En América Latina los trabajadores de las pequeñas islas de Guadalupe y Martinica durante dos meses de lucha callejera dieron el ejemplo de cómo se debe combatir la crisis del capitalismo: con la huelga general y la movilización obrera y popular.

En el caso de los países que conforman la nación centroamericana, la crisis mundial ha afectado directamente los niveles de empleo en la industria maquilera, se han reducido drásticamente las exportaciones y se han disminuido las remesas de nuestros hermanos que trabajan en los Estados Unidos. Incluso, hasta la industria del turismo ha experimentado una abrupta caída.

Todos los países centroamericanos tienen el mercado de los Estados Unidos como destino final de sus productos, el cual ha disminuido las importaciones, pero también se pierde de vista que en los últimos años se ha producido un mayor proceso de integración económica entre los países centroamericanos, lo que hace que estemos doblemente unidos y afectados por la crisis mundial. Se ha producido un descenso en el intercambio regional, afectando también el empleo y las migraciones laborales.

En términos generales, con algunas diferencias, en todos los países se está acumulando el descontento social y el agravamiento de los problemas presupuestarios para los diferentes gobiernos, que comienzan a tener problemas de falta de dinero para sostener los raquíticos programas de asistencialismo social, especialmente en los casos de Guatemala, Honduras y Nicaragua que se autodenominan de “izquierda” o “progresistas”.

El aumento del desempleo ha traído como consecuencia inmediata la desmovilización de la protesta social, los sindicatos no están a la cabeza de las luchas. Los empleados públicos componen actualmente el contingente más numeroso y mejor organizado de la clase trabajadora centroamericana. El déficit presupuestario de casi todos los gobiernos constituye una amenaza directa sobre el empleo y los salarios en este sector. El vapor continúa acumulándose en la caldera desvencijada del sistema capitalista neocolonial centroamericano.

La crisis viene a reconfirmar por enésima vez que Centroamérica es una sola nación dividida artificialmente en pequeños Estados y países, que están íntimamente relacionados. Este 1º de Mayo la clase trabajadora centroamericana debe hacerse sentir en las calles, elevando los puños, demostrando que somos capaces de sacar a nuestros países de la crisis en que nos ha sumido el sistema capitalista.

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), fundado y reconstituido el pasado 4 de abril, llama a los centrales obreras y sindicatos centroamericanos a marchar unidos, junto a las organizaciones campesinas, populares e indígenas, exigiendo planes concretos a cada gobierno para defender el empleo y aumentar los salarios conforme el costo de la vida. La crisis la deben pagar los ricos y no los trabajadores o los pobres. Para que la clase obrera se convierta en la líder de la lucha por la liberación nacional, necesitamos que los sindicatos y demás organismos populares, sean independientes de los gobiernos de turno, por muy “progresistas” que parezcan. Solo así crearemos las bases para la reunificación de la patria centroamericana bajo un Estado federal socialista.