Por Olmedo Beluche
Ciudadano, ciudadana, compañeros y compañeras gremialistas y sindicalistas, asalariados y desempleados: ¡Cuidado! ¡El 5 de mayo se deciden muchas cosas que te afectarán directamente! En esas elecciones se decide quién gobernará el país, quién tomará las decisiones en política económica y social. Se decide quién, qué clase social pagará la crisis que deja el gobierno de Cortizo-PRD-Molirena.
O vuelve a gobernar un lacayo de la oligarquía financiera, o un gobierno salido de las luchas populares
El sufragio decidirá si vuelve a dirigir la nación un presidente al servicio de los grandes capitalistas, de los banqueros y comerciantes, de las empresas extranjeras que nos saquean; o si, por el contrario, dirigirá por primera vez en la historia de Panamá un gobierno salido de las entrañas del movimiento popular, de las grandes gestas de julio de 2022, y de octubre y noviembre de 2023.
El pueblo debe decidir si repite el error de elegir un candidato de los partidos políticos de la burguesía, que gobierne contra el pueblo y a favor de los ricos; o si elige un gobierno de los sectores populares que siempre han luchado en las calles, como lo hicieron en julio de 2022, cuando pelearon contra los altos precios de la comida, el combustible y las medicinas; un gobierno de quienes lucharon en las calles contra el contrato minero inconstitucional y vendepatria, en octubre-noviembre de 2023, y que siguen luchando por mejores condiciones de vida para el pueblo panameño.
La votación, el 5 de mayo, va a dirimir si se elige a un gobierno que en el Diálogo de Penonomé representó las voces de las dos alianzas populares y el movimiento indígena; voces que demostraron quiénes eran los beneficiarios de las alzas de precios y cómo funcionaban los monopolios y la oligarquía que controlan la comida y las medicinas; un gobierno que por salir de las luchas y las entrañas del movimiento popular, dirija teniendo como prioridad una vida digna para el pueblo, que necesita empleo, salarios dignos, agua, seguridad, transporte público, recolección eficiente de la basura y respeto a los derechos humanos de todos y todas.
La otra opción es elegir a un representante de los monopolios del combustible, de la comida y de las medicinas, por lo cual gobernará para que ellos sigan ganando a costa del sufrimiento del pueblo panameño.
El dilema electoral: o se elige a un agente de Minera Panamá, o a quienes lucharon contra el contrato minero
El 5 de mayo se decide si siguen gobernando los vendepatrias al servicio de la minería metálica que amenaza nuestra naturaleza: como “Gabi” Carrizo (abogado de Petaquilla Gold); como Rómulo Roux (abogado de Minera Panamá); como J. R. Mulino (que con Martinelli disparó a los indígenas que se oponían a la venta de Cerro Colorado, en 2011); como Ricardo Lombana (cuyo vicepresidente Michael Chen apoyó el contrato inconstitucional); como Martín Torrijos (que aprobó el contrato minero original en 1997 siendo viceministro de Gobierno de Pérez Balladares y luego como presidente de la república mantuvo el contrato sin cambios); como Melitón Arrocha (que apoya la continuidad de la mina de Donoso).
Tu voto decide, por el contrario, si gobiernan Maribel Gordón y Richard Morales, a los que viste luchando en las calles consecuentemente contra el contrato minero, desde el primero hasta el último día, y que, por ello, serán consecuentes en hacer respetar la voz del pueblo que gritó: ¡El oro de Panamá es verde!
¿Quién debe pagar la crisis? ¿El pueblo como siempre, o los millonarios?
Compañero, compañera, usted sabe el estado desastroso en que Laurentino Cortizo y el PRD-Molirena dejan la economía panameña: un altísimo endeudamiento público (más de 50 mil millones de dólares) pero que nadie sabe en qué se lo han gastado, pues la basura no se recoge, gran parte de las ciudades no tienen agua, los metrobuses están dañados, las calles están rotas, no hay medicinas, las jubilaciones se tambalean, no hay empleos, las escuelas están destartaladas.
La crisis es de tal nivel que las instituciones al servicio del capital financiero internacional dan voces de alarma y quitan el “grado de inversión” a Panamá, lo cual habitualmente no nos debe preocupar a los asalariados, pues es un criterio que solo beneficia a los banqueros. Pero el problema es que esos pronunciamientos vienen acompañados de una palabreja que es una amenaza contra la clase trabajadora y los pobres: “austeridad”.
No nos engañemos, la “austeridad” no va a ser para los ricos, la austeridad no va a ser para parar la corrupción, la austeridad no va a ser para detener los negociados entre políticos y empresarios si gobierna un presidente al servicio de los capitalistas, la austeridad va a ser contra los y las trabajadores, contra los empleados públicos, contra los educadores, contra los servicios públicos (agua, basura, transporte), contra la salud y la educación.
Si gobiernan los Carrizo, los Mulino, los Torrijos, los Roux, los Lombana, los Arrocha, el sufrimiento para el pueblo panameño va a ser peor de lo que ya es con Cortizo, pues el plan de austeridad va a ser hecho contra los de abajo, los explotados. Van a ser despedidos miles de empleados públicos, se va a atacar a los gremios y sindicatos, no va a haber dinero para educación y salud, pues se lo van a gastar en pagar deuda a los bancos a costa de los derechos sociales.
¡Qué la crisis la paguen los ricos y las empresas exoneradas!
Hay una sola propuesta que puede evitar que los platos rotos de 35 años de pésimos gobiernos neoliberales los pague el pueblo panameño: la nómina Gordón-Morales, porque es la única que propone resolver los problemas sociales haciendo que los recursos salgan de los bolsillos de los que más tienen, mediante una reforma fiscal: que encarcele a los evasores que se roban los impuestos; que haga pagar impuestos al montón de grandes empresas nacionales y extranjeras que lucran de la posición geográfica y están “exoneradas” de impuestos (como los puertos, Zona Libre de Colón, las Zonas Especiales, etc.); y que paguen más impuesto sobre la renta quienes más ganan.
Esa es la disyuntiva que se decide el 5 de mayo: o la crisis la paga el pueblo, como siempre; o la crisis la pagan las grandes empresas transnacionales y nacionales, así como los millonarios. Sólo hay una opción capaz de luchar por la segunda posibilidad: la nómina de Maribel Gordón y Richard Morales. Los demás hace promesas bonitas, pero terminarán engañando a sus votantes, como siempre.
Cuidado con la trampa de Lombana
Las encuestas indican que hay un sector de la población compuesto por jóvenes y capas medias con cierto grado de educación que están siendo engañados al creer que votando a Ricardo Lombana votan por un proyecto “progresista”, pero están equivocados, cometen un error. Lombana, como el camaleón, parece ser “independiente”, pero está financiado por grandes empresarios ligados a la familia Motta y la directiva del Banco General; Lombana se disfraza de “progre”, pero postuló a Edison Broce a la alcaldía de Panamá, una persona vinculada a la extrema derecha fascistoide del partido Vox, de España.
Algunas personas que defienden el avance de los derechos humanos pretenden votar erróneamente por Lombana, pero Lombana como candidato, cada vez que habla lo hace contra los derechos humanos, contra los avances alcanzados en materia de igualdad y equidad de las mujeres, por eso ataca el enfoque de género, que no es más que un concepto de las ciencias sociales para medir las diferencias existentes entre los sexos en materia de igualdad social, económica y legal.
Lombana demagógicamente ataca los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, que no son más que los compromisos de los estados para avanzar en todo tipo de derechos que combatan las desigualdades económicas, sociales y legales. Lombana ataca los derechos humanos de las personas que se identifican como parte del colectivo LGBTi, avalando la discriminación que sufren estas personas, así como se opone al matrimonio igualitario, con un discurso cada vez más conservador y retrógrado.
El pueblo panameño tiene una alternativa de carne y hueso el 5 de Mayo: CASILLA 11
Ciudadanos, ciudadanas, compañeros y compañeras, gremialistas y sindicalistas, NO nos dejemos llevar por la miopía sectaria que transpiran algunos: en estas elecciones NO son iguales todos los candidatos, NO son iguales todas las propuestas; el 5 de mayo hay un proyecto político DISTINTO, ALTERNATIVO, RUPTURISTA con el régimen oligárquico y corrupto, es la nómina MARIBEL GORDÓN (Presidenta) y RICHARD MORALES (vicepresidente). GANCHO AL 11.
Votemos por un nuevo proyecto de país que iremos construyendo a mediano plazo
Compañero, compañera, que no te bajen la moral, que no te engatusen con el supuesto “voto útil” (el voto inútil, porque no cambia nada), con el cuento de “votar a ganador” (que es votar a tus enemigos de clase, a los que te empobrecen). El voto a Maribel Gordón y Richard Morales: ES EL VOTO POR UN PROYECTO DE PAÍS A MEDIANO PLAZO.
Estamos construyendo una propuesta política que no se agota el 5 de mayo, sino que seguimos fortaleciendo después de la votación, porque aspiramos a un cambio profundo del país por el que seguiremos luchando hasta que se haga realidad. El 5 de mayo, con nuestro voto por la nómina Maribel Gordón y Richard Morales demostraremos que Sí se puede, que otro Panamá más justo y digno, es posible.