Por Sebastián Ernesto González      

Las estructuras de los sectores golpistas del 2009 están resquebrajadas, pero, siguen en existencia, que se restauren o friccionen más, depende en gran medida de las decisiones acertadas del actual gobierno que dirige la presidenta Xiomara Castro, del partido Libertad y refundación (LIBRE). Sin bien es cierto el actual gobierno se autodenomina del “Socialismo Democrático” y, la derecha del país con toda su maquinaria comunicativa denomina como un gobierno “comunista” o de “izquierda”, lo cierto es que, el gobierno sigue funcionando dentro de la “Democracia Burguesa” con una nueva generación de políticos jóvenes con ideas irreverentes y salidas de tono en contra de una histórica clase política arcaica que sigue guindada en la guerra fría del siglo pasado.

Para evaluar las decisiones del gobierno en las diferentes secretarías hay que caracterizar en primer lugar la composición del Partido LIBRE, donde existe una heterogeneidad de extremo a extremo que va desde dirigentes conservadores provenientes del Partido Liberal hasta militantes de organizaciones de izquierda en todas sus denominaciones, este párrafo amerita todo un ensayo para realizar una caracterización completa de la composición de LIBRE, y, sin importar la procedencia “ideológica” de cada ministro o cada funcionario de alto nivel, se puede resumir que, posteriormente al convulso inicio de gobierno en enero de 2022 la característica principal en las funciones es el “chamberismo político” y la administración con alto grado de transparencia, evitando sobre todo la penetración de la corrupción. Hasta ahora, uno que otro funcionario ha fracasado por exceso de soberbia o por ineficiencia, tarde o temprano han sido removidos o se les ha ajustado las tuercas para encarrilarlos, al menos, por el buen camino sin dar lugar a los escándalos innecesarios.

Diferencias con Estados Unidos: ¿son ideológicas o de coyuntura?

Mucho se especula sobre posibles personajes involucrados en el narcotráfico, mucha agua corre bajo el puente con el tema de la Lista Engels, no se termina el tema de la construcción de una cárcel en el Mocorón y muy rápido un nuevo tema da lugar a que toda la prensa corporativa que estuvo al servicio de la narcodictadura del Partido Nacional se vuelque en; foros, entrevistas y micrófonos abiertos generando una nueva nebulosa para desprestigiar al gobierno, el objetivo es sembrar en el pensamiento colectivo de la población una narrativa de rechazo a las políticas del gobierno.

En su discurso de fin de año, la presidenta Xiomara Castro informó sobre muchas de las decisiones ya tomadas y otras por tomar, entre ellas, la que hace referencia a una posible política del presidente electo en USA para el periodo 2025-2029, Donald Trump, quien, en reiteradas declaraciones ha dicho que al asumir nuevamente la presidencia de la república (20 de enero) ordenará masivas deportaciones de indocumentados. La presidenta Castro, en su discurso, dedicó un párrafo a este tema y manifestó "Frente a una actitud hostil de expulsión masiva de nuestros hermanos, tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el campo militar, en el que sin pagar un centavo por décadas mantienen bases militares en nuestro territorio, que en este caso perderían toda la razón de existir en  Honduras". Tanto la amenaza de Trump como la posible respuesta de la presidenta de Honduras no son más que castillos en el aire que, han dado lugar a la prensa corporativa para dar rienda suelta a sus permanentes programas antigobierno.

La base militar estadounidense funciona en el valle de Comayagua (Palmerola) desde inicios de los años ochenta, fue construida en pleno fragor de la guerra fría y de las guerras civiles de Nicaragua, Guatemala y El Salvador. Ahora, se mantiene supuestamente para tareas conjuntas y para combatir el narcotráfico, la gran pregunta es ¿sacará la presidenta Castro a la base militar gringa?

Asumiendo que la amenaza de Trump no se cumpla significa que la base gringa en Palmerola seguirá ahí, entonces ¿Qué pasa con la dignidad y la soberanía? Esa base militar extranjera en Palmerola debe ser cerrada de manera inmediata, porque es una violación a nuestra soberanía nacional.

¡Por la generación de empleos dignos!

Independientemente del tema de los migrantes, la base gringa debe salir del país, no debe supeditarse al tema de los compatriotas. Es evidente que se utiliza el tema de los migrantes en USA como punta de lanza para debates políticos de uno y otro bando, mientras nuestros compatriotas sufren de angustia e incertidumbre ante el ascenso de Trump a la cúspide del imperio. La derecha se escuda en el tema y ataca al actual gobierno, pero, es incapaz de permitir la aprobación de una Ley de Justicia Tributaria que permita una política económica dirigida a los más pobres con el objetivo de que no emigren al norte. El gobierno manifiesta que somos dignos y soberanos, pero, eso se termina si nuestros compatriotas se quedan allá, enviando las remesas que siguen sosteniendo la economía de los hogares hondureños. El tema seguirá en la palestra pública hasta que inicie la siguiente controversia.

La generación de empleos dignos con beneficios sociales, la mejora de los indicadores de seguridad y el eficiente servicio de salud y educación pública, sin lugar a dudas que, harán mermar el flujo de migrantes al norte y, a la vez, el retorno voluntario de muchos de los compatriotas, además, los empresarios deben reconocer que solo una distribución equitativa de la riqueza, mejorará las condiciones de vida para no huir del país.

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