Por Nahuel Moreno
(Fragmento del libro “Revoluciones del Siglo XX”)
LA EPOCA DE LA REVOLUCION SOCIALISTA INTERNACIONAL
Con la guerra interimperialista de 1914 a 1918 quedó de manifiesto que había terminado la época progresiva, de desarrollo y enriquecimiento de la sociedad bajo el sistema capitalista. A partir de entonces entramos en la época histórica presente: decadencia y empobrecimiento cada vez mayores de la sociedad humana, guerras terribles que destruyen masivamente hombres y fuerzas productivas, y al mismo tiempo, un gran desarrollo de la técnica.
Llega a su fin la época anterior, reformista. De aquí en más, el proletariado y todos los explotados necesitan hacer revoluciones y guerras civiles para terminar con el sistema capitalista en descomposición, es decir con el imperialismo.
Comienza la época de las revoluciones anticapitalistas, obreras o socialistas, que es también la época de las contrarrevoluciones burguesas. La primera revolución obrera triunfante, que inaugura esta nueva época, es la rusa de 1917. Con ella comienza la revolución socialista internacional. Esto significa que por primera vez en la historia no se trata de una suma de revoluciones sino de un solo proceso de enfrentamiento de la revolución y la contrarrevolución a escala de todo el planeta. Las revoluciones nacionales son episodios importantes de este enfrentamiento mundial.
Estudiando el desarrollo del octubre (viejo calendario) ruso, el marxismo revolucionario definió lo que se dio en llamar una revolución "clásica". Eso nos obliga a detenernos en definir a grandes rasgos sus distintas etapas y los fenómenos que en ella se dieron, para después tomarlos como puntos de referencia, comparándolos con los de otras revoluciones que se han dado más tarde y que tuvieron características distintas.
La revolución rusa
La revolución rusa presenta distintos fenómenos. Entre ellos, en los acontecimientos de febrero se combinan características de fundamental importancia.
a) La revolución de febrero:
Sintetizando, la revolución de febrero se caracteriza por lo siguiente:
Primero, es una movilización obrera y popular urbana, de carácter insurreccional, sin dirección política partidaria, aunque los obreros de vanguardia, en especial los educados por los bolcheviques, cumplen un rol de dirección.
Segundo, esta movilización urbana no derrota a las fuerzas armadas sino que solamente provoca una profunda crisis en su seno.
Tercero, por su objetivo inmediato, por la tarea histórica que cumple, es una revolución democrático—burguesa, ya que derroca al zar para instaurar un régimen democrático burgués.
Cuarto, esta revolución democrático-burguesa es parte de la revolución socialista internacional, más concretamente, es parte fundamental de la lucha del proletariado mundial por transformar la guerra imperialista en guerra civil.
Quinto, también es parte de la revolución socialista en la propia Rusia, ya que el poder del zar no era sólo el de los terratenientes sino en gran medida era el poder de la propia burguesía, que había pactado con la monarquía.
Sexto, asimismo es parte de la revolución socialista en Rusia porque al zar lo derrotó la clase obrera como caudilla del pueblo, principalmente de los soldados.
Séptimo, también porque los trabajadores y el pueblo sólo podían solucionar los problemas que los agobiaban si enfrentaban en forma inmediata a los terratenientes y capitalistas, que al caer el zar se habían transformado en los enemigos inmediatos y directos del proletariado.
Octavo, todo lo anterior significaba que la revolución de febrero ponía a la orden del día, como tarea estratégica, hacer una revolución socialista. nacional e internacional, en la medida en que los explotados seguirían en la misma condición si el proceso revolucionario se detenía en las fronteras nacionales, es decir si seguía existiendo un poder burgués.
Noveno, los trabajadores no son conscientes de que la revolución que han llevado a cabo es socialista en los aspectos que hemos señalado y de que por lo tanto les exige avanzar hacia la toma del poder. Después de febrero creen que no es necesario hacer otra revolución. Por eso hemos llamado revolución inconsciente a la de febrero, como lo hizo Trotsky.
Décimo, los partidos reformistas que dirigen al movimiento obrero y de masas, no conformes con defender el régimen burgués y deformar un gobierno con la burguesía, inculcan en el movimiento de masas el respeto a ese régimen y se oponen duramente a la lucha por llevar a cabo la evolución socialista, con el pretexto de que sólo cuando Rusia sea un gran país capitalista se podrá hablar de socialismo; por lo tanto, la primera tarea era, para ellos, desarrollar el capitalismo.
b) El poder dual:
Como producto del triunfo de la revolución de febrero surge un régimen absolutamente distinto del zarista, de amplísimas libertades democráticas, asentado en un ejército en crisis y fundamentalmente en los partidos pequeñoburgueses que dirigen al movimiento de masas. Desaparece la monarquía zarista y pasan a tener un rol central como instituciones de gobierno los partidos obreros y populares dirigidos por la pequeña burguesía. Debido al ascenso revolucionario, este régimen es extremadamente débil. La III Internacional lo definió como un régimen kerenskista, por haber sido Kerensky quien simbolizó sus distintas etapas.
Esta profunda revolución en el régimen político no se reflejó en el carácter del estado, que seguía siendo un instrumento de la burguesía y los terratenientes. No se produjo un cambio en las clases que detentaban el poder del estado.
Pero de cualquier manera, se dio una situación extremadamente crítica con respecto al estado. Esta ya se había dado en otras oportunidades, pero en Rusia, después de febrero de 1917, adquirió un carácter dramático. Se abrió una etapa de subsistencia del estado burgués, pero en crisis completa. Esta crisis fue consecuencia de que el movimiento obrero y de masas, a través de sus propias instituciones, tenía sobre muchos sectores de la sociedad un poder tanto o más efectivo que el del estado burgués. Los órganos de lucha y de poder del movimiento de masas fueron los soviets de obreros, campesinos y soldados, los sindicatos, los comités de fábrica. Los soviets eran organismos de poder "de hecho". En algunos lugares, el pueblo hacía lo que ordenaba el soviet, no lo que ordenaba el gobierno. En otros sitios, era al revés. Por eso se lo denominó poder dual. Este era dinámico, cambiaba. Pero de conjunto, el poder más fuerte, casi el dominante, eran los soviets, no el gobierno capitalista.
El poder soviético se asentaba en la crisis del estado burgués, fundamentalmente la muy profunda de las fuerzas armadas, ya que los soldados no acataban las órdenes y desertaban masivamente del frente. Ante ese estado semidestruido el poder dominante era obrero, campesino y de los soldados.
Definimos el kerenskismo y el poder dual como un régimen, porque son una combinación, aunque muy inestable, de distintas instituciones; el gobierno. la cúpula militar y los partidos burgueses y pequeñoburgueses por un lado; por el otro. los soviets y otras organizaciones obreras y populares.
El poder de la burguesía venía también de los propios soviets, pero en forma indirecta, a través de su dirección. Los socialistas revolucionarios y los mencheviques eran mayoría en los soviets y convencían a los obreros, campesinos y soldados de que tenían que apoyar al gobierno burgués.
c) El golpe de Kornilov
En el transcurso de la revolución rusa se da, por primera vez en la historia (con la única excepción de la represión a la Comuna de París), un golpe contrarrevolucionario de tipo burgués, capitalista. Hubo quienes opinaron que el golpe de Kornilov era prozarista, al servicio de los terratenientes feudales. Trotsky polemizó contra ellos insistiendo en que era un golpe claramente procapitalista y contrarrevolucionario, no profeudal. Este golpe, que no triunfó, anunciaba futuros golpes de la contrarrevolución burguesa que más tarde, desgraciadamente, si triunfaron: los de Mussolini, Chiang Kai Shek, Hitler y Franco.
Con Kornilov surge, pues, un nuevo tipo de contrarrevolución: la contrarrevolución fascista, burguesa, no feudal.
El golpe de Kornilov es derrotado por la movilización de la clase obrera y de los partidos que se reclamaban de los trabajadores, que se unieron para enfrentarlo. Los bolcheviques cambiaron su táctica. Hasta entonces venían centrando todos sus ataques en Kerensky y planteando que debía ser derrocado y que los soviets debían tomar el poder. Pero cuando Kornilov ataca, definen que ese golpe es el gran peligro contrarrevolucionario y llaman a la unidad de todos los partidos obreros y populares, en primer lugar al propio Kerensky, para combatir armas en mano la contrarrevolución de Kornilov. Pasan a un segundo plano el ataque a Kerensky, dejan de plantear su derrocamiento inmediato como lo habían hecho hasta entonces. Pasan a denunciar a Kerensky por ser incapaz de librar una lucha revolucionaria consecuente, apelando a medidas anticapitalistas audaces, transicionales, para derrotar a Kornilov.
d) El gobierno obrero y campesino
Para esa etapa de la revolución Lenín y Trotsky levantaron una posibilidad política y una consigna: que los partidos reformistas (socialistas revolucionarios y mencheviques) tomaran el poder, ya que eran la dirección indiscutida de los soviets. Se trataba de hacer una revolución que cambiara el carácter del estado, construyendo uno nuevo sobre la base de las instituciones soviéticas. Si los partidos reformistas aceptaban la propuesta de Lenin, esa revolución sería pacífica. Al mismo tiempo, si los reformistas lo hacían, los bolcheviques se comprometían a no apelar a la lucha violenta para derrotarlos, sino a la lucha pacífica dentro de los soviets para tratar de conquistar la mayoría, y convertirse así en el partido gobernante de ese nuevo estado, el estado obrero soviético. Esta política de Lenín y Trotsky fue rechazada por los partidos reformistas, que se negaron a llevar a los soviets al poder.
Este planteo ha quedado como una hipótesis teórica llena de perspectivas para el futuro de las luchas revolucionarias, aunque creemos que ha llevado a algunas confusiones sobre el desarrollo y el carácter de dicha política y del tipo de estado que surgiría si tuviera éxito.
e) La revolución de octubre (en el viejo calendario)
Fue una insurrección dirigida y organizada por el partido obrero marxista revolucionario, los bolcheviques. Ganaron la mayoría de los soviets y los condujeron a hacer una revolución contra Kerensky, es decir contra el régimen de febrero y su gobierno e hicieron que los soviets tomaran el poder. Fue definida por Trotsky como una revolución consciente. De esta forma, cambiaron el carácter del estado. A diferencia de la de febrero, con esta revolución no cambió sólo el régimen político, sino el estado: deja de ser un estado al servicio de la burguesía y nace un estado de la clase obrera apoyada en los campesinos y los soldados. No es como febrero una revolución solamente política, sino una revolución social.
Como toda revolución social, la de octubre también es una revolución política, porque inaugura un nuevo tipo de régimen, es decir cambia radicalmente las instituciones que gobiernan. Hasta octubre gobernaban los partidos burgueses y pequeñoburgueses reformistas, apoyándose en el ejército burgués en crisis. A partir de octubre, desaparecen el ejército y la policía de la burguesía y dejan de gobernar los partidos burgueses y pequeñoburgueses reformistas y comienza a dirigir el estado una institución ultra-democrática y que organizaba al conjunto de los explotados: los soviets de obreros, campesinos y soldados. Y al frente de estos nuevos organismos o instituciones de estado se pone el partido bolchevique, que era un partido revolucionario, internacionalista y también profundamente democrático, donde todo se discutía a través de tendencias, fracciones o individualmente y prácticamente nada se votaba por unanimidad.
f) La revolución económica social
Un año después de la revolución de octubre aproximadamente se realiza la expropiación de la burguesía. Fue una medida defensiva del régimen soviético frente al sabotaje económico de los propietarios de las empresas industriales. Si bien la expropiación no es producto de ningún cambio en el carácter del estado y del régimen político, que sigue siendo el poder de la clase obrera y el pueblo (estado) dirigido por soviets acaudillados por el partido bolchevique (régimen), es la gran revolución, porque transforma abruptamente las relaciones sociales de producción. A partir de la expropiación y estatización de las industrias, desaparece la burguesía como clase social y se instaura la economía nacionalizada, planificada y obrera.
Esta revolución, la más importante de todas aunque no se da en la esfera política sino en la económica, se denomina revolución económica social. Es el cambio total del carácter de la economía.
g) La guerra civil
Es el enfrentamiento armado, entre el proletariado y la burguesía. Esta, en unidad con el imperialismo mundial, intenta hacer una contrarrevolución para reinstaurar a los burgueses y terratenientes en la propiedad y en el poder del estado y es derrotada. Durante meses y meses se enfrentan un conjunto de ejércitos reaccionarios, contrarrevolucionarios, ligados a los distintos imperialismos y la intervención de hecho de 21 países capitalistas, contra el Ejército Rojo. La guerra civil es la expresión de la lucha de clases como enfrenta miento entre territorios y ejércitos enemigos, que reflejan a clases distintas. Sólo después del triunfo de la guerra civil se puede decir que surge un gobierno unitario para toda la URSS.
Las otras revoluciones abortadas
Desde la revolución rusa hasta la década del 30, estallan revoluciones similares en distintos países: Alemania, Hungría, las dos primeras revoluciones chinas y la revolución española. En todas ellas, a excepción de España, surgen soviets y actúan partidos revolucionarios internacionalistas de la III Internacional y se producen elementos de guerra civil, es decir encuentros armados entre los partidos de la burguesía y del proletariado. A pesar de estos enfrentamientos armados, que indicaban la madurez de las condiciones objetivas para la toma revolucionaria del poder por el proletariado, estas revoluciones abortaron. Una razón es que en esos países los revolucionarios eran muy débiles o incapaces. Pero la razón principal recae en los partidos reformistas en Alemania y Hungría y el stalinismo en China, que conscientemente se niegan a profundizar el proceso, negándose a hacer la revolución socialista al frente de las organizaciones revolucionarias del movimiento de masas.
La revolución española
Algo parecido va a ocurrir con la revolución española, que se inicia después del cierre de la etapa 1917-23, pero que tiene muchos elementos parecidos a la revolución rusa, aunque también tiene grandes diferencias y es mucho más pacífica. El comienzo de la revolución española, su revolución democrática burguesa no es el producto inmediato de grandes enfrentamientos del movimiento obrero y popular con el gobierno y las fuerzas armadas del régimen. Por el contrario, el triunfo de la revolución se da como consecuencia de la crisis del régimen monárquico y de un gran triunfo electoral de la clase obrera y el pueblo, que votan por la república en contra de la monarquía. Esto obliga al monarca a renunciar sin que se llegue a graves enfrentamientos con las fuerzas armadas. Esto originará una revolución del régimen político: de monárquico, sin libertades democráticas, a un régimen democrático burgués parlamentario con amplias libertades democráticas.
A diferencia de las otras revoluciones, que eran socialistas aunque tuvieran el aspecto de democráticas en su primera fase, o eran directamente socialistas desde el principio como la alemana, la revolución española deja indemne, íntegra, sin crisis a las fuerzas armadas. Esto la distingue cualitativamente de las otras que hemos enumerado.
Resumen
Resumiendo, la revolución rusa de 1917 es la síntesis de cuatro grandes revoluciones:
1) La revolución política de febrero. Democrática burguesa en cuanto a su forma, socialista en su contenido. Es una revolución inconsciente por parte de las masas que la llevaron a cabo.
La llamamos una revolución política en cuanto a los resultados objetivos inmediatos porque sólo se revolucionó el régimen político, de zarista a democrático burgués.
2) La revolución político-social de 1917. Conscientemente el partido bolchevique dirigiendo los soviets derrota al gobierno burgués, cambiando el carácter del estado, de burgués a proletario. No se cambia la economía que sigue siendo burguesa.
3) La revolución económico-social de 1918. Se expropia a la burguesía cambiando el sistema económico de burgués a transicional, obrero.
4) La revolución militar-social. Se derrota en forma total y absoluta a las fuerzas armadas de la burguesía y el imperialismo, construyéndose unas nuevas fuerzas armadas de un nuevo carácter de clase.