Por José René Tamariz
En un comunicado conjunto la Unidad Magisterial integrada por los sindicatos APSE, ANDE y SEC “… informan a su afiliación y al pueblo de Costa Rica que ante la invitación realizada por el Gobierno de la República días atrás, se han sostenido sendas reuniones con los Ministros de la Presidencia, de Educación, de Planificación y el viceministro de Trabajo”. (Comunicado de los sindicatos del Magisterio sobre las reuniones sostenidas con autoridades de Gobierno. 17 de enero de 2019).
Según esa información “En estos momentos existen una serie de propuestas que afectan los sistemas de protección social que son herencia de nuestro Estado Social… que socaban la educación costarricense… De ahí surge la imperiosa necesidad de establecer canales de diálogo donde la voz de los trabajadores de la educación costarricense sea escuchada, las reflexiones y planteamientos técnicos se atiendan e incorporen en los procesos de toma de decisión”. (Ibidem). Luego ese pronunciamiento enumera los temas que se analizan en esas reuniones, los cuales, entre otros, son los siguientes: modificaciones al sistema de pensiones costarricense, educación dual, evaluación de desempeño, reactivación económica.
Por otro lado, diferentes medios de comunicación informan que los sindicatos de la Unidad Magisterial se reunirán en lo que resta del mes de enero en tres fecha más: 23 de enero los dirigentes sindicales de APSE, ANDE y SEC se reunirán con el ministro de educación y el ministro de Trabajo para tratar el tema del proyecto de educación dual; el 25 de enero se volverán a reunir los dirigentes de los sindicatos magisteriales con la ministra de planificación, Pilar Garrido, para tratar el tema sobre el empleo público, proyecto que será presentado por el gobierno en el mes de marzo y el día 29 de enero, otra vez, los dirigentes sindicales de la Unidad Magisterial, tendrán cita, pero esta vez, con el presidente de la República, Carlos Alvarado.
¿Por qué el gobierno prioriza este aparente “diálogo” con los dirigentes de APSE, ANDE y SEC? Sencillamente porque, a partir de la experiencia de la larga huelga contra el combo fiscal realizada el año anterior, se dieron cuenta que el sector de los trabajadores de la educación, constituyen la columna vertebral de la lucha y resistencia contra las políticas del gobierno, debido a que tienen una gran fuerza, tanto por el número de empleados como por la persistencia y resistencia en los movimientos huelguísticos. Entonces, la política del gobierno pasa por desmovilizar al principal contendiente y opositor en el movimiento sindical, el Magisterio nacional, mediante la política de adormecimiento y engaño del “diálogo”. El autodenominado “perro de cuido” del gobierno, Rodolfo Piza, ministro de la presidencia, respecto a esas conversaciones con los sindicatos declaró que “Demostrémosle al país que hay buena voluntad de diálogo y de búsqueda de acuerdos para que podamos tener condiciones que generen confianza”. (La Nación, 18 de enero de 2019).
Esas declaraciones de Rodolfo Piza son falsas y tienen como objetivo engañar a los ingenuos o tontos. Los neoliberales del poder ejecutivo y el poder legislativo se dividen las tareas. Mientras Piza plantea una supuesta “buena voluntad de diálogo” para llegar a supuestos “acuerdos” que “generen confianza”, el diputado del PLN, Wagner Jiménez, aclaró de forma clara y categórica que, respecto al proyecto de educación dual, “… este impasse no significa que modificarán el proyecto a conveniencia de los sindicatos de educadores”. (Ibidem). Más adelante señaló “… que ya los sindicatos participaron en la comisión, por eso no vamos a permitir que tomen el control”.
En otras palabras, las sesiones del supuesto “diálogo” de personeros del gobierno con las cúpulas de los sindicatos de APSE, ANDE y SEC es una burda burla y ardid que tiene como objetivo mantener entretenidos a los dirigentes sindical de la Unidad Magisterial y desmovilizar a los trabajadores de la educación, mientras los neoliberales discuten y aprueban, eventualmente, el proyecto de educación dual y los demás que supuestamente serán abordados en el supuesto “diálogo”. Tanto los neoliberales del poder Ejecutivo como del poder Legislativo no van a realizar ninguna concesión a los sindicatos en cuanto a los proyectos de ley convocados en las sesiones extraordinarias del Congreso.
Lo más grave de esa pantomima y show mediático de “diálogo” montado por el gobierno es que los dirigentes sindicales de APSE, ANDE y SEC le creen y depositan confianza en alcanzar acuerdos y que el poder Ejecutivo o Legislativo incorpore en los proyectos de ley las propuestas sindicales, las cuales por cierto ningún trabajador afiliado a esos sindicatos conoce ni ha sido consultado sobre ellas.
Al final de ese comunicado, los dirigentes sindicales de APSE, ANDE y SEC alegremente y con desfachatez sostienen que “Desde la Unidad Magisterial, ANDE, APSE, SEC, creemos fervientemente en la necesidad de establecer un diálogo verdadero que fortalezca nuestra democracia, logre una verdadera justicia tributaria, garantice el derecho a la educación integral, la protesta social, la sostenibilidad de los regímenes de pensiones, todos los pilares fundamentales para la convivencia en una sociedad más equitativa y solidaria”. (Ibidem). Pareciera que los dirigentes sindicales de la Unidad Magisterial no aprendieran de la experiencia del llamado “Encuentro de diálogo preliminar” con el gobierno en el curso de la huelga contra el combo fiscal, en donde el poder Ejecutivo los engañó y bailó repetidas veces.
En realidad, el interés real, central y táctico del gobierno con ese espectáculo circense de “diálogo” es evitar la movilización y lucha del movimiento sindical, especialmente de los trabajadores de la educación, en contra de sus proyectos de leyes, ya que quieren aprobar sus nefastos planes sin que haya marchas, luchas, huelgas y enfrentamientos callejeros. Con este gobierno tripartito del PAC, PUSC y PLN, sectores duros del neoliberalismo, testaferros y siervos del capital, no puede haber un “diálogo verdadero” que alcancen esas falsas y candorosas ilusiones de las cúpulas sindicales, tales como: fortalecer nuestra democracia, verdadera justicia tributaria, derecho a la educación integral, fortalecer la protesta social, sostenibilidad de los regímenes de pensiones.
En realidad, todos los movimientos, pasos, políticas y proyectos de ley del gobierno, ya sea el aprobado el combo fiscal, y los demás que se encuentran en la corriente legislativa y en proceso de elaboración, como el de empleo público, se orientan y direccionan en el sentido inverso del planteado por las dirigencias sindicales de APSE, ANDE y SEC. El gobierno, mediante ese proceso tramposo y fraudulento de “diálogo” con las cúpulas de la Unidad Magisterial, quiere evitar a toda costa que se desencadene una situación de lucha, protesta callejera, huelga nacional o un estallido social, ya que saben que existe un gran descontento de la población trabajadora y popular contra sus políticas hambreadores y empobrecedoras.
¿Entonces, estamos en contra de un proceso de “diálogo” con el gobierno alrededor de algunos temas de interés del sector magisterial y de los trabajadores en general? En principio, no estamos en contra de establecer un proceso de “conversaciones” o “diálogo” con personeros del gobierno para llegar a acuerdos. Sin embargo, consideramos de forma categórica y contundente que ese proceso de “diálogo”, para poder incidir y lograr cambios en los proyectos de leyes a favor de los trabajadores, debe de estar acompañado de las movilizaciones callejeras y de la aplicación de diversos métodos de lucha de los trabajadores y del movimiento obrero.
Consideramos que los procesos de “platicas” o de “diálogo” con funcionarios del gobierno constituyen un apéndice o medio auxiliar de la lucha callejera. Es más, la experiencia de “conversaciones” o “diálogo” con funcionarios del gobierno, combinadas con una gran huelga como fue la del combo fiscal, demuestran e indican, con más razón, que cualquier proceso de “diálogo” en frio y entre cuatro paredes, sin lucha y movilización, es un engaño y fraude, en el cual no se logrará nada significativo para los trabajadores de la educación, en particular, y, de los trabajadores en general.
¿Por qué, entonces, las dirigencias sindicales de APSE, ANDE y SEC no combinan el proceso de supuesto “diálogo” con la lucha y movilización callejera de sus miles de afiliados? La respuesta es simple y sencilla: las cúpulas sindicales de la Unidad Magisterial, igual que las demás dirigencias sindicales, no quieren llamar ni conducir una nueva huelga o procesos de lucha porque quedaron traumados con la derrota, debida a la mala conducción sindical, de la gran huelga contra el combo fiscal.
Veamos el ejemplo más claro de lo que decimos anteriormente. Frente al “proceso de consulta” que realiza actualmente la comisión de la Asamblea Legislativa del proyecto de “Ley para brindar seguridad jurídica sobre la huelga y sus procedimientos” que, en los hechos, conlleva a prohibir el derecho a la huelga, así como a una eventual disolución de los sindicatos, las organizaciones sindicales de la Unidad Magisterial APSE, ANDE y SEC, no han realizado un llamado a la movilización de sus afiliados contra ese proceso y proyecto, que debe constituir la prioridad de todos los sindicatos y sus agremiados. No se trata de llamar por redes a sus afiliados para que lleguen al frente de la Asamblea Legislativa, sino que se debe convocar a asambleas amplias de las bases del magisterio nacional, de forma conjunta, para que esas asambleas los trabajadores propongan mociones y un plan de lucha, esta seria la mejor forma y manera de lograr que ese nefasto y fatídico proyecto sea sacado de la corriente legislativa y sea finalmente archivado.
Veamos otro ejemplo, pero ahora, del proceso antidemocrático de la directiva nacional del sindicato APSE. El viernes 18 de enero se realizó el Consejo Nacional que, según el estatuto, “… es el órgano político permanente de APSE…”, sin embargo, la directiva tuvo un “pequeño olvido” de no incluir en agenda un informe sobre las “sendas reuniones” que había iniciado con altos funcionarios del gobierno. Al final del Consejo Nacional, los miembros de la directiva nacional se vieron obligados por una moción presentada por compañera/os de la tendencia Cambiemos a rendir un informe de dicho proceso de “diálogo”. Si no hubiera sido así no habría informe ni conocimiento de dicha “conversaciones”, solamente mediante el comunicado público que publicaron los tres sindicatos. Si la información y rendición de cuenta no fluye en las estructuras de arriba, mucho menos que fluyan en las estructuras de las bases, por parte de la directiva nacional de APSE. Este hecho demuestra, una vez más, el carácter burocrático, antidemocrático, de la dirigencia nacional del sindicato APSE.