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Para romper el statu quo reaccionario en Guatemala: ¡¡Llamamos a votar críticamente por Bernardo Arévalo!!

Los resultados de la primera vuelta electoral en Guatemala fueron realmente sorprendentes. El rechazo del pueblo al actual sistema político quedó reflejado en 964,775 votos nulos – casi un millón—y en 388,363 votos en blanco. El verdadero ganador de la primera vuelta fueron el casi millón de votos nulos, por encima de los 888,924 votos obtenidos por la candidata Sandra Torres, del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), que quedó en el primer lugar de votos válidos.

Si bien es cierto para el ciudadano común y corriente, los resultados fueron una agradable sorpresa, para la camarilla gobernante no lo ha sido. Los partidos políticos relacionados con la mafia gobernante vienen aplicando un plan para mantener el statu quo del poder. Estos grupos de poder realizaron cambios antidemocráticos al sistema electoral, inhibieron candidaturas con arraigo popular, como la de Thelma Cabrera del Movimiento de Liberación Popular (MLP) y la del candidato outsider de centro derecha, Carlos Pineda, del partido Prosperidad Ciudadana.

Y una vez que fueron publicados los resultados preliminares de la primera vuelta, comenzaron las zancadillas y golpes bajos, de los grupos que trataron de frenar la participación del candidato Bernardo Arévalo, del partido Semilla, quien había quedado en segundo lugar con 653,486 votos válidos, según los datos oficiales del Tribunal Superior Electoral (TSE).

El primer ataque consistió en interponer recursos de nulidad del resultado electoral preliminar de la primera vuelta, exigir el recuento de votos, paralizando los procedimientos para convocar a la segunda vuelta. Durante tres semanas prevaleció el estupor, la inseguridad y la incertidumbre, sobre hacia donde marchaba Guatemala.

Se hablo de un golpe de Estado técnico y de la supuesta intención del presidente Giammattei de permanecer en el poder en medio del vacío institucional. Para calmar la agitación social, Giammattei dirigió un mensaje a la nación, aclarando que respetaba la Constitución y que no iba a permanecer en la presidencia más allá de los cuatro años de su mandato.

La pelea entre las instituciones del Estado –Corte de Constitucionalidad, Corte Suprema de Justicia y TSE-- fue intensa, con el objetivo de retrasar los resultados oficiales, en una clara intención de, en primer lugar, sacar del juego a Bernardo Arévalo y, en segundo lugar, amarrarlo de pies y manos por si acaso ganaba la segunda vuelta, como parecer ser la tendencia.

Todos los ojos estaban puestos en Guatemala, el país más importante de Centroamérica. Como era de esperarse, el Departamento de Estado expreso su preocupación por el rumbo de los acontecimientos. Se intensificaron las presiones y contrapresiones a nivel nacional e internacional. En las calles, salieron las primeras protestar populares que, aunque no fueron masivas, reflejaban el descontento popular sobre la manipulación del proceso electoral.

Finalmente, el TSE emitió el acuerdo No 1328-2023, el pasado 12 de julio, oficializando los resultados de la primera vuelta, y convocando oficialmente a la segunda vuelta para el 20 de agosto. Se demostró que las acusaciones de fraude electoral eran falsas, ya que después del recuento los resultados a nivel presidencial, de diputados y alcaldes fue el mismo, hubo un cambio de 0,4%.

Para rematar, el ministerio público, controlado por las mafias en el poder, procedió a iniciar una investigación penal y un juez inferior declaro disuelta la personalidad jurídica de Semilla, en abierta violación al artículo 92 de la Ley Electoral de Guatemala, que prohíbe cancelar la personalidad jurídica de cualquier partido, una vez iniciado el proceso electoral. El ministerio publico allanó las oficinas del TSE, profundizando el caos institucional.

Como afirmamos la quincena pasada, se avecinan cambios importantes en Guatemala, un polvorín a punto de estallar. Las fuerzas de la reacción, atrincheradas en las instituciones del Estado, están implementando un plan de resistencia para mantener el statu quo, pero con ello están profundizando la crisis. La cancelación de la personalidad jurídica de Semilla es otra de fase de presiones contra Bernardo Arévalo, que pretende dejar sin partidos a sus diputados dentro del Congreso, para limitar la posibilidad de organizar bloques parlamentarios.

El panorama está bien claro. Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), sin confiar en los candidatos y en el programa tímidamente reformista del partido Semilla, llamamos a cerrar filas en la segunda vuelta, llamamos al voto critico por Bernardo Arévalo. Llamamos al MLP y a la alianza URNG-WINAK a sumarse a esta campaña por el voto critico en la segunda vuelta a favor de Bernardo Arévalo.

Un cambio de gobierno en Guatemala, que rompa la continuidad de gobiernos reaccionarios y el actual statu quo del poder, será un incentivo para reanimar las ilusiones democráticas de las ampliar masas populares y abrirá una brecha para la participación activa de estas en el próximo periodo. La suerte está echada, después vendrá la lucha para exigir que el posible gobierno de Bernardo Arévalo cumpla sus promesas y obligarlo a ir siempre más allá.

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