Por José Rene Tamariz
La APSE debe convocar a la movilización en contra de ese proyecto
El día miércoles 18 de noviembre, el gobierno de Solís, envío a la Asamblea Legislativa el proyecto de ley que convierte las anualidades en la denominada “evaluación del desempeño”. Dicho proyecto entrará a la corriente legislativa el 1 de diciembre, fecha en que el sector educativo estaría en vacaciones. Ni cortos ni perezosos, los diputados neoliberales, Ottón Solís del PAC y Otto Guevara del ML, de inmediato dijeron que apoyarían dicho plan. Los más probables es que todas la demás fracciones parlamentarias apoyen dicho proyecto, tal vez sea la excepción el Frente Amplio (FA). Los primeros chivos expiatorios de la aplicación de esta “nueva metodología” de evaluación serán los nuevos trabajadores de todo el sector público, ya que a ellos no se les pagará ese incentivo, excepto, aquellas instituciones y empresas que se encuentren en régimen de competencia. Precisamente, aquí se encuentra la gran maniobra patronal para dividir la lucha del movimiento sindical y de trabajadores. Sin embargo, después seguirán con los demás trabajadores. Van a aplicarnos la misma receta que le aplicaron al ICE: salario único para los nuevos trabajadores!
Eliminar, Reducir y Evitar Pagar las Anualidades
El plan del gobierno de Solís está claro, pero el de las dirigencias sindicales no. La dirigencia de APSE está esperando que entre a la corriente legislativa el proyecto de ley de empleo público, pero ese no es el plan del gobierno. El plan del gobierno es golpear de inmediato las anualidades, mediante varias formas: 1) eliminarlas para los nuevos trabajadores de ministerios y sector descentralizado. 2) reducirla, poniendo tope del 2,54% sobre el salario base, en diversas instituciones como la UCR, UNA, ITCR, RECOPE, INS, CNP, CNFL JAPDEVA y otras. 3) Evitar pagarlas a los viejos trabajadores, mediante la imposición de un nuevo sistema de evaluación “riguroso” y “draconiano”.
El plan del gobierno con ese proyecto es eliminar, reducir y no pagar las anualidades y, de esa forma, contraer el gasto público, siguiendo los dictados del FMI y las presiones de los neoliberales. Después seguirán con los otros componentes salariales. El periódico La Nación que dirige la ofensiva en contra de los trabajadores del sector público señaló que “El actual Gobierno va a hacer una propuesta para regular uno de los incentivos más grandes, y que genera un crecimiento acelerado de las remuneraciones, que es el de las anualidades”. (LN, 19-10-15). De otro lado, Olga Marta Sánchez, ministra de planificación, señaló en días anteriores que “… la propuesta vuelve más riguroso el sistema de evaluación y se aplica tanto a la institución como a los individuos sobre metas e indicadores objetivamente verificables”. (Ídem). Más claro, el gobierno no puede ser. El gobierno, además del cambio de nombre del incentivo de anualidad por “evaluación del desempeño”, pagará ese incentivo a los trabajadores que logren cumplir con la “nueva metodología”, a partir de la calificación de “muy bueno”. Esos cambios del incentivo, realizado desde los escritorios y cuyo objetivo es, en el fondo, no pagar las anualidades, significaría que muchas instituciones y trabajadores no calificarían para obtenerlo.
Emplazamiento Público a la Directiva Saliente y Entrante
Emplazamos a la directiva saliente y entrante de la APSE, a que convoque de inmediato y con carácter de urgencia a una Asamblea de Presidentes de Base, para conocer, discutir y votar un plan de lucha para evitar que el plan del gobierno sea aprobado en la Asamblea Legislativa. La directiva de la APSE debe dejar de confiar y creer en el gobierno de Solís. Debe dejar de creer en la negociación con el gobierno. Solo la lucha y el combate en las calles, podrá impedir que el gobierno aplique su plan de empleo público por partes, golpeando a lo inmediato y en primera instancia las anualidades.