La lucha de indígenas y trabajadores: alianza perfecta contra la crisis capitalista.
En esta primera quincena de Febrero se han producido dos hechos relevantes en Centroamérica: la lucha de las etnias Ngäbe y Buglé en Panamá, contra las empresas transnacionales mineras, y la convocatoria de las centrales sindicales de Costa Rica a realizar un paro nacional de 24 horas, reclamando aumento de salarios.
En los últimos dos años, los indígenas de las etnias Ngäbe y Buglé han venido librando una batalla ejemplar por la defensa del medio ambiente, ante la voracidad destructora de las transnacionales mineras, que cuentan con la complicidad del gobierno del millonario Ricardo Martinelli.
La reciente lucha que acaba de finalizar tiene como antecedente inmediato las batallas libradas a mediados del año 2010, contra la aprobación de la Ley No 30, conocida como Ley Chorizo, que, entre otros aspectos, subrepticiamente destruía el patrimonio natural de las comunidades indígenas. Miles de indígenas y campesinos salieron a las calles de la provincia de Bocas de Toro, y se libraron fieros combates callejeros en Changuinola contra la Policía. A la protesta se sumaron los trabajadores de la construcción agrupados en el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares de Panamá (SUNTRACS) y del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Banano (SITRAIBANA).
El proyecto de Código Minero fue derrotado por la movilización de las etnias Ngäbe y Buglé, pero, después de una serie de acuerdos, siendo el mas importante el firmado en San Félix el día 27 de febrero de 2011, el gobierno de Martinelli volvió a la carga con el proyecto de Ley No 415, desechando el compromiso de cancelar las concesiones a empresas para el desarrollo de proyectos mineros e hidroeléctricos dentro de la Comarca Ngöbe Buglé, áreas anexas, territorios y comunidades Ngöbe fuera de la comarca.
Y nuevamente las etnias salieron a movilizarse, bloqueando carreteras y abriendo una profunda crisis en el gobierno de Martinelli, acompañadas de los sindicatos de la construcción y bananeros, pero a una nivel mucho menor que el año 2010. La movilización de los indígenas ha hecho retroceder temporalmente al gobierno de Martinelli, pero la lucha por la defensa de la naturaleza adquiera un carácter permanente.
Otra importante pelea están librando los trabajadores costarricenses, quienes convocaron a un paro nacional de 24 horas, este 15 de Febrero, contra el Decretazo de aumento miserable de 5,000 colones (10 dólares), y por un reajuste salarial del 4,14% para los empleados públicos este primer semestre.
Esta es, en el último año, la lucha más importante de los trabajadores en la región centroamericana contra el alto costo de la vida. En toda Centroamérica los índices de inflación son sumamente bajos, debido a la congelación salarial. Lo que es presentado como triunfo de los gobiernos cipayos, en realidad refleja una bajo nivel de consumo, precisamente por que los trabajadores no tienen dinero.
Pero el aumento de 5,000 colones es la punta del iceberg de la ofensiva patronal. El gobierno no solo esta cocinando el Plan Fiscal, que castiga duramente al sector público, congelando salarios y reduciendo plazas de trabajo, sino que también tiene bajo la manga, esperando el momento oportuno, para introducir el proyecto de Ley de Empleo Publico, con el cual pretende eliminar los pluses e incentivos y reclasificar los cargos con salarios únicos.
De éxito del paro nacional del 15 de Febrero dependerá si logramos la ofensiva patronal del gobierno de Laura Chinchilla. Por ello, desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a todos los trabajadores costarricenses a sumarse activamente al paro nacional.
Los indígenas de las Ngäbe y Buglé en Panamá, así como la movilización de los empleados públicos en Costa Rica, muestra las alianzas que debemos realizar en Centroamérica, para combatir los efectos de la crisis del capitalismo.