Por Orson Mojica
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha puesto las relaciones internacionales patas para arriba. La decadencia de Estados Unidos, obliga a Trump a impulsar un programa que combina el temporal “aislacionismo” en el plano internacional, abandonando algunos roles de gendarme mundial, con la aplicación de ajuste económico que reduzca el déficit fiscal de Estados Unidos por medio de la reducción de gastos, incluidos, por supuesto, los gastos militares.
El “pacifismo” de Trump tiene su origen, como siempre ocurre, en una base económica. El reacomodo de piezas en el plano internacional, le obliga a negociar desesperadamente la paz con Rusia en Ucrania, a cualquier costo, incluso si implica la partición de ese país, dándole una patada en el trasero al gobierno títere de Zelensky.
El final de la guerra en Ucrania
Después de tres años de guerra, en la que Estados Unidos afirma haber gastado 350,000 millones de dólares, más 150.000 aportados por los países de la Unión Europea (UE), el gobierno de Zelensky se sostiene a duras penas, ante el embate militar del ejército ruso. Toda la propaganda engañosa difundida por los grandes medios de comunicación, sobre la derrota militar de Rusia, y una ahora imposible victoria de Ucrania, ha desaparecido de los titulares de la prensa.
Esta dura realidad obligó al gobierno de Zelensky a abandonar su posición de que nunca negociaría con el gobierno de Putin. Ahora acepta negociar, pero exigiendo condiciones que, evidentemente, no tiene fuerzas para imponer en la mesa de negociaciones.
Zelensky desesperado, liga el futuro de Europa a Ucrania
Zelensky, acostumbrado al ambiente de confrontación de la “guerra fría”, intenta recuperar el rol de “héroe” que se enfrentaba a Rusia. Ha maniobrado y readecuado su discurso, ligando el futuro de Europa al destino de Ucrania, procurando conmover a las potencias imperialistas de Europa para que no lo abandonen a su suerte, en el momento en que la administración Trump está empeñada en negociar la paz con Rusia, sin que Zelensky obtenga las “garantías de seguridad” que tanto reclama. Incluso, pretende navegar en medio de las contradicciones entre Estados Unidos y Europa
En tono de amargura, Zelensky dijo: “¿Pero a alguien en EE.UU. le preocupa que Europa pueda algún día abandonarles o dejar de ser su aliada? La respuesta es no. Washington no cree que Europa pueda aportarles nada verdaderamente significativo (…) Europa no puede permitirse ser la segunda o tercera en la cola de sus aliados. Si eso ocurre, el mundo empezará a avanzar sin Europa, y ese es un mundo que no será cómodo ni beneficioso para los europeos” (22&01/2025)
En una rueda de prensa en el Foro Económico Mundial de Davos, Zelensky se quejó del engaño de Estados Unidos y de la UE. "Por parte de algunos Estados, creo que no fue una política muy transparente desde el principio, no nos apoyaron en la OTAN. Y esas fueron solo palabras falsas de que: 'Sí, Ucrania estará en la OTAN'. No fue justo para Ucrania ni para los ucranianos. Y también fue deshonesto por parte de nuestros líderes, cuando algunos de nuestros líderes dijeron y prometieron que estaríamos en la OTAN", dijo Zelenski. (22/01/2025)
Trump quiere el 100% de los recursos naturales de Ucrania
Para ganarse los favores de Trump, Zelensky tuvo la osadía de ofrecer, a inicios de febrero, los minerales y tierras raras de Ucrania, para que fuesen explotadas por Estados Unidos.
Trump, en su campaña electoral se pronunció a favor de negociar la paz en Ucrania. Las declaraciones de Trump sobre el tema, son reiterativas: “Realmente, tenemos que acabar con esa guerra. Esa guerra es horrible. Y no estoy hablando de economía. [...] No estoy hablando de recursos naturales. Solo estoy hablando de que hay tanta gente joven que está siendo asesinada en esta guerra. (…) Ucrania está lista para llegar a un acuerdo. […] Es una guerra que nunca debería haber comenzado, si yo hubiese sido el presidente, esto nunca habría comenzado".
Por eso observamos que Trump se refirió a los “recursos naturales”. Trump reclamó el 50% de los minerales y tierras raras de Ucrania, a cambio de 500.000 millones de dólares que supuestamente Estados Unidos ha gastado en los tres años de guerra.
Trump dijo: “Quiero tener nuestro dinero asegurado, porque estamos gastando cientos de miles de millones de dólares, el equivalente como 500.000 millones de dólares en tierras raras".
Debido a las reticencias de Zelensky a firmar la entrega de los minerales, Trump pasó a la ofensiva con su estilo característico: acusó a Zelensky de “pequeño dictador” que no convocaba a elecciones, y que solo gozaba con el 4% de apoyo popular, de ser un presidente incompetente, etc, etc. Pero a Zelensky le salió el tiro por la culata, porque Trump después exigió que fuera el 100% de todos los recursos naturales de Ucrania
Después de un corto intercambio de declaraciones y ataques mutuos, Zelensky se centró en el problema principal: "La única cuestión es qué garantías de seguridad ofrece y, sinceramente, quiero llegar a un acuerdo [con Trump] antes de iniciar las negociaciones [con Putin]", señaló. "Si [Trump] puede garantizar una seguridad sólida e irreversible para Ucrania, avanzaremos por esa vía diplomática". (23/01/2025)
El problema es que las garantías de seguridad que pide Zelensky, implicarían que Estados Unidos debe continuar gastando miles de millones de dólares, para sostener el debilitado ejercito de Ucrania. Y Trump, como hemos explicado, está urgido de bajar los gastos militares para reducir el déficit fiscal.
Negociaciones en Arabia Saudita
Casi nadie habla ya de una victoria militar de Ucrania sobre Rusia, ahora todos hablan de las negociaciones de paz. Trump pretende aparecer a nivel mundial como abanderado de la paz. Y dio un golpe de efecto, al anunciar que las primeras negociaciones directas entre Estados Unidos y Rusia sobre Ucrania, se realizaron en Arabia Saudita, una potencia regional en Medio Oriente.
Trump humilló a los europeos al declarar que no participarían en las negociaciones en Arabia Saudita. El general Keith Kellogg, enviado especial de Trump para las negociaciones sobre Ucrania, fue tajante: "Creo que [la participación de la Unión Europea] no va a suceder (…) Lo que no queremos es entrar en una discusión de grupo numeroso".
En respuesta al desaire de Estados Unidos, el presidente de Francia, Enmanuel Macron, convocó a varias mini cumbres de los jefes de Estados de la UE, pero sin resultados claros, aunque se mencionó un posible envío de tropas de la OTAN a Ucrania, un tema que divide a los europeos, y que por supuesto Rusia rechaza tajantemente.
Entre la delegación norteamericana que viajó a Arabia Saudita estaba Marco Rubio, el nuevo Secretario de Estado, quien declaró lo siguiente: "La deshonestidad que ha existido es que, de alguna manera, EE.UU. le hizo creer a la gente que Ucrania sería capaz no solo de derrotar a Rusia, sino de destruirla y hacerla retroceder a lo que era el mundo en 2012 o 2014 [...] Y, como resultado, lo que le han estado pidiendo el último año y medio es que financie un estancamiento prolongado en el que continúa el sufrimiento humano (…) Ucrania ha retrocedido 100 años y su red energética está siendo aniquilada (…) "Este conflicto tiene que terminar y tiene que terminar a través de una negociación".
Las presiones sobre Zelensky han sido tales, que a regañadientes ha tenido que admitir que es inevitable la negociación con Rusia. "Si tuviera la certeza de que EE.UU. y Europa no nos abandonarán y nos apoyarán y nos darán garantías de seguridad, estaría dispuesto a cualquier forma de negociación", declaró Zelenski, (09/02/2025)
La posible partición de Ucrania
Dado el avance militar del ejército de Rusia en el este de Ucrania, y el alto grado de coincidencias entre Trump y Putin, es casi seguro que la parte oriental del territorio de Ucrania y su población ruso parlante, se unirán a Rusia. La existencia de Ucrania como Estado Nacional se debilita.
El 11 de febrero, refiriéndose a las posibles negociaciones entre Ucrania y Rusia, Trump declaró que “puede que lleguen a un acuerdo, puede que no. Puede que algún día sean rusos, o puede que algún día no lo sean. Pero vamos a tener todo este dinero ahí y digo que lo quiero de vuelta”.
En pocas palabras, Trump dejó abierta la opción que Rusia finalmente recupere el control del conjunto de Ucrania. Y debido a las reticencias de Zelensky, Trump aprovechó la oportunidad para ridiculizarlo, llamándolo “(…) Un dictador sin elecciones, es mejor que Zelenskyy actúe rápido o no le quedará ningún país. Mientras tanto, estamos negociando con éxito el fin de la guerra con Rusia, algo que todos admiten que sólo “TRUMP” y la Administración Trump pueden hacer.”
La dirección nacionalista de Zelensky, al haberse convertido en agentes directos del imperialismo europeo y norteamericano, demostraron ser incapaces de sostener la independencia de Ucrania como Estado nacional, al romper la neutralidad que le permitía convivir pacíficamente con Rusia
Que los europeos resuelvan sus problemas
A pesar que el ejército de Rusia está derrotando militarmente al ejercito de Ucrania, Mark Rutte, secretario general de la OTAN, continuó insistiendo en “(…) debemos asegurarnos de que, en primer lugar, Ucrania esté en la mejor posición posible para iniciar conversaciones, y, en segundo lugar, para asegurarnos de que lo que salga de esas conversaciones, cuando eso ocurra, [...] sea duradero". (12/02/2025)
No obstante, en una reunión en Bruselas, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, declaró lo inverso: "hay que empezar a reconocer que volver a las fronteras de Ucrania anteriores a 2014 es un objetivo poco realista". “Perseguir esta meta ilusoria solo prolongará la guerra y causará más sufrimiento (…) salvaguardar la seguridad europea debe ser un imperativo para los miembros europeos de la OTAN, y corresponde a Europa proporcionar la mayor parte de la futura ayuda letal y no letal a Ucrania".
Más claro, imposible. La crisis de Estados Unidos es tan profunda que obliga a Trump a abandonar posiciones en el este de Europa, volviendo al esquema de áreas de influencia de las superpotencias, aunque no renuncia a quedarse con el 100% de los minerales de la parte occidental de Ucrania, la que quedaría convertida en una simple colonia, saqueada por transnacionales norteamericanas.