Por José René Tamariz Corea
El día viernes 24 de abril, el sindicato magisterial denominado Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), dirigió la primera huelga de un día directamente en contra del gobierno de Solís. Esta huelga fue votada e impuesta a la directiva de APSE por Asamblea de Presidentes de Bases el día 20 de marzo, ya que la propuesta de la dirigencia era realizar una “gran jornada de lucha” a partir del 1 de mayo, lo cual como es sabido por todos que los trabajadores de la educación no tienen tradición de marchar en su día y lo toman como un día feriado más.
La huelga de un día y movilización, desde el parque la merced hasta la Asamblea Legislativa tuvo dos aspectos de gran importancia y trascendencia. En primer lugar, se rompe con la política de desmovilización del movimiento obrero y de masas que han impuesto todas las dirigencias sindicales, producto de acuerdos, ya sea implícitos o explícitos con el gobierno. En segundo lugar, se enfrenta de forma directa, mediante la huelga y movilización, los salvajes planes de ajuste, léase planes fiscales, ley de empleo público y otras, que el gobierno de Solís y la jauría neoliberal quiere imponerles a los trabajadores en general. Si esos planes de ajuste se llegaran a aprobar e implementar, conllevarían a un empobrecimiento y disminución de los niveles de vida de los trabajadores, sectores populares y las clases medias.
El gobierno intentó evitar que dicha huelga y movilización se realizara, pero no lo logró. Entonces, la patronal del Ministerio de Educación Pública (MEP), como es usual, señaló que no habían motivos para realizar el movimiento y, por tanto, comenzó a amenazar a los trabajadores de la educación que si participaban de dicho movimiento les sería rebajado el día de salario. Esta es una amenaza que está en curso y que debemos enfrentar con la lucha, ya que se levantaron listas de los trabajadores huelguistas en todos los colegios. Llamamos a todos los trabajadores a dejarse amedrantar por la patronal del MEP que tiene como objetivo evitar futuros movimientos huelguísticos contra su política hambreadora.
Es necesario destacar la participación, dentro del proceso de la movilización, de un buen sector de trabajadores de la salud, lo cual refleja también el descontento no solo del magisterio nacional sino también de otros sectores laborales. Llamamos a las dirigencias del SEC, ANDE y otras centrales sindicales a romper su política de diálogo, negociaciones y tregua que, en los hechos, mantienen con el gobierno de Solís y convoquen, conjuntamente, con la APSE otras movilizaciones contra los planes de ajuste del gobierno, ya después puede ser demasiado tarde. Llamamos a los diferentes bloques sindicales a convocar a un Encuentro Nacional para discutir y votar un plan de lucha nacional que impida que los planes de ajuste del gobierno sean aprobados en el Congreso.