Por Hugo Cedeño

El gobierno social demócrata de 1982 dio a conocer por primera vez esa cosa tan dañina como era la reforma fiscal, fruto del acuerdo con el FMI. En abril de 1984 hubo un levantamiento popular que fue masacrado por el gobierno de Jorge Blanco. Se impuso la impunidad de los asesinos. Algunos están en el gobierno actual. Ahora son multi millonarios.

Recientemente, Luiis Abinader, el multimillonario presidente dominicano, pensó que por haber logrado la reelección, (hace dos meses), tener la mayoría en el congreso y  asesores alcahuetes , podía imponer su paquetazo fiscal, ( lo propuso en octubre 7). No necesitamos explicar en qué consisten estas medidas porque no hay país del continente que no las conozca. Sobre todo por sus mortales efectos. Es decir, hacer los de abajo más jodidos para beneficio de los que están arriba. Como dice el merengue dominicano "los que gustan agarrar los mango bajitos". 

Pero resultó que el pueblo dominicano no tiene nada de pendejo. Sabe por experiencia, que por más palabritas chévere que usen los economistas del régimen, con eso de reformas fiscales no puede estar de acuerdo, porque las anteriores fueron bastantes perjudiciales.  Lo cierto es que todos los sectores de clases comenzaron a manifestar su oposición. La clase media saco sus cacerolas viejas y salió a tocarlas con cucharas y tenedores. Algunos músicos tocaron timbales, güiras tamboras y otros improvisaron canciones a ritmo de merengues en  altoparlantes. Los choferes con bocinas y el  "abajo el paquetazo" se adueñó del ambiente nacional, (esto empezó el mismo día del anuncio).

La reacción de Abinader fue nombrar comisiones, llamando al diálogo, mientras los congresistas hicieron "vista pública" sobre el proyecto de Ley. Se anotaron para hablar más de un centenar. Todos se opusieron.  "Les salió el tiro por la culata". Fuera del congreso cientos de jóvenes de todos los estratos sociales se manifestaron.  La banda de consejeros del mandatario se dio cuenta que "una cosa piensa el burro (Abinader) y otra quien lo apareja (el pueblo en lucha)".

Este 19 de octubre, tras varios día de  movilizaciones constantes, el presidente, habló a la nación,  no para seguir justificando su plan, sino retirando del congreso su proyecto de reforma fiscal. Inmediatamente, el pueblo colmo las calles, celebrando el anuncio, no como un acto de buena fe del señor Abinader, sino como una victoria, fruto de su movilización, unidad y resistencia.

Quienes valoramos ese éxito lo medimos tomando como método de análisis la lucha de clases. Es decir, el paquetazo, unificó una diversidad de sectores nacionales  alrededor de "fuera la reforma fiscal", sin reuniones previas , ni firmas entre direcciones, pero con el método de las movilizaciones y protestas. Es decir, con el que reivindicamos los marxistas revolucionarios. Con los reformistas y hasta la derecha podemos coincidir, esto es natural, en una o varias consignas, pero su método es el diálogo y la concertación. Si las masas imponen el camino de la lucha eso sectores o rompen con ellas o se integran a regañadientes.

Creo que parte de esta situación se pudo hacer dado en la derrota al gobierno y su odiado partido PRM.  Ya las aguas revueltas volvieron a su caudal, algunos agradecen al presidente el retiro y lo felicitan, como los empresarios, la cúpulas religiosas, los propios congresistas de su partido, los partidos de derecha , periodistas sobreados (por los sobres de dinero que reciben"  y funcionarios bienpagaos, pero el pueblo sigue cantando "victoria", "lo derrotamos", fortaleciendo la idea de que desde las calles puede debilitar al gobierno hasta quitarlo del medio si sigue jodiendo.

Un largo camino queda a los revolucionarios(as) dominicanos(as) seguir la lucha por superar la orfandad de direcciones socialistas que marchen junto al proletariado y demás oprimidos y explotados hasta derrotar  al imperio burgués e imponer un régimen donde sean los oprimidos quienes dirijan.

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