Por David Miller
La escandalosa ruptura de la alianza entre Donald Trump y Elon Musk, era previsible. Son muchos los intereses en juego. No son intereses contradictorios, sino que la diferencia entre ambos esta en el ritmo y momento de aplicación del ajuste.
Para aprobar su plan presupuestario y fiscal, Trump tuvo que ir en persona a cabildear y llegar a un acuerdo con los congresistas demócratas, para negociar un punto intermedio del ajuste, que satisficiera a moros y cristianos. Este fue el punto de ruptura entre Trump y Musk.
El problema es que, si bien es cierto que Trump aspira a construir un nuevo régimen bonapartista – ha avanzado bastante—, muchas cosas dependen de la aceptación del pueblo de Estados Unidos. Las principales decisiones todavía pasan por el control del Congreso.
Los congresistas y senadores todavía se eligen en votaciones democráticas. Entonces, el futuro del proyecto bonapartista de Trump, contradictoriamente, depende de las elecciones. El próximo año son las elecciones de periodo intermedio, donde se renueva parcialmente la Cámara de representantes y el Senado, y muchas gobernaturas estatales.
Por eso Trump, aunque coincide de manera general con Musk en aplicar un riguroso plan de ajustes, teme perder su base social de cara a las elecciones del próximo año. Trump sabe el peligro que representa una revitalización del Partido Demócrata, especialmente de su ala “izquierda” que parece fortalecerse en esta coyuntura
Los problemas del proyecto bonapartista de Trump
Donald Trump representa a un sector de la burguesía consciente del agotamiento del sistema democrático, basado en el bipartidismo, y por lo tanto apoya y promueve un gobierno mas autoritario, que resuelva con mano de hierro la crisis de Estados Unidos. Por el momento Trump tiene una apretada mayoría en el Congreso.
No obstante, --aunque gobierna por medio de las llamadas “ordenes ejecutivas”, es decir, por decretos-- aspira a zafarse del control del Congreso, y que elimine el famoso control de “pesos y contrapesos”. Es la única manera de competir económicamente y negociar a nivel internacional con los regímenes centralizados y autoritarios de Putin en Rusia y de Xi Ping en China.
Durante la campaña electoral Trump prometió a las masas trabajadoras devolver los niveles de vida perdidos, mejorar los salarios, parar la inflación, expulsar a los migrantes que saturaban los servicios públicos de salud y educación, etc. Con ese discurso demagógico, conquistó una leve mayoría que le permitió reelegirse como presidente de Estados Unidos. Si Trump pierde esa leve mayoría dentro del Congreso, todo su proyecto bonapartista se desploma. Si aplicaba íntegramente el plan de ajustes de Musk, sufriría una aplastante derrota en las elecciones de periodo intermedio. Trump ya enfrenta una caída en las encuestas, un deterioro de su capital político que se agravará mucho mas cuando la población resienta los recortes de su plan fiscal.
El riguroso ajuste propuesto por Elon Musk
Uno de los grandes puntos de coincidencia entre Trump y Musk, fue la creación del del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) para revisar los gastos del gobierno federal. Bajo el pretexto de combatir el despilfarro y la burocracia, Musk presentó una lista de entidades que debían eliminarse o reducirse.
En realidad, para poder cumplir la promesa de reducción de impuestos a las grandes corporaciones, necesitaban hacer muchos recortes de gastos. El punto de ruptura entre Musk y Trump fue la cantidad de recortes y el momento de aplicarlos.
La creación del Partido América
A pesar de una corta reconciliación con Trump, Musk volvió a criticar el presupuesto aprobado por el Congreso, y promulgado como ley el pasado 4 de julio, conocido como “Gran y hermoso proyecto de ley” ('One Big Beautiful Bill Act'), argumentando que aumentaría la deuda de Estados Unidos en 3,4 billones de dólares en una década y ello conllevaría a una “esclavitud de la deuda"
Desde que compro Twitter (ahora X) era muy claro que Musk utilizaría esa plataforma digital con fines políticos. Uno de ellos fue garantizar la victoria de Trump. Ahora esta utilizando X para promover la creación de un tercer partido, el llamado Partido América.
Las encuestas generales indican que mas de la mitad del electorado apoya la creación de un nuevo tercer partido, para terminar con el bipartidismo. Musk esta tratando de explotar el sentimiento de hartazgo políticos de las amplias masas, ha llegado a catalogar la democracia estadounidense como de “partido único”, con dos alas o piernas: una republicana y otra demócrata. Todo para crear las condiciones de un tercer partido político.
La propuesta de Musk de crear un tercer partido, molestó mucho a Trump: "Me entristece ver cómo Elon Musk 'ha descarrilado' por completo, convirtiéndose esencialmente en una BASURA DE TREN durante las últimas cinco semanas. Incluso quiere iniciar un Tercer Partido Político, a pesar del hecho de que nunca han tenido éxito en Estados Unidos. El Sistema no parece diseñado para ellos (…) Ya tenemos suficiente con los demócratas de izquierda radical, que han perdido la confianza y la cabeza".
El objetivo: crear una “fuerza concentrada” dentro del Congreso
La Constitución de Estados Unidos establece que solo las personas que nacen en su territorio pueden ser candidatos a la presidencia. Por lo tanto, Musk, que nació en Sudáfrica, no puede ser candidato a presidente, pero si puede ser candidato a representante, senador o gobernador. Bueno, si ICE no lo deporta antes.
No sabemos si Musk logrará vencer los numerosos obstáculos legales para crear el Partido América. Lo que, si está claro es que la nueva fuerza política seria de orientación supremacista blanca, de ultraderecha, matizada con un discurso populista, como lo fue en su momento el Tea Party, una corriente ultra del Partido Republicano.
Al parecer, una de las metas de Musk es financiar la campaña del ala tradicional del Partido Republicano, que se oponen al control de Trump. "A cada miembro del Congreso que hizo campaña sobre reducir el gasto público y que inmediatamente votó a favor del mayor incremento de la deuda de la historia, debería caérsele la cara de vergüenza. Y perderán sus primarias el año que viene, aunque sea lo último que haga en esta Tierra"
Musk está claro que, por el momento, mientras persista el fenómeno político de Trump, no podrá conquistar a la mayoría del electorado, por eso se refirió a crear “una fuerza concentrada”.
Musk dijo que “la forma en que vamos a romper el sistema unipartidista es utilizando una variante de cómo Epaminondas destrozó el mito de la invencibilidad espartana en Leuctra: Fuerza extremadamente concentrada en un lugar preciso del campo de batalla".
Y por si queda alguna duda, el mismo Musk confirma nuestro análisis: “Apoyar a un candidato a la Presidencia no está fuera de cuestión, pero el foco para los próximos 12 meses está en la Cámara y el Senado".
Musk piensa librar su batalla dentro del Congreso, explotando el descontento social que creará la aplicación del presupuesto de Trump, arrebatando la bandera de la oposición para restarle votos al Partido Demócrata, y abortar el fortalecimiento de su ala izquierda
Ante el debilitamiento previsible de la administración Trump, se fortalecerán, por un lado, un polo de ultraderecha con el Partido América y, por el otro lado, el polo de “izquierda” proveniente del electorado demócrata.
La batalla por las elecciones de periodo intermedio en Estados Unidos acaba de comenzar. El futuro del régimen democrático dependerá, en gran medida, de las movilizaciones y de los resultados de esta reñida elección.