Por Diego Lynch

Tras largos meses de negociaciones entre el gobierno, los sindicatos y la empresa privada la espera llego a su fin, una vez más los empresarios doblegaron el brazo de los sindicatos y con la aprobación del gobierno otorgaron un raquítico aumento al salario mínimo del 12% anual, 6% cada seis meses. Este acuerdo es una clara violación a nuestro código del trabajo el que determina que las negociaciones por el incremento al salario mínimo se realizaran cada seis meses.

Según Alberto Guevara, Ministro de Hacienda y Crédito Público, el hecho de que se haya logrado un acuerdo tripartito es una buena señal, significa una orientación hacia la estabilidad y la tranquilidad de los asalariados. Estas afirmaciones son una vil mentira y una muestra de las políticas de derecha y racionamiento que ha venido implementando el Gobierno. Los sindicatos vinieron semana a semana reduciendo su propuesta de incremento; entre otros de los acuerdos, Adam Aguerrí, titular del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) dejo claro que este incremento del 6% semestral no será para todos los sectores, para las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) el incremento será de un 4% y manifestó sentirse satisfecho por los acuerdos alcanzados.

Ante estas aseveraciones se puede observar como la empresa privada continua exprimiendo a los trabajadores, y esta vez con el apoyo del Gobierno y los Sindicatos afines a él, que lejos de defender los derechos de los trabajadores los utilizan para negociar migajas y mantener estables económicamente las empresas de la familia Ortega Murillo y sus allegados.

Gobierno avala miseria

Nuestra legislación establece que basta con que dos de las tres partes negociadoras estén de acuerdo para aprobar el incremento, sin embargo el gobierno quien entra a la mesa de negociación representado por el Ministerio del Trabajo jamás apoyo las primeras propuestas de los sindicatos, y el día en que se vencía el plazo de dos meses que se otorgan para llegar a un acuerdo decidieron de forma unánime realizar este paupérrimo incremento para no dejar al descubierto al gobierno, ya que la ley establece que si después de dos meses de negociaciones no se llega a ningún acuerdo, el incremento será aprobado por el Gobierno.

Porque no defender la posición de los trabajadores y claudicarle a los empresarios? No es el Frente Sandinista el Gobierno de los pobres y de los trabajadores? Hay que denunciar la complicidad del gobierno en estas negociaciones, avala la posición de los empresarios y coloca una soga al cuello a la clase obrera y trabajadora al permitir este pobre incremento salarial y violentar nuestro ordenamiento jurídico; la economía es cambiante y las necesidades de hoy no serán las necesidades de mañana, no podemos permitir que la negociación sea una vez por año, hay que ser enérgicos y exigirle al gobierno y a los sindicatos que no respondan a intereses propios sino a las necesidades de los asalariados y a la realidad que vive el país.

Tanto el gobierno como los empresarios aducen que no es posible un mayor incremento debido a la crisis económica que se vive alrededor del mundo, y que de ser así tarde o temprano las empresas van a quebrar o tendrán que recurrir al recorte de personal y esto aumentaría el nivel de desempleo.

Por un aumento digno y equiparado al nivel promedio centroamericano

El argumento de la crisis económica mundial es muy cierto, pero esto no justifica que la clase obrera y asalariada tenga que pagar por ella, los asalariados estamos pagando los estragos del mal manejo económico que han realizado los empresarios y las grandes burguesías a través de los años para enriquecerse.

Es hora de que los trabajadores nos levantemos y exijamos que el salario mínimo en Nicaragua se equipare al de toda Centroamérica, que la crisis la paguen los burgueses y los empresarios, emplacemos al gobierno para que proteja los intereses de los más pobres, que dejen de exprimir la bolsa de los asalariados y de una vez por todas salgamos de esta crisis que agobia a la sociedad.

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