Por Max Luján
La zona del Bajo Aguán siempre ha sido un territorio marcado por el conflicto de tierras protagonizado por cooperativas y empresas asociativas campesinas, que casi de manera permanente se han enfrentado a terratenientes y militares por la defensa de sus tierras.
Este problema agrario ha generado uno de los episodios más sangrientos en la historia del movimiento campesino hondureño. Desde el 2009 se han contabilizado cientos de casos lamentables, entre ellos: muertes a gran escala, heridos, detenidos, torturados, persecución a líderes campesinos y toda clase de violaciones a los derechos humanos.
Las consecuencias nefastas de la Ley de Modernización Agrícola
En 1992, en el gobierno de Rafael Leonardo Callejas, se aprueba bajo decreto No. 31-92, la Ley de Modernización Agrícola; ley que introduce el libre mercado en tierras que desde 1962 fueron destinadas a la reforma agraria.
Dos años después se modifica esta ley en su artículo No. 70, mediante Decreto 27-94, el cual establece que una vez “Cancelado el valor de las tierras adjudicadas, el beneficiario podrá disponer libremente de su propiedad cuando el comprador reúna los requisitos para ser beneficiario de la Reforma Agraria. En el caso de Cooperativas y Empresas
Asociativas Campesinas y otras asociaciones societarias reconocidas por la Ley, se requerirá de la aprobación previa del Instituto Nacional Agrario”.
La ambigüedad en la que cae la interpretación de esta ley, abre la brecha para que terratenientes y modernas empresas agro exportadoras se apropien de miles de hectáreas de tierras fértiles, aptas para diversos cultivos en el Bajo Aguán, algunas adquiridas de manera legal y otras de manera ilegal y fraudulenta por parte de estos sectores. Por otro lado, las amenazas a los campesinos que defendían la posesión de la tierra, los sobornos a dirigentes campesinos, el desaliento de muchos cooperativistas por la inequidad del modelo de producción, el cual entregaba beneficios desiguales a dirigentes y socios, obligó a muchos campesinos, por la vía de la compra-venta, a entregar estas tierras a las grandes empresas nacionales y transnacionales dedicadas al negocio de la agricultura para la exportación.
El rubro de la palma africana ha sido explotado por estas empresas agro exportadoras durante los últimos 20 años. La producción de palma es el mayor atractivo de estas empresas, ya que genera enormes ganancias a través de la fabricación de aceite para el consumo humano y la elaboración de biodiesel. Por lo tanto, su estrategia consiste en apoderarse del mayor número de hectáreas para seguir produciendo y exportando, sin medir las consecuencias que esto genera en el campesinado: pobreza; crisis alimentaria en el país por desplazar a otros cultivos de suma importancia; daño a la biodiversidad, debido a que la palma no es nativa de esta región y su adaptación ha generado daño a otros ecosistemas.
Continúan las detenciones y desalojos
Unas 450 familias fueron desalojadas por la fuerza este 15 de agosto por al menos 240 elementos de la Policía Nacional y miembros de la operación Xatruch III. Las familias habían recuperado de manera pacífica la Finca Paso Aguán. En la operación se desalojó a bala viva, a fuerza de toletazos y gases lacrimógenos a cientos de niños, mujeres, jóvenes y ancianos. En el desalojo, cuatro personas fueron detenidas, entre ellos dos adultos mayores.
A esto se suma la represión ejecutada por el ejército y policía a estas mismas familias el 5 de junio, cuando hirieron de gravedad a dos campesinos. El 19 de este mes, ElObservatorio Permanente de Derechos Humanos de Aguán (OPDHA) denuncia las agresiones de militares y guardias de seguridad perpetradas en las casas de habitación de líderes y lideresas del Movimiento Campesino Gregorio Chávez en la comunidad de Panamá.
El Partido Socialista Centroamericano PSOCA llama a todos los sectores para unirse y frenar todo ataque en contra del movimiento campesino, desbaratar todo plan de entrega y explotación del territorio nacional, luchar por una verdadera reforma agraria para que la tierra sea entregada de manera democrática a los campesinos, al mismo tiempo que se les capacite y tecnifique, que el gobierno les proporcione insumos y préstamos a bajos intereses que permitan incentivar la producción. ¡Abajo la persecución, hostigamiento y fallos ilegales en contra de dirigentes campesinos! ¡Por la desmilitarización del territorio del Bajo Aguán!