José Raúl Mulino y Ricardo Martinelli

Por Olmedo Beluche

Nos parece que las lecturas negativas y derrotistas de los resultados electorales del domingo 5 de mayo de 2024, son esencialmente equivocadas. Para ciertos analistas la interpretación de la votación es que la gente se inclinó por proyecto de derechas, corrupto y con ribetes fascistoides. Creo que hay que diferenciar entre las candidaturas, sus programas y el imaginario con que los votantes han acudido a las urnas.

El resultado electoral debe leerse en clave positiva: la gente acudió en masa a expresar su repudio al gobierno de Laurentino Cortizo, a su vicepresidente y candidato presidencial, José Gabriel Carrizo, y al oficialismo encarnado en el Partido Revolucionario Democrático (PRD). La ciudadanía le dio una paliza fenomenal a un gobierno de derechas, antipopular, antinacional, al servicio de los banqueros y de la embajada de Estados Unidos, encabezado por Cortizo.

El resultado electoral, el peor en la historia del otrora poderoso PRD, muestra a las claras que la ciudadanía acudió en masa a votar, el mayor porcentaje de participación en décadas, para emitir un VOTO CASTIGO al gobierno responsable del desastre social, económico, ambiental y político en que está el país.

El pueblo CASTIGÓ como merecen a Cortizo, a Carrizo y al PRD por 5 años de miseria agravada por la gestión desastrosa de la pandemia de la COVID-19, por la pérdida de decenas de miles de empleos, quiebra de pequeñas y medianas empresas, por la generalización del desempleo y la informalidad, por la crisis de la salud y educación públicas, por la falta de agua en enormes zonas del país, por el pésimo servicio eléctrico y de recolección de basura.

El pueblo le dio el CASTIGO merecido a un gobierno corrupto que intentó regalar la riqueza natural y mineral a First Quantum M., a un gobierno que ha duplicado la deuda pública sin que se vean las obras, y que ahora nos quiere condenar a la “austeridad” para pagarle a sus amigos banqueros y financistas. El pueblo CASTIGÓ a un gobierno corrupto que ha agravado la crisis de la Caja de Seguro Social y de las jubilaciones, y que se negó a darle un aumento a los pensionados.

El pueblo panameño expresó ese castigo electoral a través de diversas candidaturas. Los sectores más golpeados por el desempleo y la pobreza castigaron al gobierno votando por José R. Mulino y su promesa de “más chenchen”. Sectores de capas medias expresaron su castigo votando por Ricardo Lombana. La juventud que luchó contra el contrato minero expresó su castigo votando con los candidatos de Vamos, lo que explica su enorme éxito electoral. Los torrijistas y perredistas hartos de este gobierno castigaron votando con Martín Torrijos o Zulay Rodríguez. Una fracción más conservadora castigó votando a Rómulo Roux y el panameñismo.

Una vanguardia popular que luchó en estos años contra las imposiciones del gobierno Cortizo-Carrizo-PRD, expresó su Voto Castigo con la nómina Maribel Gordón – Richard Morales, la cual duplicó la cantidad de votos obtenidos por anteriores propuestas electorales de la izquierda panameña, consolidando una alternativa bien estructurada a nivel nacional con mucho futuro.

Por supuesto, la mayoría del electorado escogió erróneamente emitir el castigo a través de candidatos que, por pertenecer a diversas facciones de la burguesía nacional, en realidad van a actuar contra las expectativas de la gente y contra sus propios intereses sociales y económicos de las clases populares. Pero ese es el problema de cómo se forma la conciencia política de la gente, basado en el sentido común que madura en base al ensayo y error, no en base a un razonamiento completamente lógico o científico.

¿Cuánto va a durar la “luna de miel” con el gobierno de Mulino por parte de un sector del pueblo panameño? Creemos que poco, porque la crisis económica y las recetas neoliberales pronto lo pondrán en ruta de choque contra el pueblo. Pero hay otra parte significativa de la población, dos tercios, que no votó a Mulino y lo identifica como una fracción corrupta de la burguesía nacional dirigida por el nefasto Ricardo Martinelli. Ese sector mayoritario de la ciudadanía ya somos oposición a Mulino antes de que se siente en la silla.

¿Qué papel va a jugar Lombana y los diputados/as independientes de Vamos en el próximo período cuando empiecen a plantearse las reformas a la Caja o decidir el futuro de la mina de Donoso, o el despido de empleados públicos? Ya se verá. Pero es claro que la lucha consecuente contra las medidas neoliberales conduce hacia una ruptura con el sistema político capitalista y corrupto.

La crisis global del capitalismo, sus rasgos cada vez más antidemocráticos, para imponer todavía más desigualdad social en el país y el mundo, no dan mucho margen para sostener ilusiones en que esto se solucione sin luchas y porque simplemente se “elijan a los mejores”.

Por esa razón, la trocha abierta por la candidatura presidencial de la profesora Maribel Gordón y Richard Morales tiene futuro, porque la necesidad de luchar por una Vida Digna seguirá estando vigente para el pueblo panameño. El trabajo unitario, democrático y paciente va dando resultados, poco a poco, pero de manera inexorable.

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