El fortalecimiento de LIBRE es producto de la crisis económica y social de Honduras
Honduras vive una apabullante crisis económica y social, que golpea a casi todos los estratos sociales, pero con particular dureza se ensaña en los trabajadores y demás sectores populares. Existe un clamor generalizado del pueblo hondureño contra el alto desempleo que obliga de decenas de miles de hondureños a emigrar a Estados Unidos, para buscar el sustento diario de sus familias. Las constantes alzas tienen agobiados quienes se quedan en Honduras soportando los estragos de la crisis económica.
Esta situación ha empeorado en el último periodo, bajo el gobierno de Porfirio Lobo. Este señor comprendió rápidamente que para estabilizar el país, necesitaba forzosamente de la colaboración del expresidente Manuel Zelaya. Por ello, para negociar en una mejor posición, primero mantuvo una actitud intransigente para forzar la transacción, y después apeló a la colaboración política del expresidente Manuel Zelaya. El resultado fue el Acuerdo de Cartagena, avalado por Hugo Chávez.
El plan de Lobo fue sencillo: Manuel Zelaya podría regresar a Honduras y jugar en la política nacional dentro de las normas establecidas por el bipartidismo, pero con una condición: que ayudase a restablecer la tranquilidad social, evitando que el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) encabezara luchas populares. Bajo este silogismo, el gobierno de Porfirio Lobo ha aplicado brutales planes de ajuste que persiguen restaurar la estabilidad económica.
Zelaya cumplió con su parte llamando a la calma social, y a librar la lucha en el plano electoral, pero la crisis económica y social de Honduras es mucho más poderosa que los reaccionarios Acuerdos de Cartegena. Al fundar el Partido Libertad y Refundación, como una nueva versión del liberalismo de izquierda, en medio del contexto de la crisis social, el zelayismo creo mayores expectativas de cambio. Sencillamente, la mayoría del pueblo de Honduras ya no quiere vivir como antes, ansía un cambio y ha encontrado en LIBRE una nueva alternativa política.
Al menos eso reflejan los resultados de las fraudulentas elecciones internas en donde LIBRE ha sacado más de 600,000 votos. Los resultados preliminares de las elecciones internas fueron realmente sorprendentes. Honduras es el único país de Centroamérica que ha institucionalizado las elecciones internas como mecanismo de elección democráticas de los candidatos de los partidos políticos. Quienes impulsaron las elecciones internas como Ley de la republica, argumentaron que era necesario para evitar el caudillismo y democratizar el funcionamiento de los partidos del sistema bipartidista. Pero los resultados provisionales de las internas mostraron la faceta más oscura y siniestra del sistema electoral en Honduras, cuando las propias autoridades del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), denunciaron fraude por parte de los partidos políticos.
El escándelo no se hizo esperar. Las alas reformistas o renovadoras de los partidos Liberal y Nacional, fueron aplastadas en las elecciones internas. En cambio, las alas mas derechistas y golpistas de ambos partidos fueron los que salieron triunfadores en las elecciones internas, cuya veracidad democrática ha sido duramente cuestionada por los candidatos perdedores, como fue el caso de Yani Rosenthal y Ricardo Álvarez. Pareciera que el sector mas duro del bipartidismo cierra filas ante el surgimiento de LIBRE como una alternativa política nacional.
El surgimiento de LIBRE como una opción real de poder no se debe al discurso moderado de Mel Zelaya , o de su esposa Xiomara Castro, sino a la profundidad de la crisis económica y social que destroza a Honduras. Hoy más que nunca la izquierda y la dirigencia obrera y popular que apoya y participa en LIBRE, debe reflexionar sobre las enormes debilidades del programa democrático burgués de esa organización, sobre la necesidad de cambiar esa dirección y poner al frente a los mejores lideres obreros, campesinos y populares.