Por Armando Tezucún
Durante el año 2021 la administración Biden ha enviado una sucesión de funcionarios en misiones a Guatemala con el propósito de apoyar la implementación de sus políticas para enfrentar el grave problema de la masiva migración de trabajadores hacia Estados Unidos. En abril llegó al país Ricardo Zúñiga, asesor del Secretario de Estado; el 1 y 2 de junio el Secretario de Estado Antony Blinken estuvo presente en la reunión del Sistema de Integración Centroamericana en Costa Rica; el 6 y 7 de junio la vicepresidenta Kamala Harris arribó a Guatemala; del 13 al 17 de junio hizo lo mismo Samantha Power, directora de la USAID, principal entidad ejecutora de los programas anti migratorios; el 6 y 7 de julio llegó el secretario del Departamento de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas, para tratar temas de seguridad y firmar acuerdos al respecto.
Estas frecuentes visitas ponen en evidencia la importancia que tiene Guatemala para la administración Biden en la implementación de su agenda, a pesar de las continuas críticas, veladas y abiertas, hacia el gobierno de Giammattei por temas como la corrupción, la falta de transparencia y la manipulación de la justicia, que han llegado al extremo de incluir en la Lista Engel a la fiscal general Consuelo Porras, una de las funcionarias más apreciadas por el presidente. Al gobierno gringo no le queda más que tolerar a este incómodo aliado, llegando a acuerdos que se adecúen a sus intereses. El gobierno de Giammattei, por su lado se hace el desentendido de las críticas que le dirigen los funcionarios estadounidenses, a veces agachando la cabeza, otras veces asumiendo actitudes desafiantes, pero siempre sabiendo que Biden no puede prescindir, por el momento, de una alianza de mutua conveniencia.
La visita de Uzra Zeya
La última visita de un funcionario gringo al país ha sido la de Uzra Zeya, subsecretaria de Estado para la Seguridad Civil, la Democracia y los Derechos Humanos, del 28 de noviembre al 1 de diciembre. La misión de Zeya fue destacar “…el compromiso de los Estados Unidos de trabajar con socios guatemaltecos para abordar las causas fundamentales de la migración irregular, promover el estado de derecho y proporcionar servicios de protección a los migrantes vulnerables, refugiados y solicitantes de asilo” (comunicado de la U. S. Embassy Guatemala, 26/11/2021).
Zeya participó en la reunión anual del Marco Integral de Protección y Soluciones Regionales en la ciudad capital, e inauguró un Centro de Recursos Migratorios en la ciudad de Quetzaltenango, que dará servicios de protección y referencias a migrantes vulnerables. Además, se reunió con funcionarios del gobierno, de la sociedad civil y empresarios, y visitó algunos de los programas que están siendo financiados por Estados Unidos.
Las críticas de Zeya al gobierno
Continuando con la agenda de Biden y Harris para la región centroamericana y Guatemala en particular, Uzra Zeya hizo referencia a puntos sensibles para el gobierno de Giammattei, como el de la administración de justicia. A este respecto sostuvo un encuentro con algunos jueces y defensores de la justicia que han destacado por su independencia respecto a las estructuras promotoras de la impunidad y corrupción enquistadas en el sistema judicial. Entre estos jueces estuvieron Erika Aifán y Miguel Ángel Gálvez, ambos premiados por entidades internacionales; también se reunió con representantes de ongs de defensa de derechos humanos y que velan por la aplicación de la justicia, y líderes sindicales. La funcionaria declaró “Los jueces y miembros de la sociedad civil demuestran su coraje y su compromiso a diario. Les enfaticé nuestro apoyo a ellos y a su rol fundamental en la democracia de Guatemala” (Prensa Libre 29/11/2021).
El 30 de noviembre se reunió con periodistas y representantes de medios de comunicación, con los cuales abordó el tema de la protección a la libertad de prensa. Luego en un tuit expresó: “Esta mañana me reuní con valientes representantes del sector de los medios de comunicación de Guatemala sobre la protección de la libertad de prensa. La libertad de prensa es un pilar democrático en todos los países. Los periodistas desempeñan un papel fundamental para garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y un público informado” (La Hora 30/11/2021).
La Cumbre por la Democracia
En entrevista a los medios el 1 de diciembre, Zeya se refirió a la Cumbre por la Democracia, evento virtual organizado por el presidente Joseph Biden que se realizó el 9 y 10 de diciembre, al cual se invitó a gobiernos de unos 110 países, miembros de su sociedad civil y empresarios; entre los países que no fueron convocados están Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Zeya declaró: “Yo puedo decirles que el presidente Biden ha elevado la anticorrupción y el combate como una prioridad de seguridad, eso será uno de los puntos focales más críticos de la Cumbre por la Democracia que se llevará cabo virtualmente la próxima semana” (Prensa Libre 1/12/2021). El encuentro trataría sobre el totalitarismo, el combate a la corrupción y cómo avanzar en el tema de derechos humanos, según la funcionaria, quien sostuvo además que la cumbre es parte de un esfuerzo de Estados Unidos para centrarse en los derechos humanos y los valores democráticos en la política exterior.
La subsecretaria enfatizó que la corrupción erosiona la democracia, la rendición de cuentas y el sistema judicial, resaltó las sanciones tomadas por su gobierno contra funcionarios guatemaltecos y dijo “Nosotros apreciamos todas esas luchas anticorrupción en Guatemala, estamos muy comprometidos a seguir trabajando con ustedes” (Idem). Todo en acuerdo con la visión de la administración Biden de que es la corrupción la causa de la pobreza, violencia y falta de empleos que empujan a los trabajadores y trabajadoras del área centroamericana a emprender el peligroso viaje hacia los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. Esta forma de ver las cosas oculta intencionalmente a los verdaderos culpables de la miseria de la población del istmo, que son las oligarquías locales y las multinacionales que sostienen y fomentan gobiernos corruptos y autoritarios, con el claro respaldo de las distintas administraciones estadounidenses.
El 2 de diciembre Juan González, principal asesor del presidente Biden para Latinoamérica, explicó en rueda de prensa que los países del Triángulo Norte de Centroamérica no fueron invitados a la cumbre porque, aunque son países democráticos, afrontan “algunos desafíos”, “puede que sean democráticas (estas naciones), pero tienen actividades muy inquietantes” …” hay democracias que creo que afrontan algunos retos en lugares como Guatemala, Honduras y El Salvador” (Prensa Libre 02/12/2021). Sobre Guatemala, González mencionó las acciones de la fiscal general Consuelo Porras, que fue sancionada por el gobierno gringo, las amenazas contra la sociedad civil, y la corrupción extendida en el país (Idem).
Giammattei, ofendido, viaja a Washington
La visita de Uzra Zeya a Guatemala debe interpretarse como una compensación del gobierno imperialista de Biden al gobierno de Giammattei por no haberle invitado a la Cumbre por la Democracia, como diciendo “les hicimos este desaire, pero, ¡vean, todavía estamos con ustedes!”. Pero el gobernante chapín no lo tomó de esa manera, y muy airado, partió en una valiente cruzada hacia Estados Unidos a reunirse con entidades, personajes y funcionarios republicanos, opositores a las políticas impulsadas por la administración Biden. Viajó con una comitiva de funcionarios y empresarios del 6 al 8 de diciembre.
Tampoco lo quiso interpretar así la oligarquía guatemalteca. Viejos zorros y más avezados que el incauto Giammattei, lo dueños del gran capital chapín gestionaron la participación del presidente en la 51ª. Conferencia anual sobre Las Américas, organizada por Americas Society/Council of The Americas. Así lo reconoció Juan Carlos Paiz, de la oligárquica Fundación Para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), “Hemos gestionado para que participe en este evento de Council of The Americas para atraer inversión al país” … “como vicepresidente de Fundesa nosotros trabajamos en alianza con varias empresas del Council of The Americas, para promover la atracción de la inversión hacia el país, y aprovechamos para tener otras reuniones en la ciudad” (La Hora 06/12/2021).
Ni tontos ni perezosos, los oligarcas guatemaltecos aprovecharon para hacer contactos de negocios en Estados Unidos, mientras el presidente Giammattei se deshacía en una serie de desafortunadas declaraciones contra el gobierno de Biden en los eventos en los que participó. De hecho, uno de los sectores capitalistas beneficiados por la visita es el de vestuario y textiles, logrando reuniones con el Consejo Nacional de Textiles de EE. UU., consiguiendo proyecciones de inversión por US$ 700 millones a US$ 900 millones.
Durante los tres días el presidente Giammattei participó en un evento con la Heritage Foundation, luego estuvo en el 20° Foro Parlamentario de Inteligencia y Seguridad, también se reunió con el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, estuvo en la 51ª conferencia del Consejo de las Américas, y se reunió con la Cámara de Comercio Estadounidense.
Las declaraciones confrontativas de Giammattei
En sus discursos y declaraciones, Giammattei defendió a su gobierno en temas como la lucha contra la corrupción y el narcotráfico; aseguró que Guatemala tiene un sistema republicano de gobierno con separación de poderes y procesos electorales libres y democráticos, con avances en la implementación del Estado de Derecho y aplicación de la justicia, y el país con el mejor desempeño económico de Centroamérica. “Es así como presento a mi país, Guatemala: un país con grandes esperanzas y con la vista puesta en el futuro de ser un líder regional y, por cierto, el único aliado de los Estados Unidos en Centroamérica” (La Hora 06/12/2021).
Entre sus afirmaciones más desafortunadas encontramos: “Guatemala seguirá siendo en mi gobierno, aliado y amigo de los Estados Unidos de América aún a pesar de este gobierno (el de Biden)” … “Nos consideramos un país aliado y amigo, aunque existan funcionarios de este gobierno que no lo entienden en su justa y verdadera dimensión” (Prensa Libre 06/12/2021). “…yo vine a los EE. UU. a decirles que allá hay un país que está cerca de ustedes, que nosotros podemos hacer mucho por EE. UU., pero que no vamos a permitir tampoco que nadie pueda llegar a exigirnos a nosotros que adoptemos cosas que vayan en contra de nuestra creencia, de nuestra fe y de nuestras leyes, nos cueste lo que nos cueste, así no sea una invitación a la Casa Blanca” … “Por pequeños que seamos y por problemas que tengamos, por miseria y pobreza, no significa que no seamos respetados, exigimos respeto, pero sobre todo inversión para nuestro país” (Prensa Libre 07/12/2021). “Guatemala seguirá siendo, en mi gobierno, un aliado y amigo de los Estados Unidos de América, aún, a pesar de este gobierno” (La Hora 11/12/2021).
La respuesta de la administración Biden a Giammattei
En contraste con el poco tacto de la actitud del gobernante guatemalteco, el gobierno gringo dispuso una reunión con él y su séquito en la sede de la Cámara de Comercio estadounidense el 8 de diciembre. Según un comunicado oficial, en la reunión se revisó “la amplia cooperación bilateral sobre migración, lucha contra el narcotráfico y promoción de oportunidades económicas” (Prensa Libre 09/12/2021).
Por parte de Estados Unidos estuvieron presentes el asesor de seguridad Jake Sullivan, la asesora de Seguridad Nacional de la Vicepresidencia, Nancy McEldowney, el asistente especial del presidente Biden Juan González y el embajador en Guatemala William Popp. Sullivan reconoció el trabajo del gobierno de Giammattei en el combate a las organizaciones criminales, el tráfico de drogas y de personas; se habló de la colaboración para expandir la seguridad portuaria e impulsar la inversión privada y abordar las causas de la migración irregular: “El Sr. Sullivan reafirmó el compromiso de Estados Unidos de trabajar con Guatemala para combatir la corrupción, abordar la seguridad ciudadana y apoyar el desarrollo económico regional” (Idem).
Luego de su vergonzosa rabieta, Giammattei no logró más que reafirmar los compromisos que ya tenía su gobierno con la administración Biden-Harris, y que seguramente la subsecretaria Zeya ya había ratificado unos días antes. Sin duda los verdaderos ganadores en este periplo fueron los astutos representantes de los grupos oligárquicos, que regresaron a Guatemala con compromisos de jugosos negocios.
¿El narcotráfico principal origen de la impunidad y la corrupción?
Si el imperialismo gringo oculta sus responsabilidades al achacar a la corrupción el origen de la pobreza, violencia y la migración ilegal del área centroamericana, el presidente Giammattei fue aún más lejos y afirmó que es el narcotráfico el culpable de la impunidad y la corrupción en nuestros países.
En su discurso ante el Consejo Permanente de la OEA, el mandatario reconoció que “la corrupción es el flagelo que atenta contra la democracia” (la Hora 07/12/2021), asegurando que el narcotráfico es uno de los mayores financistas de la corrupción y se debe combatir desde los países consumidores.
Esta es una postura que pretende evadir la responsabilidad de las cúpulas oligárquicas, y la pléyade de funcionarios y políticos de dudosa calidad moral que tienen a su servicio, no solo en la formación de estructuras corruptas que parasitan del Estado, sino en la miseria, el desempleo y desastrosa calidad de vida que sufre el pueblo guatemalteco.
Si bien es cierto que las redes del narcotráfico conforman uno de los grupos de la burguesía emergente, que sin duda ha contribuido a corromper el sistema de justicia y el sistema político, no se puede negar que tiene lazos con los grupos oligárquicos; además han sido estos grupos del gran capital los que han sido acusados de financiamiento ilícito de las campañas electorales, los que evaden impuestos y financian la aprobación de leyes que les favorecen en el Congreso, además de manipular las decisiones de las cortes de justicia en los casos que les afectan, como es el caso de empresas mineras e hidroeléctricas. Giammattei, con su falaz afirmación apaña a los grandes empresarios y, de paso, pretende achacar la responsabilidad de la corrupción a los consumidores de drogas en Estados Unidos.
La urgente tarea de librar a Guatemala de toda esta asquerosa telaraña de intereses que tienen al país al borde del abismo, corresponde a las y los trabajadores y sus organizaciones, en una fuerte alianza con la pequeña burguesía empobrecida del campo y la ciudad, ladina e indígena. Esta alianza se deberá lograr alrededor de un programa democrático radical que tenga como punta de lanza la Asamblea Popular Constituyente de los trabajadores y los pueblos indígenas