eleccion asamblea nacional

Por Diego Lynch

Este 2011 será un año con un ambiente político muy movido para Nicaragua; en noviembre se realizaran las elecciones presidenciales y desde ya los partidos mayoritarios iniciaron sus negociaciones para mantener sus cuotas de poder. El pasado 9 de Enero, se llevó a cabo la elección de la junta directiva de la Asamblea Nacional, y como ya era de esperarse, se reeligieron a 6 de los 7 integrantes de la junta directiva saliente; el único cambio que hubo fue el del diputado Conservador, Alejandro Ruiz, quien ocupaba la tercera secretaria y que ahora ocupara la Diputada Ana Julia Balladares, disidente del Partido Liberal Constitucionalista (PLC).

Elección ilegal

La elección de la junta directiva fue viciada desde un comienzo, ya que el articulo 33 numeral 4 de la Ley No. 606, Ley Orgánica del Poder Legislativo establece que los cargos a la junta directiva se deberán elegir por separados, resultando electo el candidato que obtenga la mayoría absoluta de votos de los diputados. Sin embargo, en clara violación a lo establecido por la ley, el jefe de la Bancada Sandinista, el Diputado Edwin Castro, fue el primero en tomar la palabra, y leyó una moción avalada por el PLC; la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), la Bancada Unidad Nicaragüense (BUN), y por los diputados independientes Eliseo Núñez, Alejandro Bolaños Davis y Jamileth Bonilla, consintieron en elegir a los candidatos propuestos en una sola votación. (El Nuevo Diario. Lunes 10 de Enero del 2011).

Ante esta propuesta y ante los pronunciamientos en contra de ella que realizaron los diputados de la “oposición” quienes expresaron que la propuesta era excluyente, se creó un teatro político dentro del plenario, el cual termino con la renuncia de la Diputada Miriam Arguello a su cargo como presidenta de la junta de edad encargada de llevar a cabo la elección de la nueva junta directiva, por no estar de acuerdo con el sistema en que se pretendía realizar la elección. Sin embargo, cedió su cargo al Diputado Noel Pereira Majano avalando de esta forma el proceso y ocupando su puesto como diputada para ejercer su derecho al voto a la hora de la elección.

De igual forma los diputados de la oposición avalaron el proceso al estar presentes en una elección viciada y ejercer su derecho al voto; estos diputados criticaron la elección en plancha pero no realizaron propuestas para evitar que se reeligiera la misma junta directa. Esta es una clara muestra de la incapacidad política y de organización que tiene la oposición para evitar el control total que el frente sandinista ejerce sobre el gobierno; la oposición se encuentra dividida por intereses personales de sus dirigentes, lo que ha permitido a Daniel Ortega y su grupo político-económico perpetuarse en el poder.

El Frente Sandinista y su política derechista

Si bien es cierto, la oposición critica al gobierno por sus discursos “revolucionarios” y sus métodos antidemocráticos y autoritarios de tomar decisiones, los grandes empresarios y la derecha no han tenido una política para frenar al Frente Sandinista porque este mantiene una política similar a la de los gobiernos de derecha anteriores a su ascenso al poder. El frente se jacta de criticar los 16 años de gobiernos neoliberales y sus políticas burguesas, y son las mismas que él ha venido aplicando a lo largo de su periodo presidencial, donde ha permitido que la empresa privada siga abusando de sus trabajadores con salarios por debajo de la canasta básica; ha permitido aumentos en las tarifas de los servicios básicos, del combustible y de la misma canasta básica; ha consolidado sus empresas familiares y las de los empresarios del frente sandinista.

Ante esta situación, es necesario que los partidos de izquierda luchemos por la reivindicación de los derechos de los trabajadores y de la sociedad en general; es necesario que se abra el abanico político para que la población pueda elegir libremente a sus representantes y que estos no sean impuestos por las mismas personas que ostentan el poder; el gobierno y los partidos de oposición han demostrado una vez más que estos velan por intereses personales y no los del pueblo.

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