Por Mario Carranza
El 09 de agosto los pueblos indígenas a nivel internacional celebran con orgullo, ya que ha sido una de sus conquistas que se reconozca este día como el día de los pueblos indígenas, en vista de que a pesar de representar según 5% de la población mundial y un 12 y 17 por ciento de la población salvadoreña siempre han sido uno de los sectores más vulnerados y desfavorecidos por los representantes de diferentes gobiernos, pero especialmente de América latina, África y específicamente de El Salvador. Todas esas disparidades y abusos hicieron que la ONU, presionada por las representaciones indígenas del mundo aprobara la resolución, A/RES/49/214, que definió que el 09 de agosto seria definido como el día mundial de los pueblos indígenas o pueblos originarios como se nos nombra actualmente, pueblos que a pesar de dichos instrumentos vinculantes siguen padeciendo de una asimetría descomunal en relación a la población en general.
Aquí estamos somos linaje indígena
Los pueblos indígenas nahua pipiles de El Salvador, a pesar del genocidio llevado a cabo en contra de las comunidades indígenas del occidente del país y otros pueblos, por órdenes expresas del ex presidente Maximiliano Hernández Martínez, por el hecho de reclamar sus legítimos derechos, violentados por la oligarquía criolla so pretexto de la crisis de 1929 que hizo caer los precios del café y que afectó de manera directa a las esferas del proletariado campesino los que al sentirse asfixiados por la sobrecarga de trabajo los despidos y el desmejoramiento en los salarios; optan por revelarse al sistema oficial, teniendo como resultado el asesinato a sangre fría de más de 30,000 indígenas en el occidente y otros lugares del país. Este repudiable hecho de un gobierno fruto del chantaje y de trampas, permitió y obligó a quienes los que por astucia se salvaron, no les quedaran ganas de llamarse indígenas, de hablar el nahuat, su lengua original ni de vestir sus atuendos y vestidos que les identificaba como tales.
Los pueblos indígenas continuamos en de la lucha de resistencia
Los indígenas de El Salvador en el marco del día internacional de los pueblos indígenas se reúnen en la simbólica plaza del salvador del mundo para pedir al gobierno que a través de las instituciones competentes se les apoye en la parte material con proyectos productivos y en lo político, luego de haberse reformado la Constitución y como fruto de ello haberse reconocido la existencia de poblaciones indígenas en El Salvador; ahora se va más allá y se exige la pronta ratificación del Convenio 169 de la OIT, que trata sobre poblaciones indígenas y tribales y que solo El Salvador es el único país de la región que no ha querido subsanar su deuda histórica con los indígenas que esperan un gesto de buena voluntad del gobierno de Salvador Sánchez Cerén y el FMLN, ratificando dicho convenio, ya que hasta el momento es muy poco lo que han hecho y más bien a las poblaciones indígenas como piezas arqueológicas con un valor agregado de cara a sus proyectos turísticos, buscando hacer turismo de la pobreza misma de los pueblos indígenas.
Unidos como un solo pueblo
En el marco del día internacional de los pueblos indígenas Apan Tumac uno de los tatas y representante de organizaciones indígenas manifestó “…hago el llamado a todas las hermanas y hermanos indígenas así como a los representantes de las diferentes organizaciones de pueblos indígenas a remover cualquier interés particular que vaya en detrimento del interés colectivo, debemos unirnos como un solo pueblo salvadoreño y centroamericano en donde lo primordial sea la defensa y preservación de nuestra madre tierra y de la vida de nuestros pueblos….hacemos un llamado al gobierno de Sánchez Cerén y el FMLN a que ratifique el convenio 169 de la OIT… en vista de que este año 2016 ha sido dedicado a la educación, demandamos que se generen condiciones favorables para que nuestr@s herman@s sean admitidos en las diferentes carreras que la Universidad de El Salvador, así mismo debemos exigir una reforma agraria en donde la tierra sea para el que la cuida y para quien la cultiva…” cabe señalar que dada la misma cosmovisión de los pueblos indígenas existe una relación armoniosa entre el ser humano y la tierra, la cual no ve como un simple medio de producción sino como la madre dadora de vida.