Por Carlos M. Licona

El magisterio nacional vivió su peor crisis en los doce años de los gobiernos sucesivos de Porfirio Lobo (2010-2014) y Juan Orlando Hernández (2014-2022), ambos, del Partido Nacional de Honduras. El magisterio, en la lucha contra el Golpe de Estado del 2009 fue llamado la “Columna vertebral de la resistencia”, a raíz de su papel protagónico en las movilizaciones que diariamente se realizaban. El magisterio pagó muy caro esta factura que muy rápido se la cobró el régimen de Porfirio Lobo, primero, emitiendo un decreto ejecutivo donde suspendían a 305 docentes (marzo de 2011), luego, en diciembre de ese mismo año aprobaron una reforma a la Ley de INPREMA (Instituto Nacional de Previsión del Magisterio) que cercenó derechos sociales y económicos a los docentes. En febrero de 2012 aprobaron la Ley Fundamental de Educación, ley que sustituyó el Estatuto del Docente y, que, fue la base para realizar una reforma educativa que ha hecho retroceder la educación muchas décadas en el tiempo.

A raíz de la enorme represión sufrida por el magisterio en ese oscuro período, las dirigencias jugaron un papel protagónico en el accionar de la lucha, financieramente y dirigiendo a las bases, de tal forma que, también fueron reprimidos, si bien es cierto en cada organización magisterial existía un grupo que controlaba, se logró mantener la independencia del gobierno de turno, aunque el grupo fuera tildado de oportunista o hasta de corrupto. En ese momento, las dirigencias que se sumaban a la lucha eran ovacionadas por la gran mayoría de maestros, eran respetados, si hacían lo contrario a las aspiraciones de la base, inmediatamente eran estigmatizados como traidores, sucedió con el repliegue táctico de marzo de 2011, con la negociación de los 21 puntos de agosto de ese mismo año y con la lucha de la plataforma en el 2019.

¿Por qué son apetecidos los colegios magisteriales? 

En la década de los 80 y primera mitad de los 90, los colegios magisteriales no tenían recursos financieros, las cotizaciones de los afiliados eran bajas y los dirigentes costeaban los gastos, no existía un plus ni prebendas que ameritaran ser dirigente, por el contrario, existía el riesgo permanente de ser torturado por el régimen represivo o bien; ser asesinado y luego desaparecido.

Con la entrada en vigor del Estatuto del Docente en 1998, los colegios magisteriales inmediatamente se oxigenaron económicamente y muy rápido las cuentas financieras se elevaron, obviamente, las cotizaciones pasaron de ser cuotas fijas a ser porcentajes sobre el salario base mensual, es decir; si aumenta el salario base aumenta la cotización, siendo el COPEMH (Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras) actualmente la excepción a la regla. 

Al aumentar la cantidad de docentes también aumentó la oferta y demanda en nombramientos de maestros, los cuales se han negociado entre las autoridades de turno y los dirigentes.  También hay representaciones ante instancias nacionales o extranjeras que implican viajes con enormes viáticos para el afortunado, licencias con goce de sueldos por dos o más años (hay dirigentes que nunca han trabajado frente a estudiantes). Por si fuera poco, todos los miembros actuales de las Juntas Directivas de los seis colegios magisteriales reciben un plus que costea cada organización (anda en más de L 15,000.00), usan internet, celular, todos los días se alimentan con suculentos platos de comida, tienen carros llenos de combustible a la disposición y absolutamente todo pagado por cada organización, así, cualquiera se pega a la teta ¿verdad?

A todo lo anterior, hay que agregar que ahora, en cada organización existen cooperativas de ahorro, las mismas son controladas por quienes dirigen las organizaciones y en estas cooperativas se repiten los mismos vicios de corrupción y de despilfarro económico, todo sin control de organismo competente. La degeneración es tal, que, las organizaciones parecen más instituciones financieras con nombre y apellido como dueño.

¿Qué pasó con el “Socialismo Democrático”?

Para cualquier gobierno, organización o individuo que se tilde de revolucionario, este calificativo implica principio y valores revolucionarios, esto significa honestidad y democracia, no existen las dictaduras, el nivel de conciencia de las bases se eleva al sensibilizarse ante la injusticia y la miseria, la base se compromete en la medida que un dirigente dedica su vida a un accionar revolucionario, es decir, la base emula el ejemplo del dirigente.

Desde 1998 en que entró en vigencia el Estatuto del Docente, la vida del dirigente pasó de ser un personaje con ideología revolucionaria a ser un cacique con mucho poder y dinero en la bolsa, con un séquito de seguidores que bailan en un pie si el dirigente lo ordena, a cambio de unas migajas de pan que deja caer en el suelo.

Se puede reconocer el mérito de las actuales autoridades de la Secretaría de Educación en mantener al magisterio en las aulas donde se imparte el pan del saber, sin embargo, en un afán de controlar a las bases, se optó por cooptar a las dirigencias, es decir que estas, dieron patada y mordida, por un lado, siguen controlando los colegios magisteriales y por otro; son parte del patrono puesto por el Estado. Esta situación ha propiciado que algunos de los funcionarios se inmiscuyan en la vida interna de cada organización, los casos más evidentes son el COPEMH y el COLPROSUMAH (Colegio Profesional de Superación Magisterial de Honduras), donde el oficialismo aplasta a la oposición violentando los principios democráticos que todo revolucionario debe practicar.

En el caso del COPEMH, en el 2023 se impuso un fraude más descarado que el fraude cometido por Juan Orlando Hernández en las elecciones generales en el 2017, imponiendo a la Junta Directiva Central actual, esto no hubiera sucedido de no ser por el apoyo que este grupo fraudulento obtuvo desde el mismo gobierno, ya se viene el siguiente proceso electoral y desde ya, se escucha en los pasillos la intromisión de funcionarios de confianza en la Secretaría de Educación en favor de uno u otro candidato.

En el caso del COLPROSUMAH, también se aproxima un proceso electoral en el que, los dueños de la organización se niegan a inscribir a la oposición que se aglutina en el Movimiento de Unidad Transformadora (MUT-C), con el único propósito de ir solos a un proceso donde impondrán una JDC que seguirá dilapidando el dinero de los afiliados. El MUT-C desde 1999 no ha podido derrotar los fraudes que en cada proceso electoral logra materializar el movimiento oficialista, esta sería la primera vez en que, producto del poder y derrochando el dinero de la organización se le niega la inscripción al movimiento opositor, un pésimo precedente para la vida orgánica interna del COLPROSUMAH, peor aún, si esta trama lleva el sello desde el mismo gobierno.

Los señalamientos de corrupción en los colegios magisteriales son muchos, en cada proceso electoral estos grupos de oportunistas y corruptos se legitiman con los pocos docentes que acuden a las urnas, es un tremendo error del gobierno o ya sea de algunos de sus funcionarios meter las narices en la vida interna de las organizaciones, es un trágico precedente que enluta la vida democrática de las organizaciones.

La base debe rescatar las organizaciones

El gobierno de la presidenta Xiomara Castro debe sacar las manos de los procesos electorales de las organizaciones sindicales y gremiales, la forma de ganarse a las bases es transparentando el uso de los recursos en beneficio de los afiliados, en la defensa de los derechos y en la conquista de mejores beneficios económicos y sociales. Por el contrario, el gobierno debe ordenar a las instituciones pertinentes a que se mantengan vigilantes de que los procesos democráticos sean realizados de forma transparente y en igualdad de condiciones. El gobierno al tildarse de revolucionario, debe asumir una actitud democrática y de protección a las organizaciones, jamás debe tener como interés el crear una camarilla de corruptos que exprimirán las finanzas de cada colegio magisterial hasta el último centavo.

En lo que respecta a la base, esta debe asumir la responsabilidad al momento de ejercer el sufragio, o siguen legitimando a los grupos oportunistas que se vuelven millonarios con el dinero de los afiliados o bien, se unen a los movimientos que tienen como fin primordial dirigir las organizaciones en total beneficio para las bases. Usted maestro, tiene la palabra.

Hemeroteca

Archivo