Por Carlos M. Licona
A dos años de haber suspendido las clases de forma presencial a consecuencia del virus SARS-COV-2 y que ocasiona la enfermedad COVID-19, el panorama en el país aún es incierto para el retorno a clases dentro de las instituciones educativas. El régimen actual está por terminar 12 años de fracasos en cuanto a las políticas impuestas en educación, además, en los últimos dos años en que la comunidad educativa se ha mantenido alejada del aula de clases, los funcionarios actuales, nunca lograron establecer una estrategia para contrarrestar el distanciamiento entre docentes y educandos, de tal forma que las competencias de los estudiantes han retrocedido varios años en comparación con un alumno estándar en un determinado grado.
Los países de Centroamérica como almas gemelas siguen presentando las mismas dificultades, unos más otros menos, sin embargo, Honduras se gana el trofeo de incompetencia e indiferencia, con un ministro de Educación, el ingeniero Arnaldo Bueso que se la pasó entregando la “Bolsa solidaria” y activando para el partido en el poder, se olvidó completamente de administrar la Educación en beneficio de estudiantes y docentes, y por el contrario, se volvió cómplice de un régimen corrupto y que en los albores de su existencia se están dedicando a exprimir las finanzas públicas.
Xiomara Zelaya sin dar a conocer las nuevas autoridades
El descalabro en que el “juanorlandismo” está dejando al país es deprimente; aprueban prestaciones para funcionarios de confianza, están nombrando de forma permanente en el engranaje público a todos los activistas “cachurecos”, aprobando concesiones -por décadas- a empresas privadas, aprobando un sin número de leyes destinadas a blindarse ante el brazo de la ley, todo esto mientras han dejado en el olvido la toma de decisiones para superar el tremendo escollo en educación. El sectarismo y el dolor de la terrible derrota que sufrieron en noviembre del 2021 no les permite ceder una pizca para al menos, informar a los nuevos funcionarios sobre la realidad en los diversos sectores como educación y salud. La mezquindad les corroe el alma.
No obstante lo anterior, la presidenta electa Xiomara Castro se está quedando corta frente a este panorama aterrador, las diferentes mesas instaladas para escuchar a los diversos sectores como educación, salud, arte, campesinos, movimientos sociales, movimientos feministas, deportes, sindicatos, etcétera, no se dan abasto para vencer el tiempo y tener lo más pronto posible un plan de emergencia para la toma de decisiones de los nuevos ministros. La toma de posesión es dentro de 10 días y al parecer, la centralización de la conducción de las diferentes mesas ha quedado en un grupito muy ligado al “zelayismo” que no ha permitido avanzar en la discusión de las propuestas y exigencias de las bases sectoriales.
Lo anterior, sumado al secreto de Estado en que se mantienen las autoridades entrantes, no permiten un panorama claro para iniciar clases presenciales a mediados de febrero o inicios de marzo, por el contrario, dan lugar a formarse la idea de que los estudiantes seguirán alejados de las instituciones educativas.
Imposible cumplir exigencias en el primer semestre
El presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH), Fidel García, manifestó lo siguiente: “Para volver a las aulas es necesario garantizar la vacunación pediátrica contra el coronavirus, tener una infraestructura adecuada, acceso a servicios públicos, como el agua, la merienda escolar y la matrícula gratis”. Forbes (04/01/2022). Sin duda alguna que el punto más complicado de cumplir es el referente a la infraestructura que lleva implícito el acceso al agua y otros servicios públicos. Con 12 años en que se abandonaron a su mejor suerte los centros educativos se necesita más de un año para adecuarlos de forma acorde con las exigencias sanitarias.
Si bien es cierto el nuevo gobierno ha dado muestras de tomar decisiones correctas, lo real es que el tiempo pasa muy rápido y de la forma en que todo se visualiza, los primeros 100 días se llevarán en deshacer y componer los entuertos que deja heredado la narco dictadura.
Al parecer, en el inicio del nuevo gobierno con Xiomara Castro, seguirá correspondiendo a los docentes cargar con la responsabilidad del desarrollo del proceso enseñanza aprendizaje, a 14 días de iniciar el año lectivo no se conocen nombres de las nuevas autoridades ni las medidas inmediatas para el retorno seguro a clases, que por más que las dirigencias se inspiren en exigir, la realidad del país que nos dejan es desalentadora.