Por Carlos M. Licona
Ya se han hecho públicos los resultados de los concursantes a Directores Departamentales y Secretarios de Educación, la información no ha sido del gusto en el magisterio y más bien, ha dado elementos inflamables a los medios de comunicación encargados de tergiversar o desnaturalizar las noticias con el propósito de bajarle popularidad al gobierno de doña Xiomara Castro, que para bien o para mal, todo lo que se haga sigue siendo mucho mejor que lo hecho en los doce años de la narcodictadura.
Según los datos hechos públicos por la Junta Nacional de Selección, de 171 concursantes han quedado 31 como aspirantes a convertirse en Directores Departamentales (18 en total, uno por Departamento). El pelo en la sopa ha sido que la gran mayoría ha sido descalificada por una prueba sicométrica (supuestamente la 16 PF-5, de R. B. Catell) y, que, les ha considerado como “NO APTO” para optar al cargo. La aplicación de las pruebas pasó a responsabilidad de la UNAH y la UPNFM, según declaración del ministro de Educación, profesor Daniel Esponda; “…la elaboración de los exámenes estuvo a cargo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) y técnicos de la Secretaría de Educación”. Radio América (07/08/2022).
La información de los primeros resultados del Concurso Docente 2022 ha generado morbo, rabia, tristeza y desesperanza, no obstante, la obligación del magisterio debe ser seguir apoyando este proceso que sin lugar a dudas será mucho mejor que los realizados en el 2017 y 2019.
¿Debe ser determinante la prueba sicométrica para descalificar a un concursante?
Según las opiniones de los dirigentes de los diferentes colegios magisteriales, a la mayoría de los concursantes les fue bien en la prueba de conocimientos, cultura general y parte legal, sin embargo, ha sido la prueba sicométrica la que les descalifica con una leyenda de “NO APTO” para optar a los cargos en los 18 departamentos del país.
Al parecer, existe algún tipo de cálculo tanto en dirigentes como en las autoridades de Educación al olvidar intencionalmente, que, el concurso del 2019 (con una enorme cantidad de reprobados) estuvo a cargo de la ADUNAH, una copia empresarial de la FUNDAUPN, dentro de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y, que, cuenta con un mercado cautivo de estudiantes y de clientes en muchos rubros que le generan millonarios dividendos.
La Secretaría de Educación, al entregar en bandeja de plata el Concurso Docente a las universidades públicas del país, está retrocediendo a los procesos fracasados del 2017 y 2019, sin duda alguna que, el gobierno refundacional de doña Xiomara Castro y autodenominado como “Socialismo Democrático” le ha claudicado a los cooperantes externos por un lado, y, por otro, un impase de prestigismo a evitar que la matriz mediática en los medios de comunicación al servicio de la estructura golpista, califiquen el concurso de “corrupto” al quedar en manos del magisterio.
Si bien es cierto hay que reconocer que dentro de los colegios magisteriales siempre existen manos impuras que contaminan los procesos en educación, ha sido un tremendo error dejar el concurso en manos de quienes avalaron y fueron partícipes de los negocios con la dictadura del Partido Nacional. El Concurso Docente debe haberse iniciado y culminado en manos del magisterio y, para mantener la transparencia del mismo se debió buscar a los maestros de mayor experiencia y con amplia trayectoria en educación, docentes sin mácula alguna para que de esta forma se realizara el proceso sin ningún señalamiento.
Al parecer, muchos intereses se han cruzado y el temor a recibir señalamientos fue más fuerte que el deseo de recuperar un proceso que debe pertenecerle al magisterio. Es inconcebible que algunos dirigentes se ufanen en que alumnos becarios de la universidad serán los encargados de seguir con el proceso, desmeritando la capacidad de maestros con experiencia y egresados de las mismas universidades donde se encuentran esos “becarios”. Una prueba sicométrica no debe por ningún motivo ser determinante para descalificar a un compañero.
¡Aún es tiempo de rectificar!
El magisterio no debe permitir que se repitan los mismos resultados del 2017 y 2019, del 22 al 26 de agosto se someterán al concurso los más de 40,000 aspirantes a obtener una plaza, pero, desde ya, el nerviosismo recorre al magisterio por más que se pretenda disfrazar la decepción de los primeros resultados, aunque, según la Junta Nacional de Selección los aspirantes a plaza docente no harán la estigmatizada prueba sicométrica, lo cierto es que; el temor a que las dos universidades sean las responsables de la elaboración, aplicación, revisión y entrega de resultados, ya tiene atemorizados a la gran mayoría de maestros egresados de las mismas universidades que ahora, ponen alumnos para que evalúen a los concursantes. ¡Terrible contradicción académica!