Por Aquiles Izaguirre.
Una gran polémica ha generado el atraco al IHSS por parte de Mario Zelaya y cia. El boom publicitario que se generó, ha creado las condiciones para el peor saqueo en la historia del pueblo hondureño, y es la apertura del IHSS al sector privado. Sin duda, Mario Zelaya cumplió a cabalidad su objetivo, no solo arrasando con medicamentos, dinero, aparatos médicos, sino que dejando la opinión pública dispuesta para un nuevo saqueo legal, en donde la empresa privada hará un nuevo gran negocio con la salud del pueblo.
Seguridad Social como conquista
La seguridad social es una conquista indiscutible de las luchas de los y las trabajadoras. El primer país en donde se logra el derecho a la seguridad social es en la Alemania del canciller de hierro, fue Otto von Bismarck, quien jurídicamente crea la seguridad social. Este derecho no nace de la noche a la mañana y no es casual que se consiga en Alemania, sino todo lo contrario, este era el país en donde los trabajadores realizaron más luchas en reivindicación de sus derechos; el canciller de hierro sería categórico al decir que era mucho más barato costear la seguridad social que pagar las costas de una revolución social.
En el caso particular de Honduras el proceso fue similar, es producto de la gran lucha heroica de los trabajadores y la huelga del 1954. Este proceso de lucha impulsó reformas importantes dentro de las estructuras sociales del país, incluyendo la creación del IHSS. El seguro social en Honduras no fue el producto de la buena voluntad de la burguesía, sino del temor de la misma a que los trabajadores arrebatasen estas conquistas a través de una revolución.
Reformas reaccionarias
Entre las reformas que aseguraron la creación del Seguro Social en Honduras y las que impulsa el actual gobierno hay enormes diferencias; éstas no son el producto de la movilización o el temor a grandes revoluciones. Todo lo contrario, son producto de una derrota histórica de los y las trabajadoras, es decir, la derrota en las calles de la resistencia contra el golpe de Estado. Esta característica es fundamental para entender la dinámica interna de esta nueva ley de seguridad social, que es la apertura del régimen de seguridad social a la empresa privada.
A la población le han querido vender la idea de que las reformas solucionaran los problemas actuales de la seguridad social, pero es parte de la más grande embestida neoliberal que ha sufrido Honduras, en donde se saquearon las empresas del Estado para justificar el peor asalto que ha sufrido el Estado en su historia. La nueva ley plantea que los actores del nuevo modelo serán: “Entidades oficiales, mixtas, privadas, comunitarias o solidarias, que sean autorizadas por la Secretaría de Salud y certificadas por el Instituto Hondureño del Seguro Social” (página oficial del gobierno, citado al 11 de octubre del 2014, http://www.presidencia.gob.hn/?p=2897).
Es obvio que la burguesía está encantada con este nuevo modelo, así podemos ver que el presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), Miguel Mourra apuntaba: “de antemano nos comprometemos a participar en esta socialización, como Cámara de Comercio es un tema que nos importa muchísimo” (…) “Son muchas las inquietudes que tenemos, pero sí estamos de acuerdo en que se hagan las reformas y que sean compartidas con todos los sectores involucrados; que nos permitan participar para poder dar nuestras opiniones” (La Tribuna 11/10/14). La privatización de la seguridad social no será directa, más bien está planteada para crear un sistema mixto en donde el capital pueda maniobrar de forma tal, que quede en mejor condición que una empresa estatal sin fondos y muy desprestigiada producto del robo que realizaron los mismo actores que hoy la privatizan.
No a la privatización de la seguridad social
Por mucho que la opinión publica nos quiera vender la idea de que estas reformas son buenas, no nos dejemos engañar, la seguridad social es un derecho que no se puede vender ni comercializar. Por ende, exigimos que se enjuicie a los culpables del saqueo al IHSS, pero que también se investigue a los actores políticos que se beneficiaron; se dice que estos fondos sirvieron para financiar las campañas electorales del Partido Nacional.
Pero no basta con enjuiciar a los actores, sino que debemos luchar para rescatar el Seguro Social, basta ya de que sean los pobres quienes paguen los platos rotos; llamamos a las centrales sindicales a que se movilicen y se pronuncien en defensa de la Seguridad Social, pública y accesible para toda la población trabajadora y pobre del país.