Por Oliverio Mejía
El 28 de agosto de 1524 se iniciaba la rebelión Kaqchiquel contra la dominación española recién instaurada en el territorio denominado Coactemalan en el idioma hablado por los pueblos Nahuatl o Iximuleo como era conocido por los mayas.
Esta fecha se toma como punto de partida para este artículo, sin embargo, tiene como marco los 500 años de la invasión hispana a este territorio y al que se conocía como Cuscatan, el actual El Salvador.
Se dice Coactemalan que era como conocido este territorio porque en el momento de la conquista, el Nahuatl era el idioma franco gracias a la influencia política y económica que tenía el Imperio Azteca o Mexica y era la lengua del grupo dominante de ese Estado, sin embargo tal idioma era hablado en lo que hoy es el centro de México, eso en el escenario cultural de lo que ahora se denomina Mesoamericana.
De hecho, los aztecas en un primer momento tribus nómadas que se movían en el norte de México, entran al área cultural mesoamericana y se civilizan en términos antropológicos, adoptando las prácticas agrícolas y calendáricas por ejemplo ya existentes, pero convirtiéndose en un periodo de un poco más de un siglo en un imperio centralizado y con una extensión considerada.
El contexto geopolítico
La situación del territorio de Ixumuleo o Coactemalan, estaba dominando por la Confederación Kiche, el cual estaba en un proceso de expansión sobre otros pueblos mayas tales como Ixiles, Kaqchiqueles, Mam, Tz’ikinajay o también conocidos como Tzutujiles, por territorio y tributos sobre todo para extender prácticas agrícolas y comerciales.
Por otro lado la forma de organización de estos era por medio de una confederación, donde había uno o más linajes dominantes, por ejemplo con los Kiches estaban los K’oyoi, Nijab, Nima, pero el dominante era el Kaweq. Con los Kakchiqueles quienes tan solo un poco más de un siglo habían roto con la Confederación Kiche, el dominante era Xajil, pero también estaba el Sotz’il y el Tukuche, ademas existían el de Chajoma que era una formación estatal autónoma. En el caso de Tzi’iknajay estaba conformado por el linaje de los Malaj.
Linaje es un grupo familiar basado en la propiedad y posesión de la tierra y el territorio como organización básica del modo despótico tributario, cuyas cabezas se hacen el grupo dominante de una forma estatal y social, en lo que Gordon Childe denominó Unidad Dirigente.
Por su parte en el caso de los Castellanos aunque en sus fuentes ya se denominaban españoles, como Estado España estaba en formación y que por los acuerdos entre las coronas de Castilla y Aragón que fue el embrión de lo que se conoció como la monarquía hispana, Aragón le tocaba administrar territorios conquistados en el mar Mediterráneo, mientras Castilla le tocaba hacerlo allende del Océano Atlántico, gracias al Tratado de Tordesillas con que se repartieron con Portugal los territorios colonizados. Estos reinos a su vez estaban en un periodo de transición de un modo de producción feudal a uno que se encaminaba al capitalismo en su fase mercantil y recién desalojaban de la península ibérica, la presencia musulmana con el último reducto en Granada.
Las características de la conquista
La llegada hispana a estos lares no fue más que un choque entre civilizaciones muy distintas, donde los primeros aprovechando la fragmentaciones entre Estados y sociedades del área de Mesoamerica logrando el respaldo de diferentes pueblos que estaban sojuzgados por el Imperio Azteca y que acompañaron en la conquista los señoríos mayas, xincas, nahua-pipiles y lencas.
De hecho acompañando a los hermando Alvarado, donde sobresalía Pedro, quien tuvo el cargo de Adelantando y que eran lugartenientes de Hernán Cortés que había ocupado la capital azteca y fundando sobre la ruinas de ese imperio el Virreinato de la Nueva España, el grueso de las tropas invasoras fue un contingente de pueblos tlaxcaltecas, choluleños y demás pueblos de habla nahuatl como queda marcado en el Lienzo de Tlaxcala, por lo menos en la conquista de lo que hoy es Guatemala y El Salvador.
Con respecto a la destrucción de la Confederación Kiche, se conoce por los estudios de las fuentes que los Kiches fueron informados de la presencia y destrucción de Tenochtitlan (la capital mexica) por los invasores, eso debido a la presencia de emisarios aztecas llamados Pochtecas que actuaban tanto como comerciantes y espías; además ya había presencia de enfermedades contagiosas que trajeron los españoles y empezaban a generar altísimas tazas de mortandad en la población indígena,
Ya en territorio de Coactemalan el ejército invasor, al cruzar rio Suchiate tuvo el primer enfrentamiento como las tropas del señorío Kiche en San Francisco Zapotitan dirigido por Tecum Uman, el 08 de febrero de 1524, esta es una zona ubicada en tierras bajas de cara al Océano Pacifico, donde está el camino hasta la fecha hacia las tierras altas, especialmente a la ciudad Xelaju Noj,hoy Quetzaltenango.
Sobre Tecun Uman es importante destacar que mucho se ha discutido sobre la veracidad de este y más por el uso desde el nacionalismo reaccionario que se le ha dado. Pero algunas fuentes indígenas como el Titulo K’oyoi entre otras se le menciona y lo que se sabe es que Tecun era el nombre del capitán de los ejércitos, emparentando con los linajes gobernantes de la Confederación Kiche y Uman era un título de guerra.
Xelaju Noj a su vez, unas décadas antes había sido conquista por los Kiches a costa de los Mayas- Mam en un proceso de expansión de los primeros ante la necesidad de suelos ricos para la agricultura ubicados en las tierras bajas, pues los kiches habían establecido inicialmente su señorío en las tierras altas del altiplano centro-occidental guatemalteco y cuando la llegada de los castellanos, estos estaban en expansión en guerra con otros pueblos ya mencionados.
En marzo de 1524 las tropas españolas con el auxilio de los otros pueblos indígenas asolaban y destruían la capital Kiche, Q’umarkaj en el altiplano occidental asesinando a los Ajpop (señores) de la confederación Oxib-Keh y al señor electo Beleheb-Tzy al engañarlo con un supuesto tratado de paz. La población sobreviviente fue trasladada a lo que hoy es Santa Cruz del Quiche, hoy una cabecera departamental. En las acciones contra los Kiches este contó el respaldo de la Confederación Kaqchiquel cuyas tierras estaban ubicadas más al centro en el departamento de Chimaltenango y los Tzi’ikinajay ubicados al sur del departamento de Atitlán y en parte de la boca costa por el lago del mismo nombre.
Sin embargo estos rápidamente se rebelan ante las practicas injustas de exigencia de tributos y el despojo total de las tierras al linaje principal y a los linajes secundarios donde confluía el grueso de la población, generando protesta y levantamiento. Alvarado derrota a estos en la batalla de Técpan Atitlán el 18 de abril de 1524, destruyendo además la capital Chiya en inmediaciones del volcán Choyjuyub hoy San Pedro, trasladando la capital hacia lo que hoy es Santiago Atitlán, todo a orillas de este lago de origen volcánico.
Posteriormente las huestes invasoras bajaran nuevamente a tierras bajas al territorio de Ixcuintepeq un señorío de origen Nahua-Pipil el cual es derrotado en dos importantes batallas y al territorio Xinca, el cual era el único grupo de origen no mayense En 1525 iniciara la invasión al señorío de Cuscatan con la batalla de Acajatla y el inicio de la conquista a los señoríos pipiles, Pokomanes orientales, Chortis y lencas.
Rebeliones indígenas
Sin embargo, las rebeliones no se hicieron esperar, al igual que los Tzutijiles, los Kaqchiqueles se levantan contra la exigencia de tributos inhumanos, el despojo sobre todo de los linajes superiores y los malos tratos a la población en general. Estos abandonan su capital Iximche y empiezan a hostigar a los españoles que habían fundado cerca de ella Tecpam lo cual los obliga a trasladarse ya con el nombre de Santiago de los Caballeros a lo que hoy es Ciudad Vieja. Sin embargo, el cansancio de los kaqchiqueles, la evangelización cristiana a otros grupos, así como los ataques contantes españoles obligaron a los señores Kaqchiqueles a rendirse y la población es dispersada en varias ciudades del altiplano central. Otras rebeliones se dieron en la región como las de los Ixiles o la de los pipiles, pero fueron totalmente sofocadas.
Dos elementos que actuaron como atenuantes de la rebeldía fue, la adopción del cristianismo de parte del cabeza de linaje y el reconocimiento de tierras algunos de ellos, aunque muchas veces tuvieron que defenderla ante las cortes hispanas y las institucionales coloniales; además del aparecimiento de una fracción aristócrata minoritaria de origen indígena, aunque menor que en Nueva España o en el Virreinato del Perú.