Por Isyoli Mafú
El matrimonio entre el Partido Liberal y el Partido Nacional continúa intensamente en su luna de miel en pro de los intereses de una clase política corrupta, así lo demuestra las últimas decisiones tomadas en lo que compete; en el Consejo Nacional Electoral, la nacionalista Cossette López dirigirá el CNE en el periodo septiembre 2024-agosto 2025 (dirigiendo las elecciones primarias del mes de marzo, la liberal Ana Paola Hall tomará las riendas de septiembre 2025-agosto 2026 y el militante de Libre, Marlon Ochoa lo hará de septiembre 2026-agosto 2027. La misma decisión tomó el matrimonio nacionalista-liberal en el Tribunal de Justicia Electoral (TJE) y en el Registro Nacional de las Personas (RNP), organismos en que un nacionalista asumirá el primer año y luego un liberal, correspondiendo a los representantes del Partido Libre dirigir las tres instituciones en un año sin mayores consecuencias.
Sin duda alguna que, dirigir los procesos electorales primarios y generales del país implica un mayor peso en las decisiones, aunque estas se toman por mayoría, 2 a 1 en el caso de que no sea por unanimidad. El ex presidente Manuel Zelaya Rosales sobre esta situación manifestó “El 19 de marzo de 2024, los partidos políticos, a través de nuestras bancadas representadas en el Congreso Nacional, logramos un acuerdo histórico… ahora, cuando es momento de cumplir la palabra empeñada, no recuerdan nada”. Aunque el expresidente Zelaya alude al hecho de la integración del CNE, RNP, TJE, Unidad de Política Limpia, Directiva del Congreso Nacional y el Ministerio Público, no deja claro en que consistió ese “pacto” sobre la secuencia para dirigir tales organismos, algo que tanto nacionalistas como liberales manifestaron desconocer.
La situación anterior motivó al Consejal Marlon Ochoa para emitir emotivas declaraciones que, inmediatamente, generaron una avalancha de comentarios especulativos como guion aprendido de parte de la prensa mediática y sus sempiternos voceros (políticos inescrupulosos nacionalistas-liberales).
LIBRE administra, pero no controla
En este año 2024, el reloj suizo de los grupos fácticos fue puesto a funcionar, la estrategia consistió en alejar algunos liberales de su coqueteo con el zelayismo y conjuntarlos nuevamente junto al Partido Nacional, algunos intentos de crear una base social de la oposición como el Bloque de Oposición Ciudadana (BOC) o el Ejército Ciudadano de Paz, han sido movimientos que resultaron ser enormes fiascos al ser liderados por el Partido Nacional y por Romeo Vásquez Velásquez.
Muy rápido se quemaron personas volátiles como Salvador Nasralla y los diputados del PSH al caminar tomados de la mano con personajes nacionalistas muy ligados en casos de corrupción o bien, con el general golpista Romeo Vásquez.
Al fracasar en crear un brazo social, a la derecha no le quedó otra opción que atraer a Jorge Calix y Nasralla a las filas del Partido Liberal, siempre con la idea de resucitar un muerto, una táctica que aún no les cuaja.
Considerando el contexto anterior, el matrimonio nacionalista-liberal se ha unificado en el Congreso Nacional y en los organismos electorales, quizás, con la idea regular un nuevo apoteósico triunfo del Partido Libertad y Refundación (LIBRE) al igual que sucedió en 2021.
La recomposición de la oposición ha sido un trago amargo para el partido en el gobierno, ya que, se han bloqueado; la Ley de Justicia Tributaria, Ley de Colaboración Eficaz, la Reforma a la Ley del INPREMA, la CICIH, entre otras. Considerando que los funcionarios del gobierno han tratado indiferencia a la militancia del partido LIBRE, prefiriendo favorecer en diversas circunstancias a activistas nacionalistas-liberales, resulta que, lo recibido de parte de la oposición ha sido un completo boicot para que el gobierno no avance en su programa de gobierno.
En resumen, el partido LIBRE administra el Estado pero no tiene el control de la inconstitucionalidad.
Ante la recomposición de la derecha: ¡crear una propuesta revolucionaria!
Por mucho que se diga que el Partido LIBRE es revolucionario, no es cierto, al igual que no es cierto que todos los funcionarios actuales lo son por el hecho de usar color rojo. El Partido LIBRE fue creado en el 2011 para detener la movilización de las masas y dirigirlas a los procesos electorales. De ahí que, los que antes pintaban grafiti en las paredes y tiraban piedras a los militares, ahora son parte de una burocracia que ha olvidado su origen, alejándose de las bases y convirtiéndose en los típicos políticos que regalan canastas, pelotas y lo peor; robando cámara para proyectar una imagen en los procesos electorales que se avecinan.
Los sectores más avanzados dentro de LIBRE, con criterio propio y crítico, deben proponer las mejores candidaturas con altura moral y prolongada trayectoria de lucha en los movimientos sociales y populares.
La derecha no se cruzará de brazos ni se dormirá en sus recuerdos del pasado, seguirán conspirando en su afán de regresar al poder. La base tiene la palabra.