Por Carlos M. Licona

Una cuarentena por nadie imaginada y por nadie esperada, ha metido a toda la población de muchos países dentro de sus casas. El miedo latente de colapsar los sistemas de salud a causa de los infectados ha obligado a los gobiernos capitalistas a detener la producción y el trabajo bajo el lema “Quédate en casa”.

En Honduras ya llevamos 3 semanas completas en cuarentena, una medida tomada a partir del 16 de marzo y que agarró desprevenidamente a toda la población, principalmente a educación.

Los ignorantes que rigen educación

Las autoridades en educación han reprobado desastrosamente en la comprensión de las dimensiones de esta crisis mundial, en la que han quedado desnudados como ignorantes. Esos asesores que ganan jugosos salarios y los Directores Departamentales y Distritales que el único título que les sobresale es el de pertenecer al Partido Nacional, fueron incapaces de prever que a mitad de marzo estaríamos en cuarentena en todo el país, es de señalar que ya a inicios de marzo en Italia el COVID-19 hacía desastres catapultando al país a superar a China en cuanto a infectados y muertes, en España ya se impulsaba la misma suerte y en otros países europeos también.

El año lectivo inició el 1 de febrero y la infección ya se había catalogado como una pandemia, lo cual implicaba que solo era cuestión de tiempo para que llegara a estos países. Si en Wujan, China, una de las medidas precisamente fue la cuarentena obligada, en Honduras, se debió prever que llegaríamos a la misma situación y se tuvo que conformar una mesa de verdaderos docentes de aula para tomar medidas que paliaran la ausencia de los salones de clases. Pero ya en marzo estaban fastidiando con sus engañosos “acompañamientos docentes”. En 10 años de dictadura cachureca, los mandos intermedios solo han aprendido una cosa: fastidiar a los docentes. Mientras que los docentes solo han aprendido otra; burlar a las autoridades.

Lo anterior es sencillo de explicar, cuando el exministro Marlon Escoto inició su casería contra el magisterio, estos en autodefensa, y con una imaginación muy grande, cumplían con lo que se exigía, pero sin haberlo hecho o se hacía a medias, esto explica por qué ninguna política educativa funciona si se hace de forma impuesta y sin generar una conciencia de cambio en el docente. Y de ahí que la educación retrocedió décadas y actualmente, los índices de competencias mínimas de aprendizaje andan con porcentajes pésimos en el alumnado.

Las clases on line

Un magisterio consiente no debe oponerse a usar esta herramienta como una forma de mermar la crisis en cuanto a la impartición de clases presenciales, el problema es que nuevamente a las autoridades ignorantes o arrogantes, se les mete entre ceja y ceja obligar a los docentes a que lo hagan y en caso de no hacerlo, va nuevamente la amenaza, esta forma de imposición, lo único que logra es; el malestar de muchos maestros que se niegan a hacerlo bajo el argumento que la prioridad es la comida -y a cualquiera que lo diga no se le puede contradecir- y que el estrés no da lugar a pensar en cómo dar clases o bien, el otro grupo de docentes – los que se encantan de burlar estas disposiciones- que lo hace a medias o de forma muy falaz.

En todo caso no es culpa del docente, el culpable es el ignorante que funge como autoridad y que cree que su palabra es sagrada, en esta ocasión el ministro de educación fue muy claro en la circular que envió, pero han sido las autoridades departamentales y distritales los que se empeñan en hostigar al docente, exigiendo sus tales evidencias de que sus órdenes se están cumpliendo.

¿Qué se debe hacer?

Hay que tener bien claro que no todos los docentes ni todas las madres de familia tienen un celular último modelo ni un servicio de internet eficiente, aunque se puede asegurar que más del 50 % si lo tiene, al menos mínimamente.

El llamado de las autoridades debe ser a generar conciencia y no amenazantemente, y primero debe ser a que se llame a cuidar la salud para que los educandos de todo nivel no se expongan a contraer la infección. Seguidamente se debe dejar libertad a que el o la docente busque la forma más acorde con su realidad, capacidad y la de sus madres de familia, haciendo hincapié en que todo lo que se haga en ningún momento debe afectar la nota de clase del alumno, y que sirva más bien para terapia desestresante, las actividades asignadas deben ser dirigidas a que la madre de familia y su hija o hijo platiquen y se diviertan y en ningún momento para complicarles el encerramiento.

Hemeroteca

Archivo