Por Darwin Enrique Guevara
El 23 de marzo se cumplen 5 años del vil asesinato del docente José Manuel Flores. El compañero Manuel fue asesinado en su centro de trabajo; hasta el día de hoy no se ha encontrado ni sospechosos ni culpables, ha sido un caso más que ha quedado en la impunidad.
Gran dirigente
El compañero Manuel Flores fue un permanente activista en las luchas sociales y gremiales, su nivel de conciencia le permitió mantenerse activo hasta el día de su asesinato, escribiendo para refutar y cuestionar las políticas neoliberal de los diferentes gobiernos.
Dentro del magisterio, el amigo Manuel Flores llegó a ser miembro de la Junta Directiva Central del Copemh, fue presidente de seccional y un tenaz activista de las luchas por mantener las conquistas económicas y sociales del magisterio. Fue defensor de la Educación Pública y de la democratización de las aulas de clases.
Manuel Flores siempre consideró que dentro del magisterio debía existir un grupo que reflexionara sobre el accionar de las dirigencias, sobre la implementación de ideas para fortalecer los colegios magisteriales, pero también creyó que el docente debe ser el principal defensor de la educación pública y el principal defensor de innovaciones educativas.
Actualmente el magisterio se encuentra en una profunda crisis de dirección y en situación de sometimiento. Los sucesivos gobiernos de Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández han empeñado todo su poderío en destruir las organizaciones del gremio y para eliminar los derechos sociales y económicos de los docentes. La represión es tal, que al Ministro de Educación no le importa atropellar derechos laborales a los docentes o de seguridad de los alumnos, o la economía de las familias.
El Ministro de Educación cumple con el papel que le han asignado desde el ejecutivo, lo hace al pie de la letra y más de la cuenta si es posible. Al gobierno de Juan Orlando Hernández lo que menos le importa es el trabajo del docente. Después de la derrota de marzo del 2012, el magisterio va de mal en peor y no levanta cabeza contra todo este atropello. La última semana han sido los alumnos de los institutos de educación media los que han salido a la calle a protestar en contra de la extensión de los horarios de clases; las últimas protestas han sido reprimidas por la Policía y han ocasionado diversos heridos entre alumnos y civiles.
Pero más que a los alumnos, la extensión de las horas de clase afecta a los docentes que poseen jornada plena, empleo en dos instituciones diferentes, ya que los horarios se traslapan y los docentes se verán tarde o temprano obligados a renunciar o serán despedidos. Pero esta medida afecta a unos 15,000 maestros de la totalidad, por lo tanto no es un punto que movilice al magisterio de forma general.
El magisterio debe levantar la cabeza y movilizarse
Después del asesinato de José Manuel Flores, un grupo de docentes se reunió para conformar e impulsar el Colectivo “José Manuel Flores”, con la idea de mantener vigentes los ideales del compañero, pero no solo los de él, sino de todos los compañeros maestros que han sido asesinados en la lucha del gremio, compañeros que ahora son mártires y se mantienen en el olvido.
Es evidente que al gobierno de JOH, reflejado en el accionar del Ministro de Educación, no le importa violentar la ley para eliminar derechos laborales. Sin embargo, es imperativo que los docentes se organicen desde la base para iniciar reuniones reflexivas, de análisis de coyuntura y de formas de lucha que no orillen al docente a ser despedido o suspendido de su trabajo.
Tarde o temprano se dará la coyuntura para salir nuevamente a las calles, y entonces, habiendo sido reforzado con jornadas permanentes de reflexión y estrategias, el magisterio saldrá con mayor fuerza e ímpetu a rescatar sus derechos.
Ante el actual panorama, desde el Colectivo José Manuel Flores consideramos que la unidad del magisterio en la situación actual es imperativa y que desde cualquier espacio se debe impulsar la misma; esta unidad se debe construir desde abajo.
Pero también hacemos un llamado a la base, haciéndole ver que la responsabilidad de que las actuales dirigencias sigan con el control de las organizaciones, es de la misma base, ya que cada dos o tres años legitima esas direcciones por omisión (al ausentarse de los procesos electorales) o por acción al darles el voto.
La mejor forma de reivindicar a nuestros mártires es convocando a una movilización nacional la que debe prepararse con anticipación y con fina estrategia; ésta puede ser un preámbulo a la del primero de mayo.
¡Viva José Manuel Flores Arguijo!