Por Claudia Morales
El pasado 1° de noviembre, el sector magisterial junto a otras organizaciones populares se aglutinó en horas de la tarde frente a la Universidad Pedagógica Francisco Morazán (UPNFM) para movilizarse nuevamente en protesta contra las medidas arbitrarias y dictatoriales que la mancuerna Lobo-Hernández impone al pueblo hondureño.
Bien sabemos que el gobierno (impuesto por la oligarquía y “elegido” por una minoría de electores en 2009) domina a través de decretos verticales en consonancia con los Jueces, Diputados y Ministros en las diferentes dependencias del Estado, quienes astutamente orquestan toda clase de reprimendas contra los grupos e individuos que alzan su voz de protesta. Con todo, los manifestantes mantienen su puño en alto acoplándose a las cláusulas de “negociación” impuestas de manera despótica a sabiendas de que la indefensión impera en el país.
Escoto arremete contra el magisterio
Particularmente grave es el caso del magisterio, que vive bajo amenaza constante de despido, suspensión, deducciones salariales, impuntualidad en los pagos, sin faltar las difamaciones, injurias, humillaciones, etc., al punto de que el mismo Marlon Escoto, Secretario de Educación, acusó a la dirigencia magisterial por el robo de “Dos vehículos y más de cien computadoras que eran trasladadas el lunes (29/10/12) a las ciudades de San Pedro Sula y Danlí”. Este individuo incluso se atrevió a señalar que a los mismos colegios magisteriales les conviene la impuntualidad en el pago a los docentes “pues así extienden préstamos con el 23% de interés a sus agremiados” (El Heraldo, 31 de octubre 2012).
Si su última aseveración es correcta, la historia juzgará a todos y cada uno de quienes han liderado al gremio y el señalamiento de la base no se hará esperar, pero mientras tanto pensamos que todo es parte de una estrategia bien montada para inducir al maestro a adquirir deuda con la banca privada y a la vez, dejar de apoyar a las organizaciones que, bien o mal, han velado por las garantías adquiridas en las calles.
Se agudiza la crisis
Cinco días después se reveló el Acuerdo ministerial N° 15575-SE-2012 con fecha 19 de octubre del presente año, en el cual se da orden de aplicación inmediata y publicación en el Diario Oficial La Gaceta. En las páginas de este acuerdo se despliegan sendos listados con los nombres del personal administrativo y docente de diferentes centros educativos a nivel nacional, sancionados con la deducción de salarios por uno o dos días y otros tantos con la destitución de su cargo por abandono del mismo durante tres días hábiles 22, 30 y 31 de agosto.
Hemos de aclarar que dicho Acuerdo fue elaborado sin haberse seguido el procedimiento que corresponde al caso: en primer lugar, el flamante Ministro de Educación –como todo déspota- se ahorró las audiencias de descargo individuales que debieron preceder al despido de cada docente, presentando en combo la destitución de casi mil trabajadores de la educación. Al no haber cita de audiencia de descargo, cada docente aún no ha sido oído como lo establece la Constitución de la República en el Art. 94. Así mismo se viola contundentemente el Art. 165 que garantiza la estabilidad laboral del docente.
Curiosamente el mismo Escoto manifestó que dicho documento fue extraído de su oficina sin autorización, develando así que su gestión ocupa tiempo extra y se antecede a los hechos preparando de antemano la siguiente puñalada, tal como hicieron con la nueva ley de educación, de Inprema, el decreto de suspensión de los 305 compañeros el año pasado, etc. El día ocho de noviembre, el tal Decreto se publicó en La Gaceta, con solo el agregado de que se harían audiencias de descargo. La intención de despedir a casi mil maestros sigue en pie. Solo la unificación de la lucha podrá detener las intenciones de Marlon Escoto-Lobo-Hernández.
Unidad para defenderse ante los ataques
Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a la unidad del magisterio, al apoyo de los diferentes sindicatos, padres y madres de familia, alumnado y al pueblo en general a estar alerta ante los planes siniestros del gobierno para beneplácito de los organismos internacionales, quienes buscan suprimir toda garantía constitucional y derecho laboral hasta desaparecer cada sindicato u organización gremial. ¡Ni un solo despido! ¡Unidad del magisterio y los sectores populares!