El pasado viernes 9 de mayo compañeros del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de San Carlos (STUSC) se tomaron las puertas de ingreso al campus central universitario de la zona 12 en horas de la tarde, en apoyo a los trabajadores del cuerpo de vigilancia. La protesta fue motivada por la sorprendente contratación de 17 miembros en servicio activo del ejército, entre ellos dos mujeres, para que efectúen tareas de vigilancia en el campus. Estos individuos, en ropa de civil, se mezclarán de incógnito entre la población universitaria, y aunque no conocemos sus atribuciones específicas, es obvio que su labor tendrá mucho de espionaje e inteligencia.
El día de la toma, los compañeros del STUSC fueron desalojados por estudiantes de la Facultad de Ingeniería, pues en esa fecha celebraban la fiesta de cierre del semestre y necesitaban el libre ingreso de estudiantes; entre ellos se presume que iban miembros de la AEU.
Con esta nefasta medida, el Consejo Superior Universitario ha dado otro paso en contra de la Autonomía Universitaria, al entregar el campus en manos del criminal Ejército Nacional. Esto sin duda lo ha hecho en contubernio con el gobierno, que se encuentra en una fase de agudización de la represión, tomando el control de las instituciones, emitiendo leyes represivas y persiguiendo judicial y extrajudicialmente a los líderes populares. Ante la protesta de STUSC, el rector Gálvez prometió que despediría al funcionario que hizo la contratación, pero que se quedaría con los militares, argumentando la necesidad de vigilancia.
Alertamos sobre la amenaza que se cierne sobre las asociaciones y grupos estudiantiles, de docentes y trabajadores que se han destacado por su independencia y defensa de los derechos de la comunidad universitaria y su solidaridad con las luchas populares. La AEU ya ha lanzado mensajes intimidatorios contra el STUSC.
Condenamos la actitud pandilleril y traidora de los estudiantes de ingeniería y los gangsters de la AEU que desalojaron a los compañeros trabajadores.
Ahora más que nunca se hace necesaria la formación de una coordinadora de todos los sectores democráticos, progresistas y conscientes de la comunidad universitaria para enfrentar a las autoridades entreguistas y a las pandillas de la AEU.