Por Francisco Quesada
A raíz del supuesto ofrecimiento de varias embajadas a la procuradora general de la República, Ana Lorena Brenes, por parte del ex viceministro de la presidencia, Daniel Soley, como una forma de presión para que aquella renunciara a su cargo, se desató una gran alharaca y se agudizó la lucha por el poder en el gobierno. Las versiones, desde el gobierno y del lado de la procuradora, son diversas y contradictorias. Este conflicto y los virulentos ataques desde el sector neoliberal, produjeron la caída de Daniel Soley. Asimismo, fueron renunciados dos embajadores por emitir opiniones sobre este caso. En este artículo no pretendemos determinar quién tiene la razón, sino analizar el trasfondo político de este enfrentamiento y pleitos intestinos inter-institucionales e inter burgueses.
La Lucha por el Aparato Estatal
El Partido Liberación Nacional (PLN) y el Partido Socialcristiano (PUSC), antiguos partidos del bipartidismo destruido, gobernaron, controlaron y usufructuaron a su gusto y antojo por sesenta años el aparato del Estado. El PLN, sufrió una derrota histórica y contundente en las elecciones pasadas, que prácticamente lo ha dejado en crisis y coma. A pesar de la gran derrota sufrida por el PLN, éste mantiene el control de ciertos poderes del Estado, así como de casi todas las instituciones descentralizadas y de los mandos medios de todos los Ministerios. Es un hecho cierto y comprobado que los jueces, magistrados del poder electoral, jerarcas de las instituciones contraloras y otras instituciones estatales son fichas directas del PLN. Públicamente se conoce que muchas directrices de los ministros de Estado, son boicoteadas y desobedecidas por los mandos medios en los ministerios.
La procuradora general de la República, como abogada del Estado, se ha opuesto a los dos vetos presidenciales realizados por Solís, así como a que el ministro de la presidencia, Melvin Jiménez, obispo luterano y hombre de confianza del Presidente, ejerciera dicho cargo. En el fondo, esta procuradora obedece a las posiciones del PLN y del empresariado, no actúa en sintonía con el gobierno. Por tanto, todo indica que el gobierno se quería deshacer de ella, como lo hicieron con la viceministra de educación. Sin embargo, el problema y diferencia con este caso es que la procuradora es electa por el consejo de gobierno por un periodo de cuatro años, según la legislación y entonces, su expulsión del aparato estatal es muy difícil.
Por otro lado, en el interior de los ministerios existe una política del PAC por cooptar a los viejos funcionarios del PLN y al que no puede cooptar buscan cómo sacarlo, mediante diferentes maniobras y medidas. Como se puede observar, en realidad lo que existe es una fuerte pugna entre el PAC y PLN por el control del aparato estatal. El gobierno-PAC procura ejercer plenamente el control institucional, ministerial y de los poderes del Estado y el PLN se resiste a entregar y perder el control que aún maneja del aparato estatal.
Las Razones de los Ataques Virulentos de los Neoliberales
El periódico La Nación, representantes de la oligarquía, el PLN y demás sectores neoliberales han realizado un sistemático y violento ataque en contra del gobierno de Solís sobre el caso Soley-Brenes. Lograron la salida del viceministro de la presidencia, pero querían más, la cabeza del ministro de la presidencia, Melvin Jiménez. En la reunión realizada por Solís con la fracción legislativa del PLN el día 4 de febrero, este partido planteó la salida del ministro de la presidencia, lo cual fue rechazado por el Presidente. Efectivamente, las pretensiones políticas de toda la jauría neoliberal es procurar debilitar al gobierno de Solís. Políticamente el más interesado en debilitar y evitar la consolidación del gobierno de Solís es el PLN, ya que ello le facilitaría, en las próximas elecciones poder recuperar el poder. Esos son los cálculos políticos del PLN. Por el lado de La Nación, periódico oligárquico que logró la caída de dos presidentes del PUSC, y del empresariado el objetivo es imponerle al gobierno su agenda, es obligar al Presidente a que obedezcan sus mandatos y directrices.
La Renuncia del ministro de Seguridad Pública
El día martes 3 de febrero renunció el ministro de Seguridad Pública, Celso Gamboa, quien tuvo el cargo de viceministro de Seguridad Pública en el gobierno de Laura Chinchilla. Este personaje se caracterizó durante el gobierno de Chinchilla como represor de los movimientos sociales. Aunque públicamente Celso Gamboa no planteó diferencias con el gobierno de Solís, sin embargo, todo parece indicar que existían roces entre éste y funcionarios del gobierno. Recientemente, Gamboa, había reprobado la participación del ministro del ambiente, Édgar Gutiérrez, en la manifestación contra la Corte por la absolución de los asesinos del ambientalista Jairo Mora. Todos estos movimientos dentro de la administración del PAC, con renuncias y renunciados del gobierno más bien profundizan los problemas y contradicciones en el interior dentro del aparato estatal y el gobierno.
La Postulación de Ottón Solís a la Presidencia de la Asamblea Legislativa
Recientemente, como parte de los conflictos y contradicciones internas dentro del PAC y gobierno, el fundador del PAC, Ottón Solís, lanzó su postulación a la presidencia de la Asamblea Legislativa. Es importante señalar que el candidato oficial del gobierno a seguir ocupando ese puesto es Henry Mora, actual presidente del Congreso. Son bien conocidas las diferencias y oposición del diputado Solís hacia el gobierno, así fue con el caso de la discusión y aprobación del presupuesto de la República, sobre el caso de la procuradora y muchas otras situaciones. En realidad, el diputado Solís tiene su propio juego. Procura que, con sus posiciones en contra del gobierno, la oligarquía, los empresarios y otros sectores neoliberales, lo vean y, eventualmente, lo apoyen como ficha de recambio y candidato presidenciable en las próximas elecciones. Se cotiza, con sus críticas, diferencias y ataques hacia el gobierno de Solís, para ser un candidato confiable de la burguesía.
El Desgaste del Gobierno de Solís
Los pocos meses de estar en el poder, el gobierno de Solís se ha caracterizado, debido a su inexperiencia en el manejo del Estado y su carácter de clase pequeñoburgués, por una serie de contradicciones, ambivalencias e incapacidad para gobernar. Primero, tiene serias contradicciones internas, tanto dentro de su propio gobierno y partido, tal es el caso de la férrea oposición que mantiene, desde la Asamblea Legislativa, por parte del diputado Solís. Desde el interior del aparato del Estado y otras instituciones, tiene resistencia y oposición soterrada del PLN. Por parte del empresariado ha tenido una fuerte oposición, más allá de que en algunos momentos éstos lo han alabado, a un conjunto de decisiones (presupuesto, vetos presidenciales, tarifas eléctricas y otras).
En varias situaciones, lejos de resolver los problemas, el actuar del gobierno los profundiza. Lo que dice un ministro, lo contradice otro ministro o el Presidente. No existe una coordinación y coherencia en el funcionamiento de las instituciones y de los jerarcas. Por otra parte, el cacareado y prometido cambio, ofrecido durante las elecciones, no se asoma por ningún lado y el movimiento de masas comienza a percibirlo y, todo ello, genera descontento que aún no se manifiesta en movilizaciones y luchas. Las actuaciones y el manejo del Estado y la cosa pública por parte del PAC y su gobierno se parecen, cada vez más, al bipartidismo del PLN y el PUSC. El gobierno del “cambio” comienza a reeditar y repetir los vicios de sus antecesores. De aquí surge la necesidad de salir a enfrentarlo y dar la pelea en contra de sus políticas, claramente en contra de los trabajadores, como fue el caso del último miserable reajuste salarial del 0,94% al sector público.
Movilización contra el miserable reajuste salarial del 0,94%
Recientemente el gobierno, en contubernio con un bloque sindical minoritario (Centrales Sindicales Rerum Novarum, Juanito Mora y otros cascarones de centrales), decidió otorgar un mísero incremento salarial del 0,94%, para el primer semestre del año 2015, a los empleados del sector público. Ese 0,94% de aumento es para los profesionales, mientras que para los no profesionales llegará hasta 1,60%. Es necesario decir que el gobierno otorgó ese miserable reajuste basándose en la actual metodología, aprobada por la mayoría de las dirigencia sindicales en años anteriores, que contempla pagar los incrementos salariales del presente semestre con base a la inflación del semestre anterior.
Los sindicatos agrupados en el bloque sindical BUSSCO (ANDE, APSE, UNDECA y otros), se retiraron de la mesa de negociación y solicitaron tiempo para consultar a sus bases sobre el miserable incremento salarial, sin embargo, el gobierno terminó aprobando esa alza salarial en acuerdo con el otro bloque. Sobre este problema que se presenta cada semestre es necesario y urgente que las cúpulas sindicales, le exijan e impongan al gobierno una nueva metodología, para calcular los salarios del sector público. Echar abajo la metodología actual es el primer paso para avanzar en una política de salarios crecientes.
Proponemos implementar una metodología basada en el cálculo de la inflación proyectada para el próximo semestre, con un porcentaje adicional, calculado con base en el crecimiento de la producción, con el objetivo de recuperar, no solo el deterioro de los salarios por el costo de la vida, sino también que exista un incremento salarial sobre los salarios reales. Este sistema de cálculo ya existe en el país desde el año 2012 para el cálculo de los salarios mínimos en el sector privado. A su vez, es importante destacar que el otorgamiento de los reajustes salariales basándose solamente en el índice de inflación, ya sea anterior o adelantada, es un grave error. La inflación, dependiendo del sector de trabajadores, golpea más a unos que a otros. En algunos casos, mientras la inflación general en un año puede ser del 6%, sin embargo, para los trabajadores de menor ingreso esa inflación puede llegar a ser hasta un 8% y 9%, producto del peso que tienen algunos aumentos de precios en estos sectores.
Emplazamos a las dirigencias sindicales del bloque sindical BUSSCO a convocar de inmediato a una movilización nacional en contra del reajuste salarial miserable del 0,94%. Les exigimos pasar de la crítica, las palabras y las poses mediáticas a la acción. También se deben convocar a asambleas sindicales para que las bases decidan un plan de luchar a seguir para enfrentar, no solo el problema salarial y el cambio de metodología, sino también el acuerdo del gobierno con el FMI en cuanto a los salarios, la ley de empleo público, el plan fiscal y otras cuestiones urgentes.