Por Oliverio Mejía
La decisión de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de rechazar la acción de amparo del Movimiento Para Liberación de los Pueblos (MLP) el pasado 15 de febrero, posterior a que el Tribunal Supremo Electoral avalara la decisión del Registro de Ciudadanos de no inscribir el binomio presidencial de esa agrupación, conformado por Thelma Cabrera como candidata presidencial y Jordán Rodas como candidato vicepresidencial, confirma que los mecanismos electorales y de justicia han cerrado filas contra esa candidatura.
Al día siguiente de conocer la decisión de la CSJ, se realizaron protestas como concentraciones y marchas en varios puntos del país, de parte de la Comité de Desarrollo Campesino (CODECA), del que el MLP es instrumento electoral; a la vez, el equipo de abogados de este último interpuso otro recurso legal ante la Corte de Constitucional (CC), pero recordemos que este ente –que es el máximo órgano en materia de amparos e inconstitucionalidades- está controlado por diversas facciones del bloque en el poder.
A la par de esto, el binomio presidencial también estuvo en Washington reunido con miembros de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, denunciando esa decisión, por la violación al derecho de ser electo y a elegir de parte de esas instituciones del poder público y por ende del Estado de Guatemala.
CODECA-MLP se ha caracterizado por una oposición férrea al proyecto neoliberal y extractivista de la oligarquía y las demás facciones burguesas, como por ejemplo con la consigna de la nacionalización de los bienes públicos privatizados y la convocatoria a una Asamblea Constituyente Plurinacional y Popular para transformar el Estado actual. Aunque como hemos mencionado nosotros, pesa aun una visión fetichista de la pequeña propiedad campesina, pero que en la medida se posiciona contra la derecha, va asumiendo demandas de otros sectores sociales como el proletariado y distintas capas sociales populares, afectadas por este modelo económico; aunque algunos sectores sindicales relevantes, como el de salud, opinan que no se sienten representados el programa del MLP.
Por otro lado, otra candidatura que fue denegada ha sido la de Roberto Arzú García- Granados, presentada por el partido Podemos. Este personaje es un elemento díscolo de las facciones oligarcas, que pese a ser parte del clan de los Arzú, está alejado de su otro hermano Álvaro Arzú del Partido Unionista, el cual va en alianza con el partido Valor de Zuri Ríos Sosa. Se ha caracterizado por propuestas populistas como la de bajar el precio de la energía eléctrica. De igual forma la CSJ denegó un amparo ante la negativa del TSE de inscribir esta candidatura.
A la vez la candidatura de Ríos Sosa y de Héctor Cifuentes, un elemento cercano al Unionismo y ex funcionario de la Municipalidad de la Ciudad de Guatemala, donde este partido ha tenido su feudo, consiguió su credencial para participar en la contienda electoral de parte del TSE. Recordemos que Ríos es hija del ex general Efraín Ríos Montt que protagonizó un golpe de Estado en 1982 y que según, la Constitución Política actual de 1985, a estos y sus familiares se les impide acceder a un cargo de elección pública. Sin embargo, esta candidatura refleja intereses de las facciones más conservadoras de la oligarquía y cuenta con apoyo especial en la CC, donde hay una repartición de magistrados entre aquellas y otros grupos afines al partido de gobierno, Vamos.
Otra candidatura que tiene impugnaciones para participar es la de la Unidad Nacional de la Esperanza, de la ex primera dama Sandra Torres Casanova como candidata presidencial, junto a Romero Estuardo Guerra para la vice presidencia, un pastor evangélico, hecho que la Constitución también prohíbe, la participación de ministros de culto de religiones. Esta candidatura ha sido impugnada por el candidato presidencial del partido Todos Ricardo Sagastume, ex ministro de economía del gobierno de Otto Pérez Molina.
La prohibición de la candidatura del MLP es una medida antidemocrática que busca vedarle la participación a una opción anti sistema que cuenta con respaldo del electorado y que se muestra con chances de disputar una segunda vuelta.
Los socialistas centroamericanos consideramos que solamente con la movilización popular se puede evidenciar y denunciar la preparación a un fraude electoral de parte del actual partido de gobierno; sin embargo, CODECA debe generar alianzas con otras fuerzas sociales como las aglutinadas en el Bloque Democrático Independiente que apoya la coalición Winaq-URNG y otras fuerzas dispersas, dejando a un lado su sectarismo y su pretensión de ser los únicos representantes del pueblo, para hacerle frente a estas medidas dictatoriales.