Por J. Manuel Murillo
El magisterio sigue pagando las duras consecuencias de la lucha contra el golpe de Estado; si sumamos a esto la existencia de una burocracia gremial totalmente desvinculada de las bases, se vuelve patético y sombrío el devenir futuro de los docentes.
El 17 de septiembre se celebra en el país el Día del Maestro. Son ya 6 años continuos los que lleva el magisterio siendo reprimido por su heroico papel en la lucha contra el golpe. Sin duda alguna que las conquistas sociales y económicas de los docentes han retrocedido más de 30 años.
Una de las últimas decisiones tomadas por el ministro de educación, ha sido eliminar el concurso en el presente año, requisito para optar a un nombramiento en propiedad en alguna plaza vacante. De esta manera, los aspirantes a optar a plaza a inicios del año 2016, tendrán que esperar mucho tiempo más para ver cumplido su derecho.
Del repliegue táctico a la auto convocatoria
Fue en marzo del año 2012 cuando la dirigencia tomó la decisión del repliegue táctico. Sin duda alguna que en aquel momento fue una acertada decisión, siempre y cuando hubiera sido eso: un repliegue táctico. Sin embargo, el repliegue fue para que las burocracias del gremio se atrincheraran a pasar el agua. Mientras, la base ha sufrido todo el embate del gobierno represor post golpista.
A inicios del presente año, tratando de revertir lo que se decidió en el 2012, se hizo un intento -por un sector ligado al COPRUMH- de auto convocar al magisterio, un intento por regresar a la lucha al sector desmovilizado en marzo del 2012. El domingo 30 de agosto, en el programa del COPRUMH, los conductores han aceptado que la autoconvocatoria fue un fracaso.
No es casual; el régimen actual no da tregua al gremio, el movimiento de los indignados no ha tenido la fuerza suficiente para motivar a los docentes a salir a las calles, ni existe una renovación de las juntas directivas de los colegios magisteriales que despierte confianza y credibilidad en los docentes. La actitud del maestro se vuelve más escéptica si la propuesta proviene de los mismos dirigentes que en agosto del 2011 propusieron la firma de los 21 puntos negociados con el gobierno y que defendieron como la última panacea del mundo; también son los mismos que en marzo del 2012 plantearon el repliegue táctico que dejó sin armas de lucha al sector más combativo de inicios del siglo.
Trabajo de base y renovación de dirigencias para despertar al gigante
No dudamos que en cualquier momento el docente nuevamente salga a luchar. Sin embargo, es sumamente necesario el trabajo de discusión en la base, que sea el mismo docente que se plantee sus retos y una nueva estrategia de lucha, antes que responder a sectores oportunistas que ya antes traicionaron al gremio.
En el mes de octubre hay elecciones en el COPEMH y en el COLPROSUMAH. Es la base la llamada a rescatar la conducción del magisterio. Pero también es el momento de que reflexionen los dirigentes actuales, quienes solo esperan que la tormenta pase, tratando de sobrevivir a expensas de los fondos de los docentes, sin dar oportunidad a una nueva vanguardia que devuelva la confianza a los maestros. Las burocracias pretenden seguir adueñadas de los colegios magisteriales; sin embargo, si éstas son legitimadas nuevamente en las juntas directivas, corresponde a la base organizarse dentro de las filiales y seccionales, para iniciar la discusión de una nueva forma de lucha que haga oposición al régimen.
Celebremos el 17 de septiembre con movilización nacional
Seis años sin aumentos salariales han sumido al magisterio en una profunda crisis económica. Actualmente los docentes solo reciben el salario para sobrevivir. A esto agregamos la constante represión a que el gobierno les somete en todos los aspectos, aun violentando la ley; evaluaciones, informes, extensión del horario de clases, suspensión de concursos, audiencias de descargo, etc.
Una permanente represión que debe motivar a los y las docentes para que este 17 de septiembre se convierta en día de movilización nacional, como una nueva forma de lucha. Que el día del maestro sirva para salir con las familias, cacerolas y marcadores a condenar y repudiar al régimen de Juan Orlando Hernández y a la vez exigir un aumento salarial de acuerdo al alto índice de inflación.
El magisterio debe indignarse y encachimbarse, hay que salir nuevamente a las calles a recuperar lo perdido.