Por Manuel Sandoval
El descalabro de COOPESERVIDORES y los problemas de DESYFIN abrieron un paréntesis (que se está cerrando) en la ofensiva de Rocío Aguilar (desde la Superintendencia de Pensiones - SUPEN) para hacer una reforma integral de los regímenes de pensiones del país, lesiva a las trabajadoras(es). La tipa quiere “alivianar” el aporte del Estado y los patrones a la seguridad social, y hacerla recaer sobre el ahorro individual de las trabajadoras(es). Acogerse a la jubilación con más edad, con más cuotas y con menos pensión son algunas de sus propuestas para el IVM de la Caja –que no son nada novedosas, porque son las recetas que se han venido aplicando cada vez que se señalan dificultades de financiamiento en el IVM, a lo que añade otras medidas como sumarle el ROP a esta pensión para que no queda tan ínfima y que los pensionados de este régimen paguen por la atención médica.
La tipa había dejado de lado la discusión de las reformas a los regímenes de pensiones en una Comisión que inventó para llevar un proyecto de ley en enero a la Asamblea Legislativa, porque tenía que esconder su responsabilidad en las políticas riesgosas (en el crédito y las inversiones de las instituciones financieras) que ha impulsado desde la Superintendencia General Financiera (SUGEF), políticas que explican la crisis de COOPESERVIDORES y DESYFIN. La CONASSIF despidió al gerente de COOPESERVIDORES: Oscar Hidalgo, y se investigan algunas maniobras fraudulentas, de poca monta, de algunos jerarcas (en DESYFIN también), pero en realidad sólo son chivos expiatorios.
La Caja es autónoma en teoría, pero Rocío ha venido tejiendo tentáculos y por eso no consideramos casual la ofensiva que lanzó ayer en la prensa la Dirección Actuarial y Económica de la Caja, espantando con un supuesto déficit de ¢74,6 billones en el IVM, que a partir del 2047 implicaría que aunque se gastaran los ¢3 billones de colones de las reservas, sería imposible pagarle la pensión al 43,9% de los pensionados. En estado de shock con este guamazo, es difícil que el lector capte que es una proyección actuarial de 99 años. Suman 99 años de déficits para dejarnos groguis y hacernos aceptar espantados que las reformas para cercenarnos la pensión son necesarias. Nos hacen creer que la población envejece y los trabajadores activos que sostienen el régimen van a ser cada vez menos. Cuando en realidad, si la producción nacional crece, el impacto del envejecimiento de la población sería mínimo si hubiera salarios crecientes.
Es una discusión como la del 8% del PIB para la Educación Pública. El PIB ha venido creciendo, pero el presupuesto del MEP ha sido recortado, porque para la burguesía costarricense es prioritario mantener las exoneraciones en las Zonas Francas, los regímenes tributarios de privilegio a piñeros y bananeros, y la evasión y el fraude fiscal de los grandes empresarios. En realidad, el Estado podría sostener el IVM y mejorar las pensiones (sería un mecanismo de redistribución de la riqueza) socándoles la faja a estos estafadores.
De hecho, como los regímenes de pensiones con cargo al presupuesto nacional (Magisterio, Poder Judicial y otros menores) están cerrados y el proceso natural de la vida es que la gente se muera (lo que se va a acelerar en estos tiempos de calentamiento global), pues de los casi 900 000 millones que van a estos regímenes actualmente, a medida que esta suma disminuya al morirse la gente, se estarían liberando recursos para aumentar la cotización del Estado al IVM.
Las proyecciones actuariales son manipuladas con mala fe. Si toda la fuerza de trabajo en estado de ilegalidad en el país entra a cotizar a la seguridad social, la base cotizable del IVM se mejoraría y respiraría mejor financieramente.
En la Caja hay atrincherados pupilos de Rocío Aguilar y gente neoliberal hasta el tuétano. Hay que rechazar sus intenciones de cercenarnos la pensión aún más. Constitucionalmente, el Estado es garante financieramente del IVM. No permitamos que nos cercenen aún más la pensión para mantener la orgía de la evasión y el fraude fiscal de los grandes empresarios.
¡DEFENDAMOS EL DERECHO DE LAS TRABAJADORAS(ES) A UNA PENSIÓN QUE PERMITA VIVIR CON DIGNIDAD DESPUÉS DE UNA VIDA DE TRABAJO!