecho que, al igual que la matrícula gratis, el contrato y pago de vigilantes y aseadoras no ha sido honrado por el gobierno de turno” (Noticiero HCH, 06/06/13).
Erradicando los males en las Secretarías de Seguridad y Salud
Mientras tanto, el comisionado de policía Alex Villanueva tildó de chusmas a los agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) que protestaban porque se les restituya en su puesto de trabajo, pues todo el personal a nivel nacional fue suspendido por medio de un comunicado emitido por la Secretaría de Seguridad (SS). En su afán de depurar la SS, Arturo Corrales inicialmente envió a todo el personal de la DNIC a descansar mientras se les convoca a que se les practique la Prueba de Confianza.
Insólitamente, primero suspenden al personal y después practican las pruebas para designarlo. Esta es una muestra de la pudrición que reina en dicha dependencia de seguridad, ineficiente en la solución de casos, pues son numerosas las denuncias con resultados nulos, ya sea porque son engavetados o porque los mismos agentes se han coludido con los denunciados.
Queriendo enmendar el error, al día siguiente Corrales aseguró que el comunicado “se interpretó mal, todo el personal debe presentarse a su trabajo. Lo que está suspendido son las actividades al 100%, no el personal, pero a requerimiento de los Fiscales, las tareas podrán continuar.” (Globo TV, 06/06/13).
Ese mismo día se anunció la destitución de Roxana Araujo como Ministra de Salud Pública por estar involucrada en varias irregularidades administrativas en su gestión. Araujo no pudo justificar el paradero varias partidas, entre ellas los 51 millones gastados en el Programa Nacional del Dengue, además de la desatención a los pacientes con insuficiencia renal, la compra de medicamentos vencidos y tratos sospechosos con las droguerías.
¿Remedios caseros?
Pareciera que se están lavando los trapos sucios en casa pero las decisiones se toman en concordancia con los organismos internacionales. Aunque las últimas acciones del Secretario de Educación han bajado el tono confrontativo, éstas no dejan de tener intenciones políticas. JOH hará uso de cualquier maniobra para sumar votos, pues sus decisiones han afectado directamente a los sectores organizados y el magisterio representa un porcentaje considerable que puede definir una elección.
En Salud pública, la destitución de Araujo y su sustitución por el Dr. Javier Pastor (hermano de Miguel Pastor, quien ha sido candidato a la presidencia en varias ocasiones) se anexa como estrategia política para lanzar la red al electorado, ganando simpatía con la corriente de Pastor y, a la vez, complaciendo al sector salud que estaba descontento con la administración de Araujo.
Con los cambios de directivos ocurridos en la Secretaría de Seguridad se busca reparar el daño auto infringido y evidenciado frente a la sociedad, pues ante la evidente culpabilidad del organismo represor del Estado y los entes de justicia en el aumento desmedido de la violencia en el país, se recurre a la búsqueda de responsables con la aplicación de las llamadas pruebas de confianza, para depurar según orientaciones ya trazadas. Con esto, no estamos descubriendo el agua hervida, pero tampoco podemos dejar desapercibida la observancia de las acciones con las cuales se pretende remendar los trapos viejos con parches nuevos.
Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos al pueblo en general a estar alerta ante las maniobras de los grupos de poder para mantener sus fichas en el juego. Todos los sectores, organizados o no, debemos unirnos en la defensa de los derechos inalienables del ser humano: el respeto a la vida, la justicia, la educación y la salud para todos. El FNRP debe reaparecer, ya no como la facción de masas alienada al electoralismo, sino como lo que le dio origen: el corazón y la fuerza del pueblo que a una sola voz exige justicia.