Por Olingo Izaguirre
De manera reciente, ante la toma de las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), la rectora Julieta Castellanos declaró que los trotskistas dentro de Libre éramos los responsables.
De la misma manera, escuchamos las aclaraciones de algunos miembros del Comité Político del Partido Libertad y Refundación (Libre) donde se intenta caracterizar a los diferentes grupos de filiación trotskista en Honduras, realizando aseveraciones que el PSOCA es una organización política que considera a Libre como un partido de derecha.
Julieta Castellanos no se equivocó en haber señalado que los trotskistas hemos sido parte de las luchas estudiantiles, desde luego que sí, y lo decimos con orgullo y regocijo, pero nosotros hemos sido apenas una parte de ese amplio movimiento de estudiantes en lucha. Con los ataques contra el trotskismo, Julieta Castellanos pretendió dividir, con falsos argumentos ideológicos, la unidad democrática de los estudiantes en lucha, y la unidad de acción de todas las organizaciones estudiantiles.
Como trotskistas cuestionamos de forma profunda el autoritarismo de Julieta Castellanos y del Consejo Universitario, su centralización del poder y la exclusión de los organismos estudiantiles y de trabajadores de los organismos de gobierno de la Universidad.
De la misma manera, repudiamos las represalias y la campaña de desprestigio hacia los estudiantes y trabajadores, mismas que se puntualizan en los diferentes requerimientos fiscales a los dirigentes estudiantiles y acusaciones falsas contra los compañeros docentes de la Carrera de Sociología Roberto Briceño y German Bú. Nos parece un argumento de falacia contra los hombres mostrar las notas de los dirigentes estudiantiles, aún cuando, las mismas autoridades no han evidenciado una trayectoria de excelencia durante su proceso de formación académica.
Condenamos los mecanismos de dialogo de las autoridades universitarias por ser un mecanismo que no asegura las condiciones mínimas para resolver el conflicto, dado que pretende realizarse bajo los esquemas de la Rectoría. El dialogo es la mejor vía para resolver diferencias dentro de la comunidad universitaria, pero las autoridades en los hechos han impuesto una serie de políticas por medio de la legalidad burocrática que el poder les confiere, negando en la realidad cualquier posibilidad de dialogo.
Criticamos la política de Julieta y de las autoridades universitarias en materia laboral, durante su gestión los trabajadores universitarios no han recibido aumento en sus deteriorados salarios, ni siquiera el costo de vida de 2014 y el de los meses transcurridos en el 2015. Ahora mismo, se ha aprobado por parte del Estado, y seguro lo implementará el gobierno de Castellanos, una reforma que elimina el pago de las prestaciones laborales a los trabajadores que estén en proceso de retiro por jubilación.
Repudiamos la política de persecución contra los trabajadores que han manifestado simpatía por el proceso de la lucha estudiantil, acción que pone en detrimento las garantías constitucionales y los derechos fundamentales de toda persona o individuo. Ese sentido, condenamos de forma enérgica y exigimos el reintegro inmediato de los compañeros que han sido separados de su cargo tan solo por evidenciar su práctica política.
Hacemos un llamado a todas las organizaciones estudiantiles, gremiales y populares a establecer la más amplia unidad de acción para hacer valer el derecho de la educación pública sin mecanismos excluyentes. Exhortamos a nuestros jóvenes a mantener sus acciones de protesta, por cierto, llenas de la más amplia solidaridad, alegría, libertad y creatividad. Abogamos por una educación liberadora, crítica, científica y no ideológica.
Por eso nos ataca Julieta Castellanos…. si ladra es que estamos avanzando.