Por Leonardo Ixim
En Guatemala, actividades como las maquilas y los Call Center en su mayoría han sido resultado de la inversión de capital estadunidense, coreano, taiwanés, centroamericano, mexicano, colombiano y en menor medida de otras naciones, estableciendo alianzas con los sectores tradicionales de la oligarquía nacional y de las fracciones burguesas emergentes.
El modelo económico actual ha producido una población sobre todo joven, con poca formación educativa, provoca que exista una fuerte oferta de trabajo, mientras que los empresarios no tienen ni la capacidad ni el interés de invertir en fuentes de empleo. Lo que existe se basa en el abaratamiento de la fuerza de trabajo debido al desempleo y el sub empleo y a la poca calificación de esta fuerza de trabajo.
Las maquilas se caracterizan con contratar fuerza de trabajo con poco nivel educativo, mientras que los Call Center con un mayor nivel y con más conocimiento del uso de herramientas tecnológicas, así como del idioma inglés. Además ambas son contratantes de fuerza de trabajo joven.
Con las consecuencias de la pandemia del COVID-19 provocando una crisis generalizada, tanto en la oferta como la demanda, la extensión del virus y el cierre de la actividad económica, la primera manifestación son los cada vez mas galopantes despidos, situación de la cual no existe un registro nacional.
Esto a su vez es facilitado con las medidas impulsadas desde el gobierno central, pues el Ministerio de Trabajo establece mecanismos ágiles para que los empresarios cesen en sus puestos a los trabajadores, acompañados de paliativos cuyo alcance -en cantidad de despedidos y transferencia de ingresos denominado Fondo para la Protección del Empleo- es una burla, como lo hemos mencionado en otros artículos
Para la elaboración de esta nota se entrevistó a una compañera trabajadora de Call Center que pese a no ser despedida, su régimen laboral cambió debido a la pandemia, aplicando el denominado teletrabajo. Ella, que por seguridad quiso dar su nombre, trabaja en una empresa llamada Allied Global de capital gringo con sede en Miami y Atlanta y presencia en otras ciudades de ese país, mas México y Honduras, además de Guatemala; se dedica a brindar servicios de asesoría tecnológica a diversas empresas y personas, entre ellos al sistema del mercado eléctrico guatemalteco.
Estas empresas, pese a pagar salarios relativamente elevados y mantener ciertos ambientes laborales óptimos, se caracterizan por una explotación intensiva de la fuerza de trabajo, debido a la presión de atender constantemente clientes, trabajando siete horas y media y con un descanso de 40 minutos; y pese a estar la compañera en su domicilio y tener cierta libertad de movilidad, lo cual nos dice que es un ambiente si bien mas relajado que una maquila, la disciplina laboral es avasalladora.
Ella nos mencionó que esta reconversión hacia el teletrabajo se dio solo con los trabajadores que tenían las herramientas necesarias en sus casas, por lo cual suponemos que también hubo despidos. Otra de las características de esta actividad es que a diferencia de otros países no existen organizaciones sindicales.
También se denuncia que la maquila Koa Modas S.A., suspendió los contratos a todos sus trabajadores sin seguir el proceso electrónico recientemente estipulado por el Ministerio de Trabajo y sin cancelar los salarios pendientes. Los gerentes de esta maquila textil son los coreanos Sang Kook Rhee y Eui Ming Chang y según fuentes, esta empresa factura en ventas anualmente 16 millones de dólares teniendo clientes como las marcas JCPenney, Target, Walmart, entre otras.
En el sitio web de la Defensoría del Trabajador se afirma sobre esta empresa, que “ha sido constantemente denunciada en el Ministerio Público, en la Inspección General de Trabajo y en diversos Tribunales de trabajo y previsión social, donde tiene planteados en su contra diversos juicios por atrasos en los pagos, salarios retenidos, por apropiación de cuotas laborales del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, reinstalaciones de trabajadores despedidos ilegalmente pendientes de cumplirse”. Esta empresa, pese a la crisis provocada por la epidemia y no ser un sector económico estratégico ha trabajando sin normas sanitarias optimas para los trabajadores, ademas de recibir beneficios fiscales por estar inscritos en la ley de zonas francas y maquilas.
El Sindicato de Trabajadores SITRAKOAMODASAC le presentó una nota a la parte empleadora donde les responsabiliza a pagar todos los salarios que los trabajadores no están percibiendo. Estas medidas insuficientes de parte de los sindicatos y las organizaciones sociales, deben pasar a otra etapa de exigencia mas fuerte, movilizando en la medida a los trabajadores contra estas medidas que están descargando la crisis en los obreros.