Por Frandav Lifú
Algo que parece imposible de controlar en el país es el incremento permanente del precio de la canasta básica, en el año 2020 el pretexto fue la pandemia del COVID-19, los huracanes Eta e Iota. Luego, en el año 2021 la continuación de la pandemia siguió siendo motivo para que el costo de la canasta básica no se detuviera, se llegó el cambio de gobierno en enero del 2022 y un mes después se inició la guerra en Ucrania, situación mundial que ocasionó el alto precio a los combustibles, provocando en nuestro país que la miseria siguiera galopando a su antojo.
Se consideran productos de la canasta básica los alimentos derivados de la leche, granos (frijol, maíz, arroz), verduras, algunas frutas, aceite para cocinar, carnes, algunas pastas, azúcar, pan, sal, tortillas y otros, haciendo un total de 30 productos. Para Adalid Irías, presidente de la Asociación para la Defensa de la Canasta Básica (Adecabah), “a finales del 2022 el costo de la canasta básica era de 11,700 lempiras y para inicios del 2023 alcanzó los 12,300 lempiras debido al aumento de los precios de productos como el huevo, maíz y frijoles con lo cual, el costo de la canasta básica podría superar el salario que recibe un obrero. La tabla de salario mínimo fijado para el año 2022-2023 según el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) lo ubica entre los 10,600 lempiras y 14,800 lempiras según el tipo de actividad”. ContraCorriente (06/02/2023).
La situación se vuelve más caótica en la economía de los hogares al agregar el alto costo de la energía eléctrica, gastos de educación, transporte, medicamentos, productos de higiene, vivienda, agua, teléfono, etcétera. Si bien es cierto, el gobierno de Doña Xiomara Castro ha tomado algunas medidas paliativas como ser los subsidios a la energía y los combustibles, o bien; el bono tecnológico, estas no son suficientes para detener el viacrucis permanente de la población que sucumbe ante las ambiciosas ganancias de la empresa privada.
La falta de empleo, un azote para los desprotegidos
Al alto costo de la vida se agrega la falta de empleos, un azote permanente para cualquier gobierno que esté en el poder. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de Honduras, “el 73% de la población del país es pobre y que un 53% vive en situación de pobreza extrema. Asimismo, sostiene que de los 9,5 millones de habitantes, solamente cuatro millones conforman la fuerza laboral del país, y que de ese total, cerca de 350.00 están desempleados y 2,5 millones están subempleados (trabajan en jornadas de menos de 40 horas semanales). Vinculado a esto, el INE especificó que la población hondureña enfrenta desafíos enormes sobre cómo reducir la pobreza, la desigualdad, generar mejores condiciones de vida, empleos dignos, educación y salud de calidad, seguridad humana, alimentación, vivienda digna y segura”. https://semanariouniversidad.com/ (13/07/2022).
Las cifras brindadas por el INE no son nuevas pero son escalofriantes y empeoran más cada año; hasta mediados del año 2022, del total de la fuerza laboral el 8.75 % era desempleado mientras que, de los que trabajaron el 62.5 % están subempleados, esto significa que solo el 29 % tuvo trabajo estable, y esto, no significa que los salarios fueran dignos, tal y como se puede observar al comparar el costo de la canasta básica con el promedio del salario mínimo para este 2023.
La profunda crisis económica ha obligado al gobierno a buscar nuevas alternativas de alianza comercial, tal y como lo han hecho al establecer relaciones diplomáticas con la República Popular de China. Según lo argumentado por el Canciller Eduardo Enrique Reina el país de establecer "relaciones más importantes de acuerdo a las grandes necesidades que tiene el pueblo hondureño". "Desafortunadamente las necesidades son enormes y no hemos visto esta respuesta (en alusión a Taiwán)".
"Estamos siguiendo una tendencia mundial a la que llegamos tarde, y con mucha responsabilidad. La idea es buscar mecanismos para mayor inversión, comercio". El Mundo (15/03/2023).
Honduras debe ser un país libre de tomar decisiones, sin sometimientos a occidente ni al oriente en su nueva experiencia.
La mezquindad de la empresa privada
Ya no extraña que ante cualquier iniciativa del gobierno actual por solventar los enormes problemas del país como; la pobreza, inseguridad, falta de educación y salud de calidad, la empresa privada (representada por el COHEP) es la primera en cuestionar fuertemente las medidas del gobierno, cosa que nunca hicieron en los 12 años de la narcodictadura.
Es ser un iluso creer que establecer relaciones con la República Popular de China sacará de la pobreza al 74 % de la población, se requiere equidad y justicia en la distribución de la riqueza para lograrlo y la empresa privada no está dispuesta a ceder sus ganancias, primero prefieren otro Golpe de Estado.